martes 10  de  septiembre 2024
PERFIL

La modista Nicole Di Rocco se muestra optimista sobre el futuro de Cuba

MIAMI.- La cubanoamericana, que contó su historia en un filme, quiere ser útil en la isla a través de su trabajo 

MIAMI.- WILMA HERNÁNDEZ
Whernandez@diariolasamericas
@whernan

La modista Nicole Di Rocco no descarta la posibilidad de realizar otro documental en Cuba, luego de haber visitado la isla donde nacieron sus padres a quienes tuvo que convencer para regresar.

Di Rocco, cuyo apellido de soltera es Sainz, abriga la esperanza de que las nuevas relaciones entre EEUU y Cuba representen prosperidad para el pueblo cubano, y a la vez le permita a ella continuar su misión de reconectar familias, como hizo con la suya a través de su documental Pastport: Cuba The Seach For Nicolita (Pasaporte: Cuba la búsqueda de Nicolita), que salió en 2011.

“Creo que va a haber más esperanza para todos en la isla que no tienen muchos recursos. Pienso que sí los puede ayudar a expandirse y generar ingresos y tener una vida digna de la cual se sientan orgullosos”, expresó Di Rocco a DIARIO LAS AMÉRICAS.

Fue en 2009 que la diseñadora de 34 años se aventuró a la isla para capturar el reencuentro de sus padres con sus raíces cubanas, así como su primer viaje al país que su imaginación recreaba desde joven.  Fue ese el año que el Presidente Obama levantó las restricciones para que los cubanoamericanos viajaran a la isla.

“Cada año intentaba recrear lo que yo creía que era Cuba, iba a la playa y trataba de sentirme vintage en un carro clásico, pero como no había ido, sentía que no podía representar lo que en verdad significa ser cubana,” expresó Di Rocco que nació y creció en California.

Su historia

Su proyecto que comenzó como un experimento familiar obtuvo una nominación al Emmy, aunque para la diseñadora valió mucho más: encontrarse a sí misma y ayudar a sus padres a reencontrar a parientes, jornada que los llevó hasta Irlanda. Fueron viejos retratos familiares los que paso a paso marcaron el itinerario del viaje.

Retrato familiar que ilustra un viaje a la playa Tarará en La Habana, Cuba. (CORTESÍA). 

“Lo más importante era encontrar a mi chica Nicolita”, agregó sobre su musa inspiradora, un diseño que creó de la silueta curvilínea de la mujer cubana.

Nicolita además es su apodo de niñez y la marca de trajes de baño que la diseñadora confecciona. 

Sin embargo, Di Rocco confesó que no siempre tuvo ese interés por sus raíces. Cuando era adolescente intentaba “encajar” en el modelo que otros chicos esperaban.

“Cuando era pequeña le prohibía a mi mamá que hablara en español delante de mis amigos porque cuando estás en la escuela cualquier cosa que te haga diferente te asusta porque no quieres desencajar”, expresó.

En ese entonces su familia solía vacacionar los veranos en Miami donde se reunían con parientes, y ese era su encuentro más cercano con sus raíces.

“Me sumergía en esa cultura cubana pero en cuanto volvíamos me daba pena [hablar español], porque había muchos estereotipos aquí en California sobre la gente que hablaba español”,

Su propósito

Según la diseñadora, que aprendió a coser a los 19 años en una maquina antigua que su abuela le regaló, su prioridad es sentirse útil.  Por eso si realizara otro filme, ilustraría una historia de reencuentro familiar.

Por su parte, después de su primer documental ha regresado tres veces a la isla para realizar sesiones fotográficas y espera poder compartir ideas con diseñadores cubanos y realizar intercambios culturales, si fuera posible.

“Tal vez ahora pueda ayudar de verdad a los diseñadores de la isla. Aunque tuve la oportunidad de conectar con algunos, pero es muy difícil intercambiar ideas sin sentir que te están vigilando y no sabes si le puede perjudicar a ellos que los vean con uno”, indicó Di Rocco que espera poder llevar su marca a Cuba. 

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