WASHINGTON — El presidente Donald Trump firmó una orden que conmuta la pena de prisión de siete años y tres meses impuesta al excongresista republicano George Santos por estar involucrado en un caso de suplantación de identidad y fraude derivados de sus actividades durante su campaña electoral de 2022. El legislador salió de la cárcel horas más tarde.
"George Santos era un poco 'pícaro', pero hay muchos pícaros en nuestro país que no están obligados a cumplir siete años de prisión", indicó el mandatario estadounidense en un mensaje publicado en Truth Social.
Trump comparó el caso de Santos con el senador demócrata Richard Blumenthal, quien ya ha sido blanco de acusaciones del inquilino de la Casa Blanca en anteriores ocasiones por haber mentido acerca de su participación en la guerra de Vietnam.
"Esto (en referencia a Blumenthal) es mucho peor que lo que hizo George Santos, ¡y al menos Santos tuvo el coraje, la convicción y la inteligencia de votar siempre por los republicanos!", ha sostenido Donald Trump.
Igualmente, el presidente Trump aseguró que Santos habría sufrido malos tratos en prisión, estando sometido a "régimen de aislamiento durante largos periodos".
"George ha estado en régimen de aislamiento durante largos periodos de tiempo y, según todas las fuentes, ha sido terriblemente maltratado", escribió Trump en una extensa publicación en la red Truth Social el viernes.
"Por lo tanto, acabo de firmar una conmutación para liberar a George Santos de prisión, inmediatamente", añadió.
Las acusaciones
La Fiscalía de Estados Unidos mantuvo que los delitos de Santos iban desde la "creación de una biografía totalmente ficticia" hasta el "cruel robo de dinero a donantes ancianos y discapacitados" para las elecciones de 2022, lo cual fue ratificado por la Justicia, imponiéndole más de siete años de prisión.
Además, los fiscales indicaron que, a pesar de que Santos se declaró culpable de dos cargos de fraude grave en agosto de 2024, el excongresista es "un mentiroso patológico" que realmente no siente arrepentimiento por lo que hizo.
Tras negarse a renunciar a su escaño cuando fue imputado en mayo de 2023, la Cámara de Representantes lo expulsó en diciembre de ese año, lo que le convirtió en el sexto congresista obligado a abandonar su cargo en la historia de la institución.
Tras ser expulsado, se declaró culpable del delito de robo de identidad agravado y fraude electrónico, lo que le permitió evitar un juicio penal que estaba programado para apenas unas semanas después de aquella declaración.
Antes, en mayo de 2023, se había declarado inocente de trece cargos federales, incluidos siete cargos de fraude electrónico, tres de blanqueo de capitales, uno de robo de fondos públicos y dos por hacer declaraciones materialmente falsas a la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Una conmutación presidencial es diferente a un perdón, pues en este caso la condena original se mantiene, aunque se reduce la pena impuesta.
FUENTE: Con informaciòn de Europa Press