No todas las bandas podrán disfrutar de esta edición del Carnaval de Brasil, debido a que decenas de ellas han tenido que cancelar sus espectáculos por la crisis económica que atraviesa el país suramericano. Por lo menos 48 ciudades de 8 estados brasileños –Goiás, Minas Gerais, Paraíba, Río de Janeiro, Río Grande do Norte, Rondonia y Tocantins– tuvieron que anular sus celebraciones por falta de presupuesto, informaron medios locales.
Algunos municipios del estado de Sao Paulo también suprimieron el Carnaval para destinar sus recursos a la lucha contra el dengue, una enfermedad que, junto con el zika y el chikungunya, está suponiendo un verdadero problema para las autoridades sanitarias de Brasil.
A pesar de ello en Río de Janeiro se sigue con la idea de celebrar y calentar la calle antes de los Juegos Olímpicos de agosto.
La banda Calma, calma piraña, con más de 30 percusionistas y caracterizada por llevar de estandarte un gran pez, logró abarrotar hoy las calles del barrio Botafogo de Río de Janeiro, donde juntó con miles de seguidores corearon sus canciones y bailaron sin parar, pese al notable calor de este mediodía. Los asistentes, con o sin disfraz, no dudaron en unirse a otros grupos también presentes en este capítulo más del Carnaval de calle de la ciudad carioca, aunque era la primera vez que se veían.
