martes 26  de  marzo 2024
VISITA PAPAL

“Papa Francisco: soy Patty”

Seis personas de Miami llamaron al programa para expresar su opinión sobre el encuentro del Pontífice con Fidel; cinco estuvieron en contra y uno solo a favor. Pude sentir su dolor a través del teléfono, ellos creyeron que Francisco les había abofeteado la cara

MIAMI.-PATRICIA VILA*
Especial

Como mujer cubano americana que pertenece a la Generación X (nacida entre 1966 y 1976), ha sido fascinante ver y escuchar los comentarios del papa Francisco durante su visita a Cuba.

El lunes en la mañana me encontraba en vivo en el programa de televisión con María Elena Alpizar, vicepresidente de las Damas de Blanco. A pesar de que ella y yo no estábamos de acuerdo en algunos puntos, nos unía nuestro deseo de que se respeten los derechos humanos y exista libertad de expresión.

Seis personas de Miami llamaron al programa para expresar su opinión sobre el encuentro del Pontífice con Fidel; cinco estuvieron en contra y uno solo a favor. Pude sentir su dolor a través del teléfono, ellos creyeron que Francisco les había abofeteado la cara.

La frase "todavía divididos" vino a mi mente. La división entre la Pequeña Habana y Cuba continúa Cuba mientras en el Congreso los republicanos esperan que el papa guarde sus opiniones liberales para Roma.

Los dos intercambiaron libros, hablaron sobre el cambio climático y los desafíos que enfrenta el mundo. Mientras vivía en Cuba, el equipo de CNN en La Habana acompañaba a Fidel a donde quiera. Lucia, Rudy y yo llegamos a conocerlo bien.

Nunca nadie sabe lo que se discute a puertas cerradas. ¿Quienes somos nosotros para juzgar? Luego de tener la experiencia de trabajar en CNN, NBC News, Oprah y la oportunidad de sentarme en reuniones de alto nivel confidencial, les aseguro que lo que se dice en público no se acerca a  lo que se tocó en las conversaciones privadas.

El papa tal vez trajo la cuestión de los derechos humanos. Mis fuentes en Washington y La Habana me aseguraron que este tema estuvo en la discusión. Todo depende de la perspectiva de cómo se analiza la situación actual. Para mí, el hecho de que éste es el tercer papa que va a Cuba en menos de veinte años es una bendición y una luz para el pueblo cubano.

Tenía lágrimas en mis ojos cuando el papa Francisco le habló desde lo más profundo de su corazón a la Generación del Milenio (nacidos entre 1980-2000). El mensaje fue claro. "No te rindas en tus sueños. Mantener viva la esperanza! Siempre ser capaz de crear amistades".

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Similares palabras compartí con un joven de 21 años cubano de La Habana que es sobrino de un amigo mío. Tuve la oportunidad de reunirme con él mientras visité Cuba hace aproximadamente dos meses. Con una mirada desesperada en el rostro, me dijo, quería salir de allí. “No quiero vivir más aquí. Quiero mudarme a los Estados  Unidos y construir un futuro".  

Le ofrecí palabras positivas y le insté a estudiar, a aprender a inglés y todo cuanto pudiera en su oficio. Le aseguré que este era el comienzo de una transición positiva  para Cuba y que por favor fuera paciente. Obviamente, yo estaba preocupada al igual que su familia para que el joven no emigrara ilegalmente.

La generación de mis padres: los Baby Boomers (nacidos entre 1946-1964). El mejor regalo que me dieron mis padres fue cuando me visitaron en Cuba. Papá dijo que era las mejores vacaciones de su vida. Se puso en contacto con sus raíces, vio a su familia y pasó tiempo conmigo. Mirando hacia atrás, me di cuenta de que fue uno de los mejores momentos que he tenido con él. Falleció en diciembre de 2014 mientras esperaba por un trasplante de hígado. Su viaje representó reconciliación. Para mi madre, se trató de una historia diferente. Fue uno de cierre. Mamá salió cuando tenía 13 años y nunca volvió a ver a su padre.

Quisiera expresar mis más profundos sentimientos a todos aquellos que, después de medio siglo, cerraron su embargo emocional para reconectarse con su familia, su infancia, un amante perdido y su país. El Papa Francisco utilizó su tercera y última misa en la isla para pedir una "revolución de la ternura" y la renovación de la fe. Sé que no será fácil para algunos, pero le pido a todos tratar de hacerlo para el pueblo cubano; nuestra familia cubana vive a 90 millas de distancia.

*Miembro de la Generación X

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