Este país mío, este país de millones de seres desesperados tras 18 años de infamia comunista donde por mucho tiempo se logró engañar a los más necesitados con el cuento de la sensibilidad social de unos malandros que nos han probado suficientemente que esa cacareada "Sensibilidad" no es otra cosa que manipulación y mentiras para encubrir que lo que realmente los mueve es la ambición integral, tanto la de riquezas como la de poder político, una alimentando a la otra y ambas convirtiendo al ciudadano en siervo, en mendicante y en eunuco incapaz de liberarse de los que a través del irrespeto y el engaño impiden el más elemental derecho humano que no es otro que ser realmente libre.
Venezuela con la tragedia ya añosa muestra al mundo imágenes dantescas del resultado de haber permitido que unos delincuentes hayan llegado al Poder y desde él desmantelaran una democracia de más de 40 años que si es cierto que no fue perfecta, sí que logró desarrollo en muchas áreas vitales, pluralidad política y sobre todo una movilidad social que aunque no tocó a toda una población, permitió a miles estudiar en universidades reconocidas y como fue el caso del Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, formar un importante grupo profesional especializado en centros de estudio del primer mundo que impulsaron nuestra industria petrolera, ferrominera, nuestra Salud Pública, ingeniería, arquitectura y también la cultura como valor fundamental de toda sociedad. Permitió viviendas a muchos, vehículos, posibilidad laboral...
Hoy aquellas imágenes de desarrollo y crecimiento una caterva de resentidos comunistas con sus actos delincuenciales no las cambiaron por las largas colas del hambre, la desesperada búsqueda de medicamentos. Aquellas imágenes de un país en vías de desarrollo se cambiaron por las de seres descuartizando perros para poder comer, o neonatos muriendo a decenas cada semana en hospitales destartalados.
Y ese paneo refleja la terrible cosecha que recogemos de la siembra del discurso falso de una izquierda canalla que demostró en Venezuela y Cuba con total horror, pero también en Argentina, Uruguay, Ecuador, Bolivia, Brasil, Nicaragua, Colombia y otros países de una Latinoamérica envenenada por el letal discurso castrocomunista la necesidad de alarmarnos seriamente e impedir así que esto continúe sucediendo. Impedir -en el caso de Venezuela que es el que mejor conozco por ser mi país- que hay que plantearnos muy firmemente que la realidad debe aterrar. Que la realidad es que ese demoníaco comunismo se ha encargado hasta de construirnos la oposición al castrochavismo, y así tenemos hoy que como adalides disidentes nos encontramos con una cuerda de izquierdosos resentidos y amorales que se enorgullecen de ser hijos de comunistas y comunistas ellos mismos aunque militen como parte del plan, en partidos aparentemente democráticos y agrupaciones que se nos venden como las que nos sacarán de este espanto que vivimos...
Así, hoy pareciera que nos adormecieron y no reaccionamos cuando repetidas veces muchos de esos que integran la oposición, compiten con los mismos castrochavistas en su origen ñangara y algo peor, comparten el mismo complejo social, el mismo resentimiento y la misma pretensión de comunizar Venezuela. Por eso, si alguien coloca en su currículum "Nací en Altamira y mis padres son empresarios" evidentemente será satanizado. ¿Hasta cuándo este odio social y esta manipulación? ¡Eso si es discriminar y acorralarnos!
Terrible realidad que constato buscando entre asambleístas que aún nos tienen esperando lo que ofrecieron cuando pidieron el voto y se lo dimos e integran una Asamblea que pasiva y conformista nada hace para aplicar recursos constitucionales como lo son los artículos 333 y 350 de la constitución de 1999, pero nos restriegan que son hijos de comunistas, de asaltantes o secuestradores, que lo dicen orgullosos, a voz en cuello, que pretenden acorralar a los venezolanos hijos de empresarios, de profesionales exitosos, de comerciantes honestos, venezolanos que hemos crecido en urbanizaciones y no en barriadas y nos formamos en colegios privados de reconocida calidad educativa y hoy nos sataniza esa caterva de "opositores rojos" que en su interior se unen al inaceptable slogan chavistamadurista y comunista en general que asegura que jamás seremos gobierno nuevamente, cosa que llego a ver como explicación de que estén dejando las curules para sumarse como candidatos a unas elecciones regionales con tantas razones para la desconfianza y la crítica.
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