MIAMI- En Orlando hay innumerables historias de latinos que brillan más allá de los rascacielos de hoteles y parques temáticos. Una de ellas es la de Julio Alvarado, un inmigrante venezolano que transformó los desafíos en oportunidades, logrando que su viaje no sea solo el de un ingeniero electricista que se abre camino en una industria altamente competitiva, sino el viaje de un inmigrante que busca consolidarse como en un referente de liderazgo, tecnología y superación.
Nacido en Venezuela y formado como ingeniero electricista, Julio llegó a Estados Unidos decidido a construir una carrera con mucha más que títulos.
“Tener un oficio o profesión es importante, pero pienso que los caminos se pavimentan con disciplina, visión y un profundo sentido de propósito”, asegura el inmigrante que después de seis años, ha podido no solo consolidarse profesionalmente, sino también alcanzar aquello que él mismo llama su verdadero sueño americano: ser un hombre pleno, feliz y que impacta positivamente a su comunidad.
“No soñaba con lujos, soñaba con sentirme útil, realizado. Hoy puedo decir que lo logré ese sueño americano. Y me siento un hombre pleno y feliz”, afirma el emprendedor que hoy lidera proyectos de eficiencia energética en Florida. “No soñaba con lujos, soñaba con sentirme útil, realizado. Hoy puedo decir que lo logré ese sueño americano. Y me siento un hombre pleno y feliz”, afirma el emprendedor que hoy lidera proyectos de eficiencia energética en Florida.
Julio completó el Language Program del nivel 2 al 9, obtuvo su Competency Card en el condado de Orange y se certificó como E-Journeyman Electrician. Actualmente, se prepara para rendir el examen de Master Electrician, un paso que lo acercará aún más a la excelencia técnica que siempre ha buscado.
Desde su empresa en Orlando, impulsa soluciones innovadoras para hogares y comercios, enfocadas en Tecnología Smart Home, ahorro energético e integración sustentable. “Me apasiona resolver problemas, ver lo que otros no ven. No hay nada más satisfactorio que saber que estás mejorando la vida de alguien a través de tu trabajo”, dice el emprendedor que también genera empleo y mentoría para otros latinos que, como él, se atrevieron a empezar de cero.
“Soy producto de una cultura trabajadora, ingeniosa y solidaria. El talento latino es inmenso, pero a veces solo falta que alguien te diga: tú puedes”, comenta con firmeza. “Hoy yo quiero ser esa voz para otros”.
A quienes lo conocían en Venezuela, no les sorprende su evolución. Allá lo apodaban ‘El pulpo’, por su habilidad para atender mil cosas a la vez con precisión y energía. Esa misma capacidad lo ha convertido en un líder natural en EEUU, capaz de anticiparse a los problemas, encontrar soluciones y guiar a su equipo con una mezcla única de humanidad y estrategia.
“La clave ha sido nunca detenerme. Siempre hay algo que aprender. El sueño americano se construye, no se hereda”, finalizó. “La clave ha sido nunca detenerme. Siempre hay algo que aprender. El sueño americano se construye, no se hereda”, finalizó.
En un país donde muchas veces se subestima el potencial del inmigrante, y ad portas de celebrar el Mes de la Herencia Hispana, Julio Alvarado busca probar que el talento de la comunidad venezolana no solo contribuye, sino que innova, lidera, e inspira.