CARACAS.- EFE
La espera por el resultado de la revisión de las más de 1.8 millones de firmas entregadas el pasado 2 de mayo por la oposición se vio salpicada por las agresiones contra los diputados, nuevas protestas por alimentos en las calles de Caracas y movilizaciones del chavismo y la oposición
CARACAS.- EFE
La polarización hizo crecer la tensión en Venezuela después de que este jueves diputados opositores fueran agredidos por presuntos chavistas cuando exigían la aceleración del proceso para revocar al presidente, Nicolás Maduro, quien advirtió que no le temblará el pulso para encarcelar a los "provocadores".
La espera por el resultado de la revisión de las más de 1,8 millones de firmas entregadas el pasado 2 de mayo por la oposición al Consejo Nacional Electoral (CNE) se vio salpicada por las agresiones contra los diputados, nuevas protestas por alimentos en las calles de Caracas y movilizaciones del chavismo y la oposición.
La jornada se inició con una concentración de más de 60 diputados opositores frente a la sede del ente electoral, que fue interrumpida después de que fueran atacados a golpes y con objetos contundentes por presuntos grupos afectos al oficialismo.
El diputado Julio Borges, presidente de la bancada opositora en la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), sufrió una herida en el rostro, mientras que varios de sus colegas recibieron golpes.
La violencia se inició cuando los diputados y seguidores de la oposición intentaron pasar la barricada de la Policía y la Guardia Nacional (policía militarizada) que custodiaba el CNE.
Los militares desalojaron a la fuerza a los diputados que, tras quedar en la mitad de la calle, fueron agredidos por supuestos oficialistas que se abalanzaron contra el grupo opositor.
Borges aseguró a periodistas que se trasladaron al CNE para "exigir que se diera la fecha de la validación de las firmas" de los que apoyan el revocatorio, y criticó que ese poder ya lleva casi 40 días en un proceso "que tenía que tardar solo cinco".
Explicó que diez diputados tenían permiso para entrar al CNE, en cuyos alrededores están prohibidas las protestas a raíz de una sentencia emitida por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) en respuesta a un pedido de los trabajadores.
El legislador acusó al jefe de la Guardia Nacional (policía militarizada) encargado de la seguridad en la zona de empujarlos a la calle y lanzarlos "contra los colectivos", que, aseguró, tenían "tubos, cascos de motos" y fuegos artificiales que usaron en su contra.
El Ministerio Público informó que ya designó a un fiscal para investigar el caso de la agresión a Borges.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, calificó de "muy grave" la agresión a los diputados, al tiempo que lamentó que la Guardia Nacional los haya desalojado y entregado "en manos de esos grupos violentos que estaban allí".
Estas declaraciones fueron duramente criticadas más tarde por Maduro, que le exigió a Ramos Allup que se disculpe por las que consideró "expresiones racistas, violentas, antipopulares".
El jefe de Estado condenó la violencia "en todas sus formas" y la que "hubo hoy en el centro de Caracas", que atribuyó a "la provocación de la derecha".
"No podemos caer en las provocaciones de la derecha opositora, violenta, que quiere llevar una escalada y una espiral de violencia callejera. Venezuela ha estado en paz y Venezuela va a seguir en paz", subrayó.
En ese contexto, advirtió que "nadie se equivoque" ya que "hay suficiente cupo en las cárceles para todos los provocadores de derecha".
"Y no me va a temblar el pulso para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República y ponerle los ganchos a los provocadores llámese como se llame", subrayó durante un discurso ante decenas de seguidores que recorrieron varias calles de Caracas hasta el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo, para apoyar su gestión.
Otros conatos de violencia se registraron el jueves en zonas populares del este de Caracas, donde decenas de habitantes protagonizaron saqueos a camiones cargados de víveres, intentos de saqueos y protestas por la escasez de alimentos.
En Petare, una barriada que ha sido calificada como la favela más grande de América Latina, grupos de vecinos de la zona llamada Palo Verde tomaron por asalto un camión cargado de carne de vacuno y de pollo, mientras que a pocos kilómetros de allí se produjeron intentos de saqueo.
Además la Policía Nacional dispersó con gases lacrimógenos a universitarios que marchaban hacia el CNE para exigir el revocatorio, que la oposición considera una salida a la crisis que vive Venezuela, agobiada por la caída de los precios del petróleo, la escasez de alimentos y medicinas, una inflación galopante y la caída del producto interno bruto (PIB).
LEA TAMBIÉN: