jueves 28  de  marzo 2024
EEUU

Congreso se apresta a discutir propuesta de Trump para gastos

Representantes de ambos partidos critican y elogian el muy esperado informe presupuestario, en el comienzo de lo que podría ser una fuerte batalla de ideas
Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI.- La propuesta presupuestaria del presidente Donald Tump ha puesto a todos a correr en el Congreso. Al menos eso es lo que se desprende de la lluvia de comentarios (léase críticas y elogios) que derivan de la solicitud de la Casa Blanca para gastar 1,15 billones de dólares (eso que llamamos “trillions” en inglés), durante el ejercicio del año 2018.

El Presidente propone elevar el gasto en defensa un 10%, unos 54.000 millones de dólares, así como grandes recortes en el Departamento de Estado (28,7%), la Agencia de Protección Ambiental (31,4%) y el Trabajo (20,7%), además del Departamento de Salud (16,2%), Agricultura (20,7%), Comercio (15,7%) y Educación (13,5%).

Un día después del esperado anuncio, luego que congresistas y senadores tuvieron la oportunidad de analizar el significado de los aumentos y los cortes de gastos, la respuesta de la oposición tuvo por voz a la líder de la minoría en el Congreso, Nancy Pelosi, quien decretó que la propuesta “falla al reconocer que la riqueza y la fuerza del país no sólo dependen del Ejército, que ya es muy importante, sino también de la salud, la educación y el bienestar del pueblo”.

Entre los recortes significativos figuran determinadas cantidades a la subvención de actividades administrativas públicas, pero sin afectar los programa sanitarios de Medicaid (para las personas con bajos recursos) y de Medicare (para jubilados y necesitados).

Opiniones

Entre las voces que emitieron opiniones que no reflejan una posición clara destaca la del presidente de la Cámara de Representantes, el congresista republicano Paul Ryan: “Tendremos audiencias sobre las prioridades y por supuesto que podemos disminuir los gastos del Gobierno. Dónde, cómo y cuánto son temas que discutiremos”.

De hecho, la mayoría de los republicanos ven con buenos ojos el aumento del presupuesto para la Defensa, pero les preocupa que los recortes, sobre todo los que están destinados a disminuir los fondos para proyectos de asistencia social, afecten demasiado a quienes votaron por ellos y hoy representan en el Congreso, lo cual llevaría a la pérdida de confianza que les podría costar las próximas elecciones.

De hecho, Steve Bell, uno de los asesores de presupuestos más respetados, que actualmente conforma el equipo que supervisa el Centro de Políticas Bipartidistas, señaló que la propuesta presupuestaria, tal y como está hoy, no sería aprobada por el Congreso.

“Tal parece que (la propuesta) busca cumplir un cometido de relaciones públicas, en vez de plantear una solicitud seria”, comentó Bell, y añadió: “Los recortes podrían afectar ciertos lugares que muchos republicanos opinan será inapropiado”.

Por ejemplo, el senador republicano Rob Portman, que representa a Ohio, aplaude el interés de la Casa Blanca en reforzar la defensa pero se opone abiertamente a la eliminación del programa Great Lakes Restoration, que es subsidiado a través de la Agencia de Protección Ambiental “porque afectaría enormemente” la economía y el medio ambiente de quienes lo eligieron.

Algo más al este del país, la población rural de los estados que conforman el gran corredor de los Apalaches, desde Nueva York hasta Mississippi, donde Donald Trump ganó 63% de los votos, podría perder las ayudas que suponen el programa el Appalachian Regional Commission, creado por el presidente Lyndon Johnsson.

Controversia

Si a esto sumamos el controvertido debate de la ley de salud, que pretende sustituir el Obamacare con otro que, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, aumentaría la cifra de personas sin cobertura en 24 millones en una década, las perspectivas de aprobar la propuesta de Trump no son muy esperanzadoras.

Anteponiéndose a la esperada batalla campal en el Congreso, la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, que forma parte de la delegación de la Florida, con base en Miami, ya anunció que no aprobaría la ley sustituta de salud porque “las consecuencias del proyecto para el sur de la Florida están claras: muchos de mis votantes perderán su seguro de salud y habrán menos fondos para ayudar a los pobres y ancianos con su cuidado médico”.

Mientras tanto, el director de Presupuesto y Administración (OMB), Mick Mulvaney, argumentó que los recortes a programas sociales, como cierta asistencia alimentaria a mayores y estudiantes, son “compasivos” porque reducirán el peso de los impuestos a pagar.

Y añadió: “El Gobierno no puede continuar asumiendo los gastos de ciertos programas sólo porque suenen bien”.

Respecto a la Agencia de Protección Ambiental y el siempre discutido tema del cambio climático, Mulvaney declaró que “el Presidente ha sido muy directo al decir que no vamos a gastar más dinero en eso. Que lo considera un malgasto. Y ese planteamiento está muy ligado a su plataforma presidencial”.

No obstante, también hay republicanos que aplauden la propuesta presupuestaria. Incluso hay quienes dicen que los distritos que representan saldrán adelante.

Rob Bishop, representante de Utah, uno de los estados del país con menos población y desempleo, opina que el presupuesto solicitado “trae un elemento de estabilidad al proceso gubernamental” porque “procura el equilibrio”.

Y dijo más: “Si hay más cortes para ayudar al Ejército, Utah estaría aún mejor”.

El Presidente propone y el Congreso dispone

El presidente Donald Trump plantea en su propuesta presupuestaria cuáles son las prioridades de su Gobierno: más gasto en defensa y seguridad fronteriza con menos en medio ambiente, ayuda internacional y ciertos programas sociales que considera “secundarios”.

El Presidente no sorprendió cuando presentó el llamado borrador del presupuesto. Además de proponer elevar el gasto de la Defensa, tal y como había adelantado hace unos días, Trump propone aumentar en un 6,8% los fondos del Homeland Security, encargado de proteger las fronteras y aplicar las leyes en materia de inmigración, además de solicitar un 6% de aumento para el Departamento de Asuntos de Veteranos.

Este aumento en el presupuesto del Homeland Security permitiría añadir unos 500 agentes fronterizos, así como 1.000 agentes de inmigración más, lo cual conllevaría al cumplimiento de una de sus grandes promesas de campaña.

La otra gran promesa, la construcción del muro en la frontera con México, que tantos votos le valió, podría ser puesta en práctica si logra obtener los 1.500 millones de dólares que solicita para el diseño, planificación y comienzo de la construcción.

Por otra parte, los programas de ayuda internacional, asistencia al desarrollo y medioambientales figuran entre los más afectados.

"Vamos a gastar menos dinero fuera y más en casa", dijo Mulvaney, recordando que Trump quiere, tal y como prometió durante la campaña electoral el año pasado, dar prioridad a los intereses del país.

Sin embargo, también hay propuestas de recortes que afectaría otros intereses nacionales, como la eliminación de determinados fondos para las artes, las humanidades y la Corporation for Public Broadcasting, que se ocupa de producir programas de interés público para la cadena de televisión PBS y la radio NPR.

De cualquier manera, el Presidente propone y el Congreso dispone. La propuesta establece las prioridades de gasto del Gobierno federal, pero dependerá del Poder Legislativo, compuesto mayormente por representantes de los partidos Republicano y Demócrata, valorar la utilidad y el valor práctico de cada una de las proposiciones.

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