Fósil de ballena explica la evolución de la ecolocación
Una capacidad que permite a ciertos animales ubicarse y orientarse
Fósil de una ballena dentada con aproximadamente 28 millones de años de antigüedad. (EFE)
Tras analizar un fósil de ballena de aproximadamente 28 millones de años de antigüedad, descubierto al sur de California, un equipo de especialistas logró confirmar, a través de rasgos anatómicos como la asimetría craneal y la presencia de una mandíbula superior más ancha, que la ecolocación o capacidad de orientarse por sonidos, surgió de manera temprana entre los cetáceos. n
El equipo de investigadores del Instituto de Tecnología y Colegio de Medicina Osteopática de Nueva York, dirigido por Jonathan Geisler, examinó las características del fósil del oligoceno, que corresponde a un género, hasta ahora desconocido, de ballena dentada, que incluye a las orcas, delfines, marsopas, y cachalotes. Estas suelen tener entre 1 y 260 dientes, que utilizan para retener el alimento, y solo cuentan con un orificio para respirar. n Los científicos consideran que la adquisición de la capacidad de ecolocación les permitió a los cetáceos dentados, adaptarse a su entorno de aguas oscuras o turbias, donde resulta más difícil navegar y cazar. Y es que esta habilidad, que también poseen animales como los murciélagos, permite la orientación a través del eco: el animal emite un sonido que rebota al encontrar un obstáculo y después analiza el eco recibido.
De este modo, logra saber la distancia que existe hasta el objeto que le interesa, midiendo el tiempo de retardo entre la señal que ha emitido y la que ha recibido.