Es muy sencillo. Así lo asegura Dorothea Seeger, de una asociación de protección del Medio Ambiente en Alemania.
Es muy sencillo. Así lo asegura Dorothea Seeger, de una asociación de protección del Medio Ambiente en Alemania.
Hay que tomar un trozo de tela de algodón del tamaño que uno crea conveniente y coser los bordes. Como alternativa, se pueden cortar los bordes con una tijera zigzag, que también evita que la tela se deshilache.
Colocar la tela sobre un papel manteca y colocarle encima trozos de cera de abeja. Pueden ser pequeños restos de vela. A veces se pueden comprar los pedazos rotos en una tienda.
Colocar otro trozo de papel manteca arriba y pasarle la plancha caliente. La cera se derretirá y esparcirá de un modo homogéneo sobre la tela. Es importante que toda la tela esté cubierta.
Esperar un poco antes de retirar el papel porque la cera aún puede estar caliente. También es importante tomar una tela que no se decolore, porque estará en contacto con alimentos.
Estas telas de cera de abeja son tendencia en Alemania, donde están reemplazando cada vez más las bolsas de plástico y los folios en la heladera. Sin embargo, hay que tener en cuenta que para lavarlos sólo se podrá utilizar agua tibia, no caliente, para evitar que la cera se derrita otra vez.
No utilizar para conservar carne
Es mejor no utilizar esta alternativa para conservar alimentos que puedan tener gérmenes, como la carne cruda o el pescado. En todo caso, en caso necesario se puede colocar la carne en un bol profundo y cubrirlo encima con la tela, sin que tenga contacto.
FUENTE: EUROPA PRESS