sábado 9  de  noviembre 2024
ANÁLISIS

Eurodiputados exigen a Venezuela profundas reformas económicas y una ley de amnistía

Lo cierto es que en momentos tan preocupantes para un país que vive acosado por las carencias -no sólo de libertades, sino también de elementos básicos como la comida o los medicamentos-, la revuelta de la población parece imparable

JUAN CARLOS SÁNCHEZ (*)

La situación de Venezuela es cada vez más crítica y roza el desastre humanitario. El problema se agrava por momentos, y no parece vislumbrarse una solución a medio plazo. Al contrario, el panorama se torna insostenible, con un poder Ejecutivo y Legislativo enzarzados en una guerra de declaraciones de emergencia.

Las denuncias en este sentido son muchas y de peso. Sin embargo, muchos analistas se preguntan cómo es posible que este país sin justicia, sin comida ni medicamentos y al borde de la miseria, consiga al parecer, persuadir a otros Estados para que legitimen a un Gobierno insolvente.

Al hilo de estos acontecimientos, en un reciente pleno de Estrasburgo un grupo de eurodiputados ha decidido plantar cara al régimen de Nicolás Maduro, al que exigen profundas reformas económicas y políticas para sacar al país de la grave crisis en que se encuentra.

Ramón Jáuregui, de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) ha querido dejar claro que en los comicios de diciembre hubo un “triunfo rotundo” de la Mesa de la Unidad Democrática, lo que supone que ahora haya en Venezuela dos poderes legítimos, el legislativo y el ejecutivo, que deben entenderse para resolver los graves problemas de los ciudadanos.

Pero las confusiones jurídicas se han convertido en la estrategia con la que el poder Ejecutivo oficialista mueve sus fichas sobre un complicado tablero de ajedrez político para neutralizar y criminalizar las medidas que quiere poner en marcha la nueva Asamblea Nacional, de mayoría opositora.

El mensaje de advertencia del diputado del Partido Popular Europeo (PPE), Francisco José Millán Mon, es contundente: el Gobierno venezolano no acepta el resultado electoral y trata de crear un parlamento paralelo. Por ello, aclaró, el país necesita “diálogo, tolerancia y liberación de los presos políticos”.

En ese mismo sentido se han manifestado numerosos oradores en la Eurocámara, quienes han exigido la aprobación de una ley de amnistía para los presos políticos, como requisito indispensable para avanzar en la reconciliación política. Bert Koenders, ministro de Exteriores de Holanda, en nombre de la presidencia holandesa de la Unión Europea, instó al diálogo entre el Gobierno y la oposición en el marco constitucional.

Mientras tanto, en el país que tan extrañamente dirige el presiente Nicolás Maduro, continúan los ataques sistemáticos y la criminalización de las protestas, persecución, tortura y encarcelamiento de los disidentes, cierre de medios de comunicación, propiedades privadas confiscadas, desprecio por la salud y la integridad de los ciudadanos, hambre, cortes en el  suministro de agua y electricidad que duran días,  hospitales sin recursos, farmacias desiertas, robos motivados por el hambre, la corrupción y el totalitarismo encubierto.

Con relación al papel de la UE para ayudar a Venezuela a salir de esta crisis humanitaria, Jordi Sebastiá (Partido los Verdes) consideró que Bruselas debe contribuir a modificar el modelo económico, para acabar con “el monocultivo del petróleo”, que sólo genera inestabilidad, corrupción y violencia.

Luis de Grandes, parlamentario del PPE ha ido más allá, al reclamar una ley de amnistía para liberar a los presos políticos de las cárceles, a la que podrá seguir después un proceso de diálogo.

Lo cierto es que en momentos tan preocupantes para un país que vive acosado por las carencias -no sólo de libertades, sino también de elementos básicos como la comida o los medicamentos-, la revuelta de la población parece imparable.

Por su parte, el eurodiputado Javier Couso (GUE) se ha mostrado más cauteloso, tras criticar las campañas que, en su opinión, buscan la desestabilización de Venezuela y pidió que desde la UE “no contribuyamos al incendio, no apoyemos a los que buscan un cambio violento”.

Cabe recordar que hasta la fecha no se ha admitido a trámite ni un solo caso contra un alto cargo del Gobierno chavista. Insólito.

La lucha que el pueblo venezolano lleva todos los días a las calles ya no sólo clama contra la altísima inflación, la constante escasez de bienes básicos, las enormes lagunas en la sanidad o la segunda tasa de homicidios más elevada del mundo. Ahora aboga también por la libertad de expresión, el respeto a la Constitución y a los Derechos Humanos, cuestiones esenciales en cualquier país civilizado. Y es aquí donde el mensaje de este grupo de eurodiputados trasciende la pura ideología política para convertirse en una exhortación legítima al gobierno venezolano para que respete los derechos fundamentales de sus ciudadanos.

(*) Analista y consultor

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