La corneta del Ejército Mambí resuena nuevamente y los anhelos de libertad del pueblo cubano van en incremento a partir de las grandes manifestaciones pacíficas del 11 de julio de 2021 (11J), donde el Grito de Libertad hizo presencia en todo el país y continuó durante esos más de dos años para exacerbarse en las nuevas protestas (17M) con los mismos objetivos libertarios de Cuba.
El pueblo cubano salió a las calles de varias ciudades y pueblos (17/03/2024), con magnánimo heroísmo y no se doblegó frente a la sedienta máquina de matar del terror de estado del régimen castrocomunista (1959). Y rompió las viejas ataduras del adoctrinamiento intelectual, académico y educacional; también de aquellos procesos psiquiátricos o psicológicos, de la utilización de la medicina como instrumento de torturas y entre ellos, el Trastorno de indefensión aprendida y el Síndrome de Estocolmo.
Cuba está dominada por una sociedad de miedo, sin ONGs ni sociedad civil, mucho menos partidos políticos y medios de prensa independiente (periódicos, revistas, radios, televisoras y redes de Internet). Sin embargo, el ideario de liberación y patriótico fue expuesto en las manifestaciones pacíficas de Santiago, Bayamo, El Cobre, Matanzas (Mtz), Santa Marta (Cárdenas), Limonar (Mtz), Los Mangos (Mtz), San Andrés (Holguín), Artemisa, Camagüey, Guantánamo, Pinar del Río y Cienfuegos.
“Sin comida y sin corriente el pueblo está caliente” y “libertad” dijeron los manifestantes. Por eso, no deje que la ansiedad y tristeza de ver a tu hijo bebé o niño o abuelitos con gritos y llantos de desesperación por el hambre te haga caer en la depresión y el suicidio. Preferible las protestas contra esas injusticias de falta de comida y electricidad, que hace corromper los alimentos guardados con celo en el refrigerador y comprados a tan altos precios por la inflación creciente junto a la decadencia y el fracaso del régimen castrocomunista.
Asimismo, los manifestantes expusieron en las calles “Abajo Díaz-Canel” y “El pueblo unido jamás será vencido”, esta última consigna usada muy frecuente por la dictadura comunista, por la concurrencia de las duras dificultades del Segundo Período Especial en el país, se movilizó el pueblo contra el régimen de un Estado policial.
La vox populi cubana transmutó otras de las consignas tiránicas sobre la erización, cuando alguien dijo que se erizaba por la presencia del designado gobernante Miguel Díaz-Canel.
Posiblemente un fanático comunista, quizás un desequilibrado mental con alguno de los síndromes psiquiátricos descritos anteriormente. Sabes quién sonreiría ante un déspota asesino violador de los derechos humanos, la risa sardónica pero realmente es la sonrisa del esclavo. Esta alegría en exceso es la horripilación cutánea de la piel de gallina.
Las personas indignadas del pueblo durante las protestas tuvieron una piloerección, según el concepto médico, se le erizaba la piel al estilo del erizo de mar o erizo mamífero (no el puercoespín). El erizo mamífero no es de la fauna nativa y el marino se puede encontrar en cualesquiera de las costas cubanas. Los dos erizos son inofensivos y pequeños, pero al intruso depredador lo hace huir al dejarles sus poderosas púas en el cuerpo.
¡Injusticias! ¿Quién podrá sostenerse en silencio ante tantas injusticias? Los cobardes, los cómplices, los fanáticos, los corruptos. Todos están arropados en la inmoralidad de la parsimonia de un sistema opresor que protegen con fidelidad a su sociedad del miedo.
“Ay, que me erizo”, “ay, que me erizo”, sonaban los tambores y los cantos poéticos de dolor en las calles. “Ay, que me erizo”, excelente metáfora de libertad en denuncia de las graves injusticias en nuestra tierra. Ninguno de ellos quiere sufrir la hambruna que llevó a suicidarse a esas madres cubanas, uno de los casos por suicidio colectivo familiar. “Ay, que me erizo”, mejor esta manifestación de vida y libertad a sentirse a gusto con la cobardía cómplice de los sustentadores del régimen castrocomunista de Cuba.
La conga libertaria contra el hambre y los apagones tendrá que continuar hasta conseguir una vida digna. Maravillosos tambores y cánticos contra la injusticia, que nos sacarán de la miseria y nos llevarán a la liberación; pues que siga la conga o la rumba, como si lo hacen en el legado musical chopiniano (polonesas o nocturnos) o beethoveniano, la Novena sinfonía (con su Oda a la Alegría) o la Sinfonía del Destino. Lo cierto es que “Esto no hay quien lo arregle, pero sí quien lo tumbe”, el pueblo cubano.
La hambruna cubana por la escasez de comida y apagones eléctricos está asociada a la falta de libertad y no sólo de pan vive el hombre. Con esas púas de liberación edificaremos una sociedad libre; donde los emprendedores o simples trabajadores participen en la creación y el disfrute de muchos bienes. No habrá más hambre ni apagones en una Cuba libre; ya que seguiremos la enseñanza de nuestro apóstol José Martí: “Sólo la libertad trae consigo la paz y la riqueza”.