CARACAS.- PEDRO PABLO PEÑALOZA
@pppenaloza
Mientras Venezuela presidirá el Consejo de Seguridad de la ONU, hay que preguntar qué puede ofrecer un país cuando fronteras adentro se asesinaron a más de 17 mil personas en 2015
CARACAS.- PEDRO PABLO PEÑALOZA
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¿Propondrá dividir al mundo en “cuadrantes” de seguridad? ¿Planteará aplicar un “patrullaje inteligente” en las zonas de conflicto alrededor del planeta? ¿Desplegará la Misión A Toda Vida por el globo terráqueo? A falta de mayores precisiones, el presidente Nicolás Maduro celebró en octubre de 2014 el ingreso de la República Bolivariana al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas declarando que desde espacio buscaría “grandes cambios a favor de la humanidad”.
Aunque el Gobierno calificó como “histórico” el ingreso del país a este órgano principal de la ONU, se trata de la quinta ocasión en que Venezuela ocupa una silla como miembro no permanente de esta instancia, que tiene como principal objetivo “mantener la paz y seguridad internacionales”.
Desde el lunes –y también por quinta vez en su historia- la representación venezolana, encabezada por el embajador Rafael Ramírez, ocupará la presidencia rotativa del órgano. “El Consejo de Seguridad tiene que ser garante de respeto a la soberanía, a la no injerencia en los asuntos internos de los países y a la integridad territorial”, señaló Ramírez, quien según medios internacionales está siendo investigado en el exterior por presuntos hechos de corrupción durante su gestión al frente de Petróleos de Venezuela.
El Consejo de Seguridad está compuesto por cinco miembros permanentes con derecho a veto (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) y otros diez no permanentes. En la actualidad, esa decena de escaños es ocupada por Chad, Chile, Jordania, Lituania, Nigeria, Venezuela, España, Angola, Nueva Zelanda y Malasia.
Ahora, ¿qué tan violentos o inseguros son los países que se encargarán de preservar la paz del orbe? La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) incluye en su estudio mundial sobre el homicidio 2013 el registro de la tasa de homicidios y el número de delitos de este tipo que se han cometido en todos los países hasta 2012.
“El homicidio constituye uno de los indicadores más completos, comparables y precisos para medir la violencia”, señala la UNODC en su informe, donde subraya que “el homicidio doloso (junto con otros delitos violentos) es una amenaza para la población en cuanto a que su impacto va más allá de la pérdida de vidas humanas y puede generar un entorno de miedo e incertidumbre”.
Al contrastar las estadísticas de los 15 países que integran actualmente el Consejo de Seguridad, se observa que Venezuela es el que presenta la mayor tasa de homicidios. A continuación, las cifras registradas por Naciones Unidas hasta 2012:
- Venezuela: 53,6 homicidios por cada 100 mil habitantes.
- Chad: 9,4.
- Chile: 3,1.
- Jordania: 2,4.
- Lituania: 6,8.
- Nigeria: 10,3.
- España: 0,6.
- Angola: 10,8.
- Nueva Zelanda: 0,9.
- Malasia: 1,9 (disponible 2010).
- Estados Unidos: 4,7.
- China: 0,8.
- Rusia: 9,2.
- Reino Unido: 1.
- Francia: 1,2.
La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, informó este martes 2 de febrero ante la Asamblea Nacional que en 2015 se registraron 17.778 asesinatos en el país, para alcanzar una tasa de 58,1 por cada 100 mil habitantes. Aunque esa cifra es espeluznante, está muy por debajo del dato que maneja la ONG Observatorio Venezolano de Violencia, que contabilizó 27.875 muertes violentas en 2015, 90 por cada 100 mil habitantes.
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