Tras recibir el visto bueno con el atacante, el Barcelona tomó fuerzas para superar al Athletic por marcador de 2-0 y peleará por el título de la Supercopa
El español Lamine Yamal, del Barcelona, corre con el balón durante un juego ante el Athletic, el 8 de enero de 2025.
AFPYEDÁ.- Miércoles feliz para el Barcelona en Arabia Saudita. Horas después de recibir la cautelar que le permitiría alinear a Dani Olmo y Pau Víctor, el Barça derrotó 2-0 al Athletic Club y se clasificó a la final de la Supercopa de España.
La noticia, anunciada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) cuando faltaba poco más de una hora para el inicio del partido, no dejó margen de tiempo para que ambos jugadores saltaran al terreno de juego, pero supuso una inyección de moral para un equipo que llegaba de semanas de penurias tanto en el césped como en los despachos.
El equipo culé espera rival para la final del domingo por el primer título del año, que saldrá del duelo del jueves entre el Real Madrid, vigente campeón de Liga, y el Mallorca, vigente subcampeón de Copa.
La euforia culé contrastaba con un Athletic Club que afrontó el choque sin sus dos principales estrellas. Nico Williams fue suplente por precaución por molestias en el tobillo, aunque saltó al campo en la segunda parte, y Oihan Sancet, también lesionado en el tobillo.
Su presidente Jon Uriarte había mostrado antes del partido su disconformidad con la decisión del CSD, una situación que tachó de "esperpéntica".
Con esos antecedentes no resultó extraño que fueran los hombres de Hansi Flick los que arrancasen con un punto más de chispa y que se pusieran por delante en el marcador.
Habían avisado con un remate alto de Raphinha a centro desde la derecha de Koundé (4) y con un lanzamiento de falta del propio capitán brasileño al que respondió Unai Simón (9).
Pero a la tercera fue la vencida. Una buena combinación del equipo azulgrana -de verde fosforito este miércoles- desembocó en un pase atrás de Álex Balde que remató de primeras con la zurda Gavi y el balón pasó entre las piernas del arquero internacional español.
El Athletic, vigente campeón de Copa, colíder de la Europa League y a sólo dos puntos por detrás del Barça en Liga, adolecía de su intensidad habitual, la que le había llevado a no perder un partido desde el 6 de octubre (Girona).
Una colosal intervención de Simón en un mano a mano con Raphinha (23) evitó el segundo.
Aun así, el Barça levantó el pie del acelerador y los vascos dieron un paso al frente reflejado en las ocasiones de Iñaki Williams (volea alta primero y remate a pase de Yuri después) y Guruzeta (45+1) en el tramo final del primer tiempo.
El segundo tiempo comenzó sin cambios, pero al Athletic le costaba salir con el balón. De una pérdida rojiblanca y recuperación del ex del Athletic, Iñigo Martínez, llegó el 2-0, obra de Lamine Yamal. Habilitado por un pase de Gavi a la espalda de la defensa, el extremo de 17 años no perdonó en el partido en que reaparecía después de caer lesionado del tobillo en diciembre.
Fue la sentencia 'de facto' de un partido menos eléctrico que los precedentes compromisos entre ambos equipos.
Valverde dio entrada a la desesperada a Nico Williams, que tuvo tiempo de filtrar un pase a De Marcos para que el veterano capitán picase el balón para batir al arquero polaco Wojciech Szczsny , aunque el gol fue anulado por fuera de juego.
Tampoco subió al marcador por el mismo motivo un gol de Iñaki Williams a dos minutos del final.
FUENTE: AFP
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