SAO PAULO.- Un grupo de fotógrafos y camarógrafos protestaron este miércoles en Sao Paulo contra la violencia policial sufrida en la cobertura de recientes manifestaciones contra el Gobierno del presidente Michel Temer, en la mayor ciudad brasileña.
SAO PAULO.- Un grupo de fotógrafos y camarógrafos protestaron este miércoles en Sao Paulo contra la violencia policial sufrida en la cobertura de recientes manifestaciones contra el Gobierno del presidente Michel Temer, en la mayor ciudad brasileña.
El acto, convocado por la ONG Río de Paz, reunió en la céntrica Avenida Paulista, frente al Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), a unos treinta profesionales de la imagen, que con carteles, camisetas negras y parches en alguno de sus ojos reclamaron por la actuación policial en las últimas protestas.
Algunos profesionales amordazados portaron un pasacalle con el mensaje "Prensa libre: No a la violencia" y una franja de tela roja fue colocada en la calle como señal de la "consternación por la violencia" sufrida, apuntaron los organizadores.
El fotógrafo 'freelancer' Vinicius Gomes dijo que "por ser de prensa y por estar con la cámara en la mano, uno ya se torna en un blanco de la Policía. Y por ser negro se torna blanco dos veces".
Con un parche en el ojo, los colegas rindieron homenaje al fotógrafo Sergio Silva, que perdió la vista