viernes 22  de  marzo 2024
RESTABLECER LA DEMOCRACIA

“La Nueva Asamblea debe evitar vendetta política”

El escritor y analista político, Carlos alberto Montaner, alerta a los opositores venezolanos que conquistaron abrumadora mayoría en el Parlamento, de la importancia de recuperar la institucionalidad en el país

La derrota  experimentada por el Gobierno de Venezuela en los comicios parlamentarios del 6 de diciembre pasado, aunque deseada por el descalabro que 16 años de gobierno socialista provocaron en ese país, constituyó una sorpresa, no sólo para los perdedores, sino también para la propia oposición que veía un triunfo tan abrumador como algo difícil.

Pero lo más sorprendente, y que todavía a 48 horas de conocerse los resultados aún impresiona, es la aceptación con la que Nicolás Maduro admitió los resultados que él mismo calificó “de adversos”.

Apenas una semana antes de la celebración de esas elecciones Maduro había instado a sus seguidores a “ganar como sea”. Previamente, y aunque después trató de corregirlo y se desmintió a sí mismo, había dicho que si perdía se lanzaría a las calles, “por el bien de la revolución”.

Pero definitivamente, el resquebrajamiento social, económico y moral que desde el momento mismo de la asunción de Maduro al poder se acentuó en Venezuela, tuvo su momento culminante en estas elecciones en las que hasta en ciudades y estados arraigados al chavismo, la mayoría del electorado votó a favor del bloque opositor.

Con un repaso de ciertos acontecimientos que antecedieron los resultados del 6 de diciembre, el comienzo del fin del proyecto socialista en Venezuela se veía venir.

Baste mencionar la crisis económica que provocó un 200% de inflación; los niveles de violencia que convirtieron al país en uno de los de más altos índices de criminalidad en la región; el desabastecimiento de productos de primera necesidad; la deserción de militares y personalidades ligadas a la cúpula gobernante como el jefe del anillo de seguridad de Diosdado Cabello, Leamsy Zalazar, y en fecha más reciente, el escándalo de narcotráfico que involucró a dos sobrinos de la esposa de Maduro. Todos son hechos con los que el debilitado chavismo terminó de desmoronarse.

Acerca de las condiciones internas que impidieron la consumación de un fraude con el que el Gobierno intentó arrebatarle el triunfo electoral a los opositores; los pasos que debe dar el nuevo Parlamento para traer de vuelta la institucionalidad al país; la importancia de tener en cuenta a las figuras más prominentes de la oposición en la nueva etapa y el impacto que tendrá el resultado electoral en las relaciones Cuba-Venezuela, el escritor, periodista y analista político Carlos Alberto Montaner, conversó con DIARIO LAS AMÉRICAS.

¿Por qué cree que el Gobierno aceptó esta derrota?

No fue el Gobierno. Fueron dos generales [los que obligaron a que la admitieran]. Uno de ellos en la oposición, que creó un grupo de millares de opositores que se aseguraron de que las actas finales estuvieran a buen recaudo. Minutos después de las 6 pm ya la oposición sabía que había ganado por goleada. El otro general [involucrado], fue el Ministro de Defensa [Vladimir Padrino López]. Se negó a aceptar el pucherazo que querían imponer Maduro-Cabello. El propósito de esta siniestra pareja era imponer un resultado en el que el Gobierno le ganaba a la oposición por dos diputados. 

¿Debe la oposición sentirse segura de que el oficialismo no hará nada para impedir que ellos puedan legislar en la Asamblea a partir de la mayoría ganada?

No creo que el oficialismo pueda hacer nada para impedirlo. El chavismo está dividido y desmoralizado. De las 22 curules sin asignar [hasta el cierre de esta entrevista], 19 deben ser para la oposición. En Venezuela ocurrirá lo que sucedió en Polonia en junio de 1989. Tras unas elecciones parciales, el comunismo se desmoronó. [el sindicato] Solidaridad obtuvo 99 de los 100 escaños del senado.

¿Cuales son primeros los pasos esenciales que la oposición venezolana debe dar para recuperar el estado de derecho en el país, una vez establecida la Asamblea?

En enero estallará la crisis económica en Venezuela, de una manera terrible. Lo primero es afrontar esa crisis. Pero la nueva AN deberá utilizar su inmensa mayoría y las posibilidades que le da la ley para limpiar el poder judicial. No se trata de una vendetta, sino de rescatar los otros poderes del Estado. Hay que gobernar para el futuro, pero eso requiere enmendar algunas de las arbitrariedades antidemocráticas del pasado.

¿Cuál debe ser el futuro inmediato para el actual presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello?

Si se prueban los delitos que le imputan [de vínculos con el crimen organizado], algo que está por verse, Cabello puede acabar en una cárcel por peculado y por sus relaciones con el narcotráfico. De paso podrían acusarlo de tratar de entorpecer el curso de la democracia.

¿La nueva Asamblea tendrá potestades para liberar a los presos políticos?

Si Maduro tiene un ápice de inteligencia, se adelanta a lo que hará la nueva AN y decreta la amnistía para los presos políticos y la rehabilitación de todos los derechos conculcados a los alcaldes y diputados. Debe darse cuenta de que corre el riesgo de que la ciudadanía, indignada, acuda a liberar a los presos y puede armarse un motín callejero definitivo. 

¿Cree que la oposición venezolana y sus diferentes partidos estén lo suficientemente cohesionados para iniciar la reconstrucción de la democracia y el país?

La MUD ha demostrado sensatez y experiencia. Primero con Ramón Guillermo Aveledo, luego con Torrealba. Tienen la experiencia y el talento para reconstruir el país.

¿Que figuras de la oposición cree que no deben faltar en puestos clave del país en esta nueva etapa?

Leopoldo López es el Mandela venezolano. María Corina Machado ha demostrado ser una extraordinaria dirigente. Antonio Ledezma también. Henrique Capriles demostró que su camino pacífico y tenaz era el adecuado. La oposición venezolana es un semillero de talentos. 

¿Considera oportuno que acudan a la posibilidad de revocar al presidente?

Es inevitable. Lo prudente sería que pactara la renuncia antes de someterse a un referéndum que demostraría que es la segunda persona más detestada de Venezuela. La primera es Cabello.

¿Estaría preparada Venezuela para un cambio de sistema político después de 16 años de chavismo?

Por supuesto. No está preparada, en cambio, para continuar en la senda chavista. Eso sería condenar a los venezolanos al hambre.

¿Qué puede pasar con las relaciones Cuba-Venezuela en el nuevo contexto con la oposición gobernando y el acercamiento entre Cuba y EEUU?

Raúl Castro debe estar muy preocupado. Sus reformas no funcionan y se le acabará la ayuda venezolana. El cambio en Venezuela le llega con más de 50,000 cubanos en ese país, muchos de ellos no querrán regresar a la isla, especialmente porque el régimen de La Habana acaba de dictar unas medidas prohibiendo que médicos y personal sanitario salgan libremente. Para Raúl es una crisis inmanejable. 

¿Cuáles son los errores que no debe cometer la oposición en esta etapa que inicia a partir de que tomen posesión en la Asamblea?

La nueva Asamblea Nacional debe anunciar que hay vida más allá del chavismo. No debe perseguir a los derrotados, sino tenderles un puente para que no obstaculicen la recuperación de los principios republicanos de la democracia liberal.

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