Nació en Mérida, pero con apenas un año y medio se fue con su familia materna a Maracaibo, estado Zulia, tras la muerte de sus padres, que se dedicaban al cultivo de café. “Comencé a soñar que iba a ser arquitecto. A los 10 años hice una maqueta de un teatro con mil sillas y gané un premio. Era como un juego, pero me lo tomaba en serio”, recordó el diseñador, que siempre llevaba “un exacto, la navaja que usan los arquitectos para hacer maquetas”.
Estudió en un colegio “enfocado en el encuentro del hombre con el arte” y pertenecía al coro Los niños cantores de Zulia. Los valores que aprendió durante sus estudios fortalecieron su pasión por la filantropía. “Me encanta ayudar a la gente y lograr cambios sociales en las comunidades”, resaltó en ese sentido.
Durante la secundaria, destacó por sus aptitudes en la producción de audiovisuales, realizó estudios de Filosofía y más tarde estudió Comunicación Social.
Un accidente maravilloso
“Llegar a la moda fue un accidente maravilloso”, relató el diseñador. En 1985, uno de sus hermanos le regaló un trozo de piel. A Vielman se le ocurrió hacer cinturones. “Me fui a un lugar que se llama El Tacón, en Maracaibo. Me quedé horas en la tienda aprendiendo. Me emocioné. Ese fue mi primer encuentro con el mundo de la moda”, añadió.
Después de que le compraran los cinturones en la universidad y sus diseños se hicieran populares, un distribuidor le pidió un encargo de 357 piezas. “A los tres meses me pagó y me compré mi primer carro de contado, un Fiat rojo. En ese carro empecé a viajar por varias ciudades, buscaba las mejores tiendas de la ciudad y comencé a vender”, sumó.
De los cinturones pasó a decorar vestidos con aplicaciones en cuero, al tiempo que estudiaba hasta la madrugada para aprender cómo se cortaba un vestido, qué telas se usaban. “La dueña de la mejor tienda de mi ciudad, que vendía marcas francesas, quedó encantada y me pidió crear una colección. Esta fue una oportunidad tremenda”, dijo Vielman.
Como miembro del Rotary Club de Maracaibo, comenzó a organizar eventos y creó su primera compañía, Vielman Designs, en 1987. Inauguró una boutique y presentó su primera colección en un desfile en el Hotel Intercontinental. “Fue aquello como un fiestón y yo solo era un muchachito de 21 años”, agregó entre risas.
“En 1990 inauguramos una tienda. A partir de ese momento comienzo a presentar mis colecciones en Caracas, donde abrimos una boutique en 1992. Y en 1995 decido vivir en Nueva York. Era un sueño y lo iba a intentar”. Con 26 años abrió un atelier en la Gran Manzana y comenzó “una época de muchísimo aprendizaje”.
Algunos de sus desfiles en Venezuela en esos años involucraron a la Orquesta Sinfónica de Maracaibo en espectáculos de gran envergadura, con decenas de músicos, bailarines y modelos. Unido a estas exitosas presentaciones, lanzó un proyecto editorial y en el 2000 organizó “la primera semana de la moda de suramérica, Maracaibo Fashion Week”, donde participaron marcas como Dior, Loewe y Christian Dior.
Asimismo, aquel niño que alguna vez soñaba con ser arquitecto, y que había hecho una maqueta con la casa de sus sueños, decidió hacerla realidad en 2006, “inspirada en el rectángulo y basada en mi recuerdo de la infancia”. Como subrayó, esta casa ha sido premiada por su ingenioso diseño.
Nueva York, su hogar
En 2008 lo secuestraron. “Fue muy duro, casi me mataron”, narró Vielman, quien vio cómo su país se abocaba a una crisis. Así que decidió instalarse en la llamada capital del mundo. “Fui a NY en 2015 porque ese siempre fue el sueño de mi vida. Aunque en 2016 presenté mi primera colección en Wynwood, Miami, e hice mi primer atelier en Brickell Key, mi meta era Nueva York”, indicó.
