viernes 10  de  enero 2025
COMEDIA

VIDEO: Carlos Otero y Boncó Quiñongo son “Blanco y Negro” en las noches de "TN3"

Este espacio humorístico, que transmite el programa TN3, narra las divertidas situaciones que Boncó y Carlos afrontan como amigos

Los cubanos Carlos Otero y Boncó Quiñongo plasman su entrañable amistad en la comedia Blanco y Negro, un espacio humorista que AméricaTeVé transmite como parte del programa TN3, que ambos conducen junto a Nadia Rowinsky de lunes a viernes, a las 9 p.m. 

La comedia de enredo muestra la divertida amistad que comparten el animador y el humorista. La historia, contada en cortos segmentos de alrededor de siete minutos y transmitida de lunes a jueves, deja a los televidentes a la expectativa del próximo episodio en el que continúan los dilemas que viven los protagonistas.

Guiada por un hilo conductor, la parodia prueba la amistad que une a este dúo a través de situaciones difíciles, como la escena cuando el personaje de Otero se golpea la cabeza y es hospitalizado, y luego, para salir del apuro, convence a los médicos que el enfermo es Boncó.

Refiriéndose a las maldades y bromas que a lo largo de 20 años se han jugado de ambas partes, desde que trabajaron juntos en el programa Sabadazo en Cuba y luego en Miami, Otero afirmó que el show pudiera reflejar más la amistad que comparten pero “hay cosas que no se pueden decir en televisión”. 

El conductor, que lleva más de tres décadas desempeñándose ante las cámaras, contó que le gusta asustar a su compañero de escena que siente pavor de la oscuridad.

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“Yo me paso la vida asustándolo y tratando de encontrar un momento de la grabación para apagar las luces del estudio. Boncó no resiste la oscuridad. Entonces esas reacciones que él hace son muy graciosas, porque además el negro tiene un vis cómica muy grande”, expresó entre risas el popular presentador a DIARIO LAS AMÉRICAS

El mensaje 

Más allá de ilustrar que la raza no importa a la hora de escoger amigos, Blanco y Negro pretende reflexionar sobre a la sociedad de hoy, que según Otero, no valora la amistad como antes. 

“Yo pienso que hoy en día la amistad está como en veda. Así lo veo yo. He tenido muchos amigos y después me he dado cuenta que [sólo] han sido conocidos, gente que pasó por la vida de uno por algún motivo y después se quedó atrás”, resaltó.

Pero este no ha sido el caso de Otero y Quiñongo, pues el binomio humorista se ha mantenido inseparable y fiel a lo que ilustran en la pantalla chica: el significado y valor de un verdadero amigo. 

“El objetivo principal es ese, saber que hay siempre un amigo a pesar de las cosas, agradables o no, que puedan suceder”, añadió.

Por otro lado, Quiñongo ha dedicado su vida a hacer reír a los demás desde su época de estudiante, cuando imitaba a los maestros y su mamá en casa, o cuando aprendía chistes para después contarlos a sus amigos.

Para esta figura de la comedia, Blanco y Negro agrega un “poquito de fantasía a la realidad cotidiana”. 

Sin embargo, un buen comediante, como lo describe Quiñongo, debe separar la realidad de lo que pretende mostrar 

“El humorista tiene que tener ganas de que cualquier cosa que haga, ya sea respirar, levantar la mano, llegar o irse de un lugar, resulte agradable a la gente”, expresó el cómico.  

Boncó aseguró que él también molesta y se burla de su amigo Carlos. “Él me conoce prácticamente desde niño, sabe mis cosas y cuando dicen acción, se mantiene la misma química, así somos, él haciéndome maldades y yo también a él. En la vida real él me da más cuero, como hablamos los cubanos. Es más muchacho que yo”, concluyó entre risas.

Por otra parte, Otero ha sido considerado como una de las personalidades más relevantes de la televisión cubana por su éxito en Sabadazo, entre otros programas, incluso muchos en la isla y en Miami lo llaman el Don Francisco cubano. 

Aunque el presentador y actor,  que emigró a EEUU en 2007, no trabajaría en Cuba hoy pero sí alberga el sueño de un día reencontrarse con el público que lo vio surgir como artista. 

“Tengo una deuda con ese público que me hizo y me aplaudió durante 30 años. Me gustaría un día pararme allá en un escenario y ver la reacción de la gente. Eso sí lo disfrutaría muchísimo”, expresó el comediante.  

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