Es sorprendente ver a qué punto este gigante asiático es tan poco evocado en la prensa económica. Es cierto que desde hace unos años a India le cuesta seguir el ritmo de China o de las otras grandes potencias emergentes pero se trata de un coloso de 1.000 millones de habitantes, dormido pero gigantesco. Y los inversores internacionales están de acuerdo en que la hora de India ha llegado. n
De hecho, las recientes elecciones son alentadoras, la oposición accedió al poder con una mayoría absoluta, es decir, con la posibilidad de gobernar sin coalición o alianza bancal. Pero no será fácil, India es uno de los países que más sufrió de la caída de divisas después del anuncio de reposicionamiento monetario de la Fed en el verano del 2013.
Con un importante déficit por cuenta corriente y una inflación difícilmente manejada, el país acumulaba problemas. En efecto, cuanto más endeudado está un país, más depende de los capitales exteriores. Pero esta devaluación de divisa le permitió igualmente sanear la situación.
Su Banco Central retomó las riendas de la situación a partir de septiembre del 2013, teniendo como principal objetivo luchar contra la inflación. El alza de las tasas de interés asociado a un saneamiento progresivo de los déficits por cuenta corriente con medidas restrictivas en la importación de oro y de control de la salida de capitales comienza a dar frutos.
La situación económica se estabiliza, el comercio exterior mejora y el espectro de una devaluación inflacionista se disipa. El país registró el mayor crecimiento en casi un año en mayo pasado y aunque el ritmo siga siendo moderado, las últimas cifras son muy alentadoras.
Por otro lado, India, como muchos emergentes aprovecha de la caída de precios en materias primas agrícolas desde mayo. nIgualmente, la nación continúa con el saneamiento de sus finanzas públicas. Y los efectos de la mejoría progresiva de la situación económica y financiera del país comienzan a sentirse en la bolsa de valores (el índice S&P BSE Sensex de las 30 mayores capitalizaciones indias progresó de más de 36% en un año).
De igual manera, la elección del nuevo Primer ministro Narendra Modi acentuó el positivismo en la bolsa puesto que se espera que Modi reproduzca a la escala del país el milagro económico que logró en su provincia de 60 millones de habitantes.
Pero en general, sobre el conjunto de los países emergentes, y en particular en India, las valoraciones de empresas son muy buenas gracias a los márgenes obtenidos y a la reactivación económica mundial que debería favorecer a estas economías. n
Un largo camino de reformas le espera a Modi en términos inflacionarios y deficitarios, no creemos que sea simple pero una vez que India se despierte, hay grandes chances que el esquema mundial sea modificado.
* Abogado especialista en finanzas, bolsas y mercados internacionales. nDirector general de Latin America Invest Corp. Administrador de patrimonios por 3.000 millones de dólares. nwww.latinamericainvest.net