VERÓNICA EGUI
@VeroEgu
La candidatura de Trump ha estado llena de escándalos por sus inoportunos comentarios llenos de arengas populistas, lo que ha llevado a los republicanos a plantearse el debate sobre una figura alternativa de cara a las presidenciales
VERÓNICA EGUI
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El fenómeno del anti establishment es global, una muestra de ello fue la sorpresiva votación de Reino Unido que obtuvo de una “mayoría silenciosa” la oportunidad de salirse de la Unión Europea, y en este sentido se encuentra también Estados Unidos, en pleno ciclo electoral por la presidencia, en donde un grupo poblacional “indeterminado” que supera los 25.330.771 de personas votó en conjunto por Donald Trump -13.300.472- y Bernie Sanders -12.029.699- durante su precampaña por la nominación de cada partido rechazando el establishment político, y buscando alternativas. Alrededor de ese descontento girará el Quicken Loans Arena, sede de la Convención Republicana entre el 18 y el 21 de julio ubicado en Cleveland.
En ese sentido, vemos cómo este proceso electoral ha sido uno de los más imprevistos e inusuales en la historia reciente del país. Muchos estadounidenses sienten que no tienen beneficios monetarios en los años recientes. Esta población representa sustancialmente un número que nadie está seguro de la cifra, en la que no es tan simple como dividirlos en raza o etnia: “La mayoría silenciosa votó por el Brexit en Reino Unido, y una decisión similar podría ocurrir en EEUU, esa es la razón por la que nadie realmente sabe lo que puede ocurrir. Si Trump luce como presidenciable durante la convención, solo incrementará sus opciones de ganar la elección”, advierte Dennis Anderson, profesor de Gestión de la Información del St. Francis College de Nueva York.
Es poco probable que ocurra una sorpresa en la convención que cambie el Comité de Reglas de la Convención, aunque muchos grandes líderes del partido como los expresidentes George H. Bush, George W. Bush, y el excandidato presidencial Mitt Romney, no asistirán. Lo esperado es que ocurran protestas en las afueras del escenario del evento sin mucha influencia en el mismo.
Pero la noticia más importante para los republicanos esta semana ha sido la designación de Mike Pence, gobernador de Indiana, como compañero de fórmula de Trump, una figura muy diferente al magnate. Pence es una figura muy conocida y apreciada en los círculos republicanos, quien ha estado en la palestra pública desde el 2000, la mayor parte en el Congreso con seis términos, en el que se ocupaba principalmente de asuntos de política exterior y tecnología.
Adicionalmente, Pence es un devoto cristiano evangélico que habla regularmente sobre su fe, atractivo que podría ayudar a Trump con este grupo demográfico que es cauteloso con dicho candidato. Aunque es importante recordar que las elecciones nacionales no se ganan por cantidad de votos sino por colegios electorales.
Se espera que el evento, no vaya a ser la típica convención netamente política pues entre los oradores hay deportistas como Natalie Gulbis,golfista profesional; Tim Tebow, jugador de fútbol americano; Dana White, actual presidente de la UFC, y actores de la talla de Kimberlin Brown y Antonio Sabato Jr.
Entre los oradores políticos están varios republicanos criticos a Trump entre ellos Ted Cruz, exprecandidato y líder del Tea Party; Mitch McConnell, senador y líder de la mayoría en la Cámara Baja; Joni Ernst, senadora; Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y Scott Walker, gobernador de Wisconsin.
Los cuatro días que dura la convención estarán divididos por temas: seguridad nacional, migración y economía. Pero un importante elemento será la participación de la familia de Trump, todos sus hijos y su esposa Melania en el evento.
Recordando que uno de los momentos que más humanizaron a Mitt Romney cuando fue proclamado candidato republicano en 2012, fue cuando su familia habló durante la convención. Parece que la misma estrategia buscaría el equipo de Trump.
Pero vale recordar que la candidatura de Trump ha estado llena de escándalos por sus inoportunos y explosivos comentarios llenos de arengas populistas lo que ha llevado a los republicanos a plantearse el debate sobre una figura alternativa de cara a las presidenciales.
¿Pueden los republicanos nominar a otro candidato?
La única condición para ser elegido candidato presidencial del partido Republicano es contar con 1.237 delegados -elegidos en las primarias y caucus que en las mayorías de los casos ayudan a definir los candidatos a elegir durante la convención - poco más de la mitad de ellos asistirán a Cleveland.
De los 2.472 delegados existentes, Trump superó los 1.237 necesarios al recibir el apoyo de 1.543, mientras que sus contendores lograron 885 en total: Ted Cruz obtuvo 559, Marco Rubio 165 y John Kasich 161, según Real Clear Politics. Pero técnicamente los delegados eligen a su candidato durante el Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés).
Pero un grupo anti-Trump está presionando para que se considere abrir una "cláusula de conciencia" que le permitiría a los delegados abandonar a Trump en su nominación, independientemente de las normas o leyes obligatorias en todos sus estados o territorios al respecto.
Algunos republicanos prominentes como el líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan y el gobernador de Ohio y exprecandidato, John Kasich, han hablado sobre la votación de conciencia.
Con el voto de la mayoría del panel de 112 miembros del RNC se tomaría en consideración la cláusula de conciencia. Sin embargo, sólo una cuarta parte del panel - 28 miembros- sería necesaria para emitir un "informe de minoría" en la que cada delegado tenga libertad de emitir su voto en la convención.
Si eso ocurriese, 1.237 delegados tendrían que ratificar cualquier cambio. El diario The Wall Street Journal informó el miércoles pasado que tienen en efecto los 28 votos a su alcance y que Trump tiene una considerable oposición entre los delegados. Pero muchos de ellos parecen reticentes a ir contra la voluntad de los votantes (13.300.472) en las primarias.
Ante ese teórico escenario Yue Oregon, miembro del RNC, advirtió que propondría bloquear cualquier nueva norma entre en vigor hasta después de la convención.
“Ganar en la convención aportaría legitimidad a su designación y ayudaría a unificar el partido pese a las críticas”, estimaba The Wall Street Journal. Según la misma fuente si Donald Trump no logra obtener una mayoría de delegados en la convención, “sin duda perderá en noviembre”, advierte.
Si se considerara otro candidato, ya los medios adverten que pudiera ser Ted Cruz, quien tiene influencia en los delegados, capacidad de liderazgo entre los más religiosos y junto al gobernador Walker, podrían ser competitivos en estados que ya se dan como perdidos: Ohio, Pennsylvania, Florida y Carolina del Norte, y darle la victoria en Arizona, Missouri, y Georgia.
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