domingo 24  de  marzo 2024
PREVISIÓN

Un asistente ideal: el "botón rojo" para la tercera edad

Según la situación que se presente, se activa un protocolo que incluye a los familiares, a los servicios de emergencia o la visita de un médico de urgencia

SABINE MEUTER. - DPA 

Un resbalón en la bañera o un traspié en la sala de estar pueden ser fatales para las personas mayores que viven solas. A veces volver a ponerse de pie tras una caída no es fácil si uno no tiene ayuda, y al no poderse reincorporar, ¿cómo llegar al teléfono para pedir asistencia? 

En varios países existen recursos para evitar lo que podría ser una verdadera pesadilla. En Alemania, por ejemplo, se han implementado sistemas de llamadas de emergencia basados en un principio muy sencillo: las personas mayores que lo deseen pueden llevar siempre consigo un botón rojo en una especie de collar, en el cuello, o en la muñeca a modo de reloj. Presionando ese botón, se activa una llamada a la central de emergencias, con la que el afectado podrá hablar por altavoz. 

Existen distintos modelos: algunos operan a través de la línea telefónica y otros por Internet.

Al presionar el botón, su pedido de ayuda ingresa en la central, que está activa las 24 horas del día. Allí ya tienen todos los datos de las personas que asisten, tanto el domicilio como el estado de salud, las enfermedades padecidas, el contacto de sus familiares más cercanos y los planes de ayuda previamente pautados. Según la situación que se presente, se activa un protocolo que incluye a los familiares, a los servicios de emergencia o la visita de un médico de urgencia.

En Alemania estos sistemas se ofrecen tanto en el sector privado como también en organizaciones como la Cruz Roja.

Los especialistas recomiendan contratar a un operador grande, ya que suelen contar con más personal y por tanto funcionar más rápidamente una vez que se requiere asistencia.

De todos modos, siempre se aconseja estudiar qué ofrece cada servicio y comparar las prestaciones. Algunas compañías ofrecen, además de la tarifa básica, que incluye la programación y puesta en funcionamiento de los equipos, una tarifa adicional, a través de la cual se pueden contratar servicios como la retención de una copia de las llaves o llamadas regulares de control.

A la hora de firmar el contrato, es importante que quede asentado que la empresa reparará o reemplazará el equipo de inmediato en caso de que presente fallas y que esa reparación no tendrá costo alguno para el usuario.

En caso de muerte, los firmantes deben tener la posibilidad de rescindir ipso facto el contrato. Por lo general, si se rescinde la contratación, sea por este u otros motivos, los firmantes cuentan con diez días para devolver el aparato.

Una vez que todas las formalidades fueron debidamente aclaradas, no hay nada que esperar. La "centralita" del sistema debería estar instalada en algún sitio de la vivienda que tenga buena recepción desde cualquier ambiente de la casa, eventualmente incluso desde el jardín.

También es útil probar los equipos en el momento para asegurarse de que el volumen sea el adecuado y que el interlocutor de la central de emergencias reciba bien la señal. Esta prueba inicial es fundamental, ya que le demuestra al usuario cómo funcionará el servicio.

Una vez instalado, lo primordial es, por supuesto, que el usuario lleve siempre el botón consigo. Por lo general son dispositivos resistentes al agua, lo que permite que sean incorporados a todos los pasos cotidianos, inclusive el aseo.

Este tipo de sistemas les da cierta seguridad a las personas mayores que viven solas, y además ayudan a que sus familiares sientan algo de tranquilidad al saber que, en caso de emergencia, serán alertados y su ser querido será asistido por personal especializado.

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