MIAMI.- El arzobispo de Miami, Tomas Wenski, se dirigió a las organizaciones proinmigrantes esta mañana frente a la Torrre de la Libertad de Miami. (José Pernalete)
Laura Rivera
lrivera@diariolasamericas
@lauritrw
La reacción de los grupos proinmigrantes al discurso de Barack Obama del martes fue inmediata. Después de que los republicanos se hicieran del control de las dos cámaras del Congreso en las elecciones de medio término, el Presidente salió a decir que había escuchado el mensaje de los votantes y que antes de fin de año hará "todo lo que tenga que hacer para que funcione el sistema migratorio".
"Sus palabras nos llenan de esperanzas, pero eso no significa que vamos quedarnos con de brazos cruzarnos esperando", dijo Gustavo Torres, presidente de CASA en Acción, entrevistado por DIARIO LAS AMÉRICAS.
Torres anunció que su organización -que integra a más de 500 grupos proinmigrantes a lo largo del país-, junto con otras, convocó hoy a una escalada de protestas en toda la nación para poner mayor presión sobre el jefe de Gobierno.
La campaña comienza hoy con una manifestación frente a la Casa Blanca y seguirá con varias medidas: “Desde marchas, vigilias, hasta cortes de tráfico, acciones prorreforma el Día de Acción de Gracias y una huelga de hambre en diciembre – de 11 días, representando a los 11 millones de personas que están sufriendo en las sombras de la ley-”, dijo Torres.
Rocío Sanz, vicepresidenta ejecutiva del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU por sus siglas en inglés) - organización de 2 millones de afiliados-, dijo que esperan que Obama finalmente "tome la determinación de hacer una orden ejecutiva –sin esperar al Congreso- y provea alivio para toda nuestra comunidad emigrante que tanto lo necesita". "Vamos a seguir empujando para que cumpla con su palabra", aseguró.
Desde el Consejo Nacional de La Raza (NCLR por sus siglas en inglés), Laura Vasquez afirmó a DLA que "ahora que la tensión se mueve hacia las elecciones de 2016, nosotros queremos mostrarle al Congreso que el tema migratorio sigue siendo muy importante para la comunidad latina y tiene que arreglarlo antes de esas elecciones para conseguir de nuestro voto. Queremos ver soluciones".
Todavía no está claro cuándo Obama anunciará las medidas y cuántos de los 11 millones de indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos podrán beneficiarse de las nuevas disposiciones.
Los republicanos, sin embargo, se oponen a que Obama actúe por su cuenta sin el Congreso y ya lanzaron ayer varias amenazas en su contra.
Panorama local
El arzobispo de Miami, Tomas Wenski, se unió ayer a representantes de organizaciones proinmigrantes locales, que se congregaron frente a la Torre de la Libertad del downtown de Miami y dijo que “ya es tiempo de darle la libertad a esos más de 11 millones de personas indocumentadas, para que puedan integrarse a la comunidad”.
Wenski se hizo eco de la exigencia de la Coalición de Inmigrantes de la Florida, los Americanos por Justicia Migratoria, Familias Unidas, Centro de Trabajadores de Miami, Mujeres Haitianas de Miami y SEIU Florida, entre otros.
“Los obispos de EEUU hemos abogado por muchos años, esperamos que el Presidente haga lo que tiene que hacer, que detenga las deportaciones y le proporcione lo más pronto posible protección legal a las millones de personas que vinieron a este país”, declaró.
Destacó que es necesario también que los congresistas avancen en la reforma migratoria. Contabilizó más de dos millones de deportaciones en los últimos años y lamentó que “muchos de ellos pudieron ser beneficiados por la propuesta estancada en el senado”.
Este reportaje se elaboró con colaboración de José Pernalete.
