MIAMI.- JOSÉ PERNALETE/ DLA
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MIAMI.- El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba genera expectativas encontradas entre los viajeros que van a la isla
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Desde tempranas horas en la mañana y a partir de los primeros días de diciembre son comunes en el Aeropuerto Internacional de Miami las largas filas de pasajeros que tienen como destino la isla de Cuba. El escenario siempre contempla maletas y paquetes de gran volumen y algunos viajeros molestos por una extendida espera para el abordaje.
Luego del anuncio del presidente Barack Obama sobre la restitución de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y el régimen de La Habana, el ánimo en las filas repletas del aeropuerto ha comenzado a ser completamente distinto. Además de equipaje, las familias viajan con muchas preguntas.
Los carritos de maletas van en fila, uno tras otro en dirección a los puestos de embalaje plástico y todos con ofertas por promoción navideña.
La señora Mireya Leyva es unas de las aguarda con anhelo un reencuentro entre ambas naciones con la reanudación de las relaciones bilaterales. Está segura de que esta decisión “va a mejorar la calidad de vida de los cubanos que aún viven en la isla”.
“Yo sí creo que habrán más viajes en el futuro y espero que sea más fácil para nosotros poder volar a La Habana porque ahora los pasajes están muy caros. Con lo que se paga actualmente se puede pagar un viaje en un crucero”, comentó.
El promedio de costo de un pasaje en avión desde Miami hasta La Habana es de aproximadamente 500 dólares, pero viajeros indicaron que luego de la primera quincena de diciembre, el precio podría elevarse otros 100 dólares más.
Así lo explicó Nelly Serrano, quien junto a su esposo esperaba con ansias abordar en avión que la llevaría en menos de una hora a su tierra natal. “Desde que llegué a Estados Unidos hace 15 años vivimos en Hialeah y trato de viajar cada uno o dos años a Cuba, pero diciembre es un mes malo por la cantidad de gente y el aumento de los pasajes”, apuntó.
En sus valijas siempre lleva “ropa, zapatos y medicinas” para abastecer a los suyos y aspira a que los costos disminuyan pronto.
Para otros, la experiencia de volar a la nación caribeña representa un sacrificio lleno de molestias. Por lo menos lo es para María Hernández quien aseguró que las tres oportunidades en que ha viajado a Cuba desde que llegó a EEUU son “un maratón muy incómodo”.
“Yo vivo en Washington D.C. y he hecho varios viajes domésticos y a otros países, pero viajar a Cuba es lo peor. Tengo que esperar entre cuatro y cinco horas para montarme en el avión y a veces me ha tocado esperar dos horas por las maletas que llegan en otro avión”, lamentó.
Hay quienes parecieran ser más realistas ante la medida de Obama y prefieren constatar en persona los resultados de la nueva estrategia entre las dos naciones. Esta es la opinión de Jorge Reyes, quien cree que podría mejorar la situación actual, pero hasta ahora “esto es sólo un anuncio que provoca protestas y alegrías de los cubanos”.
“Mi vida sigue igual con la medida o sin la medida. No creo que hayan mejoras en las condiciones de allá pero, en relación con los viajes, desde hace tiempo hay posibilidades de viajar, lo que hace falta es dinero para pagar el pasaje”, aseveró.