jueves 30  de  enero 2025
OPINIÓN

Microcirugía ética: extirpando el ADN corrupto de la clase parasitaria

El verdadero cambio comienza desde las bases: pequeños esfuerzos colectivos que recuperan el sentido de comunidad y exigen una participación activa y transparente

Este ADN simbólico no es otra cosa que un conjunto de prácticas normalizadas, protegidas por la impunidad y la manipulación social, que han permitido a esta casta parasitaria saquear recursos, perpetuar la miseria y destruir el tejido social.

Por PhD Roberto Ramírez Basterrechea. Doctor en Economía Política, experto en Gestión Pública Digital

El problema no es solo la existencia de los corruptos, sino el sistema que los protege y alimenta su perpetuación. En Venezuela, una clase parasitaria ha tejido una red de corrupción tan profunda que demanda una acción quirúrgica: una microcirugía ética para extirpar el ADN corrupto que ha paralizado al país.

No estamos hablando de un problema reciente, sino de un cáncer estructural que, si no se aborda con precisión, seguirá mutando y devorando las esperanzas de una sociedad agotada.

El ADN de la corrupción cómo funciona:

El ADN de esta clase parasitaria está compuesto por tres genes clave:

  1. Saqueo Sistemático: Recursos destinados al bienestar común desaparecen en cuentas opacas y proyectos fantasmas.
  2. Manipulación Colectiva: Usan el miedo y la polarización para dividir y controlar a la sociedad.
  3. Impunidad Crónica: Redes de complicidad que protegen a los corruptos de cualquier rendición de cuentas.

La microcirugía ética: una intervención necesaria

Para extirpar este ADN corrupto, necesitamos:

  1. Transparencia Radical: Auditorías que expongan el saqueo de la clase parasitaria.
  2. Educación Ética: Formar generaciones con pensamiento crítico y valores sólidos.
  3. Participación Activa: Ciudadanía que denuncie y exija justicia.
  4. Justicia Ejemplar: Desenmascarar y castigar a los responsables.
  5. Examen Ético de los Candidatos: Denunciar con datos reales a quienes buscan cargos públicos y representan un riesgo para las instituciones (#claseparasitaría).

El futuro que merecemos

La microcirugía ética no es un proceso fácil ni rápido, pero es absolutamente necesario. Extirpar el ADN corrupto de la clase parasitaria no solo significa eliminar a los actores responsables, sino también reconstruir un sistema donde la transparencia, la justicia y el bienestar común sean los pilares fundamentales.

El verdadero cambio comienza desde las bases:_ pequeños esfuerzos colectivos que recuperan el sentido de comunidad y exigen una participación activa y transparente. Estas acciones individuales y locales son el bisturí que puede desmontar las estructuras de corrupción y devolver el poder a quienes realmente lo merecen: los ciudadanos.

La sociedad venezolana ha demostrado una resiliencia extraordinaria frente a la adversidad. Ahora, más que nunca, necesita un liderazgo transformador que actúe como el cirujano ético, guiando a la nación hacia una recuperación moral y estructural.

Extirpar el ADN corrupto no es solo un acto de supervivencia; es un acto de dignidad.

*PhD Roberto Ramírez Basterrechea*

Doctor en Economía Política, con amplia experiencia internacional en Smart City, Smart Government y Participación Digital Ciudadana. Profesor universitario, consultor senior y líder en iniciativas de desarrollo sostenible, transformación digital y planificación estratégica.

FUENTE: PhD Roberto Ramírez Basterrechea

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