MADRID.- EFE
MADRID.- La novela "Contigo en la distancia" de la escritora chilena resultó ganadora del galardón literario dotado con $175.000 dólares, que se otorga a obras inéditas escritas en castellano
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La vida de la escritora brasileña Clarice Lispector fue "la semilla" de la que nació la novela Contigo en la distancia, con la que la autora chilena Carla Guelfenbein ganó este miércoles por unanimidad el Premio Alfaguara. Una historia sobre "el talento, la mentira y la imposibilidad de los afectos".
Y una novela intimista sobre "las envidias entre escritores, ese sentimiento humano tan común y del que nadie quiere hablar. Ha sido un desafío hacerlo", afirmó hoy la ganadora en una entrevista telefónica con Efe, poco después de que el jurado le hubiera comunicado la noticia del premio.
El fallo de este premio, dotado con $175.000 dólares, se hizo público en Madrid, en un encuentro al que asistieron numerosos escritores, editores y periodistas.
Ganar este galardón es "como un sueño" para Guelfenbein (Santiago de Chile, 1959). "Es un salto importante para un escritor" por la difusión que tiene luego el libro en todos los países hispanohablantes.
Se enteró de la noticia cuando la llamó el presidente de jurado, Javier Cercas, a las seis de la mañana, hora chilena, y ella estaba dormida. Fue su hija la que recibió la llamada y, dado el asunto, la despertó de inmediato.
Guelfenbein habló con todos los miembros del jurado y se puso "muy contenta" cuando le dijeron que la decisión se adoptó por unanimidad. Y eso que entre los 707 originales presentados había también otras novelas "muy buenas". La competencia fue "muy dura", le comentaron.
La librera Concha Quirós le aseguró que su novela, "además de ser una historia potente, le iba a gustar a la gente", algo que a Carla Guelfenbein le interesa "mucho: poder llegar al lector".
Javier Cercas leyó el acta del jurado, en la que se destaca que, en la obra ganadora, "la autora ha sabido entrelazar amores y enigmas con una escritura a la vez compleja y transparente. Tres voces muy bien ensambladas iluminan las zonas oscuras de la mentira y de la verdad, del talento y de la mediocridad, del éxito y del fracaso".
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La novela seleccionada habla "sobre la genialidad, la creatividad y la poesía". Estructuralmente, "Contigo en la distancia" es una obra "muy compleja", con varias historias que se entrelazan, dijo Guelfenbein a Efe.
Ocurre en dos tiempos, en los años cincuenta y en la época actual, y "hay cuatro personajes que están unidos por el de Vera Sigall, una escritora de culto", para la que se ha inspirado "de alguna manera en la brasileña Clarice Lispector".
Sigall es el apellido de la bisabuela de Guelfenbein, procedente de Ucrania, al igual que Lispector, una autora a la que la ganadora del Premio Alfaguara ha admirado desde siempre. "Hay muchos aspectos de su vida con los que me puedo sentir identificada", asegura.
En esta novela de tintes policíacos, el lector sabrá desde el comienzo que Vera Sigall ha tenido un accidente y está en coma. Toda la trama gira en torno a la vida de esta escritora, reconstruida por tres personajes adicionales que "van introduciendo a su vez nuevas historias".
"Es una novela de amor, pero también sobre el talento, la mentira, la imposibilidad de los afectos y la distancia entre los seres humanos", añade la autora.
En Contigo en la distancia se reflexiona sobre la literatura y la creación, pero "no es una obra hermética". Tiene también "un sesgo policial" porque desde el comienzo del libro se abre una investigación para saber por qué Vera Sigall está en coma.
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La presencia femenina de Sigall impregna toda la novela, entre otros motivos porque esa mujer "comete el pecado mortal de ser más inteligente" que el resto de los personajes, subrayó Abad Faciolince, miembro del jurado.
El carácter intimista de la novela ganadora es un rasgo común a otras obras de esta autora que se exilió con su familia en Inglaterra en 1976, tres años después del golpe militar de Augusto Pinochet, donde estudió Biología y Diseño.
Guelfenbein comenzó a escribir desde niña y fue también una gran lectora. Su madre, "una filósofa de mentalidad práctica", le inculcó que trabajase en algo que la hiciera "independiente económicamente".
Y por eso, trabajó durante años como diseñadora gráfica, al tiempo que no abandonaba la literatura.
Hace quince años decidió dedicarse solo a escribir. Contigo en la distancia es su quinta novela, tras El revés del alma (2003), La mujer de mi vida (2006), El resto es silencio (2009) y Nadar desnudas (2014).