lunes 25  de  marzo 2024
POLÉMICA

Las muertes de Hugo Chávez a dos años de su desaparición

CARACAS.- Al mejor estilo narrativo de las “leyendas urbanas”, la desaparición física de Chávez genera un tramado de sospechas, mitos y hasta acusaciones incendiarias como las recientemente realizadas por el capitán de corbeta Leamsy Salazar, exjefe de seguridad del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello

CARACAS.- ELIANA PANTOJA/ DLA
Especial

¿Dónde murió? ¿Cuándo? ¿Su cuerpo realmente estuvo dentro del féretro? ¿La cúpula chavista aprovechó su muerte para gobernar ilegítimamente por meses? Esas son algunas de las muchas preguntas que se mantienen en el aire después que el entonces vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro anunciara el cinco de marzo de 2013 a las 4:25 pm (hora de Caracas) el fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez.

Al mejor estilo narrativo de las “leyendas urbanas”, la desaparición física de Chávez genera un tramado de sospechas, mitos y hasta acusaciones incendiarias como las recientemente realizadas por el capitán de corbeta Leamsy Salazar, exjefe de seguridad del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

A principios de este año, Salazar reveló que el coronel golpista murió el 30 de diciembre de 2012 en Cuba, y no el 5 de marzo de 2013 en Venezuela, como anunció el Gobierno.

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Tales declaraciones permitieron a DIARIO LAS AMÉRICAS desarrollar un trabajo especial en el que asegurábamos que Chávez era el “difunto que firmaba decretos”. La investigación y el análisis periodístico indignaron a Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas, y a Cabello. El primero tildó de “basura” nuestra publicación y afirmó que libraba una "guerra psicológica". El segundo aseguró que tales afirmaciones eran hechas por “la traición” a Venezuela.

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El primer acto

Las declaraciones de Salazar  fueron para muchos la reconfirmación de viejas sospechas que surgieron en el mismo momento en que Chávez hizo su última aparición ante el país, en la madrugada del 10 de diciembre de 2012, cuando se despidió emotivamente minutos antes de volar a Cuba para someterse a una nueva operación.

El primer acto de esta historia, contada con poca claridad, fue el manejo de toda la información sobre el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad que padeció Chávez durante casi dos años. La versión oficial pasó de un simple dolor de rodilla a un absceso pélvico y un tumor del tamaño de una pelota de béisbol. Nunca se divulgó un parte médico detallado, ni se tuvo conocimiento sobre los médicos que lo trataban. Sólo se supo que eran especialistas rusos y cubanos. Eventualmente surgió el nombre de un brasilero, el oncólogo Arturo Katz.

La ausencia de detalles pronto tendría aliviadero en la prensa nacional e internacional. En Venezuela, muchos fueron los que -con el humor característico del país- decían que el periodista Nelson Bocaranda (creador de la página web RunRunes) era el verdadero  “ministro para la Comunicación Información”, un cargo que ocupaba en ese entonces Ernesto Villegas. 

La “contrainformación”

Fue a través de Bocaranda y del médico venezolano José Rafael Marquina que se conoció a finales de diciembre de 2012 que el presidente se encontraba entubado debido a un embolismo pulmonar, provocado por la prolongada inmovilización de la convalecencia.

Es interesante recordar que, dos meses atrás, en septiembre de 2012, cuando el mismo Chávez decía que había superado el cáncer, el Dr. Marquina aseguró que "el deterioro y la recaída se tendría que ver a partir de diciembre. La enfermedad continúa progresando, su cáncer es asintomático, los síntomas aparecen cuando ya la persona no responde al tratamiento". Su diagnostico fue acertado.

Así, al final de la historia y gracias a estos reportes extraoficiales, quedó establecido que la causa de la muerte de Chávez fue un sarcoma en el músculo psoas, ubicado en la pelvis, que hizo metástasis y le afectó la médula espinal.

La leyenda

Granma, el periódico oficial del régimen cubano, mostró una foto, difundida por el Gobierno venezolano el 14 de febrero de 2013, en la que mostraba a Chávez, con el diario en la mano y con una feliz sonrisa en su muy inflamado rostro.

Rápidamente la veracidad de la imagen fue cuestionada. La principal observación  fue que la nariz de María Gabriela, una de las hijas, lucía sin la modificación de una cirugía estética que se había hecho en noviembre de 2012. Luego, usuarios de las redes sociales se dedicaron a demostrar lo fácil que era colocar cualquier periódico en las manos de Chávez. Para rematar, otros reflexionaron que, si su estado de salud era el que la foto indicaba, nada hubiera impedido que cuando llegara a Venezuela, cuatro días después de la difusión de la imagen, hubiera aparecido unos instantes ante las cámaras.

La perlita que faltaba

Guillermo Cochez, exembajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos, fue uno de los que se sumó a la extraña trama. A finales de febrero de 2013, el diplomático dijo que Chávez tenía muerte cerebral desde el 30 de diciembre y que así lo habían trasladado a Caracas. Se decía que en cualquier momento lo desconectarían de los aparatos que le daban soporte de vida artificial. "Han estado engañando a Venezuela y al mundo entero", expresó.

Eso echaba por tierra la información difundida por el Gobierno de Venezuela según la cual el presidente se recuperaba exitosamente después de llegar al país el 18 de febrero para continuar con su tratamiento en el Hospital Militar. Por cierto, una enfermera de ese centro aseguró que había visto a Chávez entrar al hospital caminado. La declaración parecía dar credibilidad a un  tuiter supuestamente enviado por el presidente en el que decía: “Hemos llegado de nuevo a la Patria venezolana. Gracias Dios mío!! Gracias Pueblo amado!! Aquí continuaremos el tratamiento”.

Hasta la hora de la muerte ha sido presa de las contradicciones. Medios como el diario venezolano El Nacional denunciaron que el anuncio fue hecho nueve horas después del acontecimiento: “En realidad, Chávez habría fallecido alrededor de las 7 de la mañana [hora de Cuba], según indicaron las habituales fuentes de este diario, en contacto con el equipo médico. Parte de la estrategia del acto protagonizado por Nicolás Maduro horas antes fue acaparar la atención de los medios, para así facilitar las operaciones de traslado del cuerpo del fallecido presidente en avión desde Cuba”, indicó el periódico.

Dos féretros

Ni siquiera el ataúd presidencial se salvo de la polémica. En redes sociales y diversos medios de comunicación circularon fotografías del féretro utilizado para el cortejo fúnebre realizado por las calles de Caracas durante siete horas; y el que fue visto durante la capilla ardiente. Las imágenes indican que eran distintos, lo que generó el mito de que el cuerpo de Chávez no se encontraba en el cortejo que se realizó desde el Hospital Militar, donde supuestamente falleció, hasta la Academia Militar.

Los teóricos de la conspiración dicen que, mientras la gente caminaba junto al féretro por las calles de la ciudad, los más cercanos al círculo de poder recibían de Cuba el cuerpo para prepararlo.

Para cerrar el tercer acto, el 15 de marzo de 2013, el mayor general de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela Jacinto Pérez Arcay, durante su alocución en el acto de despedida de Chávez, dijo: “Y ¿cómo saliste del escenario Hugo? Como el Negro Primero. ¡Llegaste de Cuba muerto! Vine a decirle adiós porque estoy muerto”, según consta en un video colgado en Youtube.

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