lunes 2  de  diciembre 2024
COLOMBIA

Candidato colombiano: "Proyectos populistas y autoritarios ponen en riesgo la democracia"

El exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez estima que "hay cosas por cambiar" en su país, sin embargo, emplaza a los colombianos para que no propicien con su voto "un salto al vacío"
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI— Federico ‘Fico’ Gutiérrez, un ingeniero civil que se desempeñó como alcalde de Medellín, es uno de los candidatos de la centroderecha con grandes posibilidades de llegar a una segunda vuelta electoral en busca de la presidencia de Colombia, donde reconocidos analistas descartan que haya un ganador en la primera ronda de comicios el 29 de mayo próximo.

El aspirante presidencial, quien participó en una charla en la plataforma Colombia Habla US, dirigida por el activista colombiano Fabio Andrade, considera que “hay cosas por cambiar” en su país.

Sin embargo, lanzó una alerta para que los colombianos no propicien con su voto “un salto al vacío, como les ha ocurrido a otros países”, al tiempo que hizo un llamado para no apoyar “proyectos populistas y autoritarios que ponen en riesgo la democracia y las libertades”, como se ha etiquetado a la campaña del izquierdista Gustavo Petro.

¿Cuál es su opinión sobre el proceso electoral por la presidencia de Colombia y qué les ofrece a los colombianos si llega a la Casa de Nariño?

Esta no es cualquier elección. Hay muchos elementos en riesgo. En Colombia hay muchas cosas que tienen que cambiar, pero para bien. Cambiar no significa tener que dar saltos al vacío, como le ha ocurrido a algunos países de la región. Cambiar no significa destrozar o destruir al país ni a las instituciones. Vemos algunos proyectos populistas y autoritarios, que ponen en riesgo la democracia y las libertades. Lo que está en juego es la democracia y las libertades. Desde mi punto de vista, hay tres retos fundamentales. Uno tiene que ver con los niveles de pobreza y desigualdad. El 42% de la población está hoy en condición de pobreza, lo que son 21 millones de colombianos y de ellos siete millones se encuentran en extrema pobreza. La pandemia nos deja un retroceso de superación de pobreza entre 10 y 15 años. Casi que todo lo hecho en términos sociales durante este siglo se fue de una manera clara con la pandemia. El segundo es que tenemos bajos niveles de crecimiento y productividad. El crecimiento económico de los últimos veinte años no supone el 3.6% y para poder cerrar brechas sociales vamos a tener que crecer los próximos cuatro años por encima del 5%. Hay un tercer reto y es que tenemos un Estado débil, que no garantiza en muchos casos seguridad jurídica y seguridad física, pero además hay altos niveles de corrupción y todo esto sumado pone en riesgo la democracia y las libertades. Sí, hay cosas que tienen que cambiar, pero esto no significa llevarse el país por delante, ni a las instituciones. Colombia necesita orden y oportunidades, luchar contra la corrupción y los violentos, y garantizar la seguridad y oportunidades para generar bienestar.

A usted lo vemos bien posicionado en las encuestas, aunque los sondeos siguen mostrando arriba a Gustavo Petro. ¿Cuál es la importancia de las elecciones del Congreso del 13 de marzo, cuando van a consulta tres coaliciones para escoger candidatos únicos de la izquierda, centro y derecha en Colombia?

El escenario electoral que vemos hoy va a cambiar a partir del 13 de marzo, porque es cuando realmente arranca la campaña por la presidencia. ¿Por qué? Porque hoy vemos unas encuestas donde hay unas personas que están liderándolas, pero ¿cómo no van a encabezarlas estos candidatos si ya completan tres o cuatro candidaturas presidenciales en las que inclusive el país les ha dicho que no? En estos momentos aparecemos más de 20 candidatos en esas encuestas, con esos que ya estaban en campaña desde mucho antes. A partir del 13 de marzo, cuando ya seamos cuatro o cinco candidatos en el tarjetón, y ahí vamos a estar nosotros, todo será diferente. Insisto mucho, y se lo he dicho a muchos otros sectores, que tenemos que encontrar mecanismos para llegar unidos a primera vuelta, porque esto no es un cuento o un tema de egos o individualismos. Mi planteamiento es sobre país y todo lo que tenga que hacer para preservar la democracia y libertades, voy a hacerlo.

La derecha y parte del centro han cuestionado los acuerdos de La Habana con las FARC. Usted ha defendido ese pacto y ha dicho que no lo va a vetar. ¿Cuál es la diferencia entre la postura suya y la de Óscar Iván Zuluaga, candidato del uribismo en estas elecciones?

Óscar Iván es una persona a la que respeto. No soy un salvador o un mesías, soy un colombiano común y corriente que tiene vocación de servicio y que reconozco también gente buena en este escenario electoral, como Óscar Iván, a quien apoyé en el pasado. La postura de no acabar con los acuerdos es porque eso requeriría una reforma constitucional. Hay que enfocarnos en lo que he dicho: cumplirles a los campesinos. No es cumplirle ni a Timochenko ni a Pastor Alape [directivos del hoy partido de las FARC, llamado Comunes], es cumplirle a las zonas a las cuales no ha llegado el Estado. Los únicos que están en paz son los cabecillas de las FARC que tienen las curules en el Congreso. Hay que cumplirles a los jóvenes que entregaron las armas de parte de las FARC, porque también son víctimas de la guerrilla desde que fueron reclutados cuando eran niños o jóvenes. De lo contrario, vamos a ver otra vez reciclaje de la violencia, como lo hemos visto. Las FARC tienen que cumplir. Exigen mucho que se les cumpla y ahora que les cumplieron las cosas, solo han entregado el 50% de las armas, no entregaron las rutas del narcotráfico, evidentemente quedaron unas disidencias y otros grupos, y no han reparado a las víctimas, como tampoco han dicho toda la verdad. En días recientes, el candidato Petro trataba de llamarme guerrerista y yo le decía: “No, señor, no se equivoque, aquí el único que ha hecho la guerra a los colombianos es usted. Yo nunca he empuñado un arma ni lo haré”.

¿Cuál es su pensamiento sobre un posible diálogo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segundo grupo que sigue activo en su país?

A estos grupos hay que combatirlos y llevaron a un debilitamiento tal para que se produzca alguna salida, pero no puede ser bajo las condiciones del mismo acuerdo con las FARC. Eso hay que dejarlo muy claro. Lo otro es que el ELN no tiene voluntad de paz y lo demuestra todos los días. Acaba de desarrollar un paro armado donde deja como saldo varios militares y policías muertos y la sociedad civil afectada. Estas personas integran grupos terroristas dedicados al narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión, el secuestro. No propician reivindicaciones sociales; eso es una falacia. Por el contrario, lo que hacen es generar cada vez mayor desigualdad, pobreza y daño, inclusive ambiental y social. En las zonas donde opera [el ELN] tiene que haber una voluntad de paz real y que de manera unilateral suspenda acciones terroristas, asesinatos, secuestros y dejar de dedicarse al negocio del narcotráfico y la minería ilegal.

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@danielcastrope

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