Desde entonces, su marca se asentó con más fuerza en el panorama de la moda. Tras ser invitado a participar en el NY Fashion Week en 2019, un sueño le dio la idea para su nuevo proyecto.
“Me desperté y vi en mi cabeza la película de un desfile por las calles de Nueva York. Escribí y logré que me dieran los permisos. Fue un desfile inclusivo, en plena 5ta avenida. Los modelos pasaron por la Biblioteca Pública de NY, luego por Bryant 's Park y Times Square”, rememoró Vielman.
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Sobre su estilo, reveló que es un diseñador “inspirado en el arte contemporáneo''. En sus colecciones “siempre va a haber geometría, cortes sencillos, lineales. Mis telas son muy fluidas, me encanta el movimiento, la suavidad”.
Además, se inclina por la sofisticación y la elegancia. “Es parte de mi personalidad. El gran compromiso de un diseñador es crear su propio código visual, que cuando veas ese traje digas ‘ese es Nabys Vielman’. Veo el vestido como un lienzo que se adapta a la silueta de las personas”.
Moda con propósito
Para Nabys Vielman, no todo se trata de glamour y pasarela. Su trabajo está completo cuando sirve para ayudar a otros. “Tengo el corazón abierto al mundo. Me encanta ayudar”, recalcó el diseñador, que colabora regularmente con las fundaciones Aid For Aids, Aid for Life y Amigos del Niño con Cáncer. Una de sus recientes gestiones incluyó el envío de pañales para niños en Venezuela.
“Tengo la marca Nabys Vielman, pero también Vielman of New York, con precios accesibles, comprometida con el mundo sostenible y de la cual el 20% será permanentemente donado a estas fundaciones”, enfatizó.
Ese enfoque humano en la moda tiene otro puntal importante: su tía Evangelina, quien lo crió desde muy pequeño. “Mi tía Evangelina es mi mamá”, zanjó. Es usual verlo en galas o desfiles junto a Evangelina, que también tiene experiencia como modista y en 1987 lo ayudó en sus proyectos, algo que Vielman no olvida.
“Trabajábamos día y noche para construir esto. Cuántas noches de su vida dejó de dormir por estar cosiendo para mi marca”, constató. “Va a cumplir 90 años en abril del año próximo. Es una persona activa. A veces ha salido conmigo a media noche a una fiesta, hasta las 5 de la mañana. Donde voy con ella, llama la atención, todos quieren conocerla. Es un símbolo”, señaló.
Evangelina también es su maniquí: “Todo lo que invento lo pruebo sobre ella. Es muy divertida. Incluso, cuando hice mi colección de zapatos de hombre, los primeros le quedaron a ella. Dijo: ‘esto me queda fabuloso’. Sin duda es mi principal inspiración. Ella y yo somos como una sola persona. Ella es la musa de mi marca, y de mi vida”.
Colección Resort en Miami
Este 15 de julio a las 6 p.m. Nabys Vielman presenta en Miami Beach su nueva colección, Resort. Al definirla, dijo que “es pausada, pacífica, tiene que ver con el reinicio del mundo, que cayó en una crisis y se está reinventando. Quise partir del blanco, que no es un color, sino un valor. Blanco y negro son puntos neutros de los cuales emergen los colores”.
“Voy a Miami porque el mar y el cielo nos dan paz. También es paz conmigo mismo. El COVID acabó con parte de la industria de la moda del mundo. Pero durante la pandemia hice dos colecciones, no paré, gracias a Dios”, zanjó.
Tras el desfile, llegan dos eventos benéficos. Uno el viernes 16, “en un trunk show en Brickell a beneficio de Aid for Live, en sintonía con el artista plástico Marko Brandon. Tendremos un conversatorio sobre el arte y la moda en pro de la comunidad, asumiendo un compromiso de responsabilidad social”. Y el siguiente es el 19 de julio, esta vez a beneficio de niños con cáncer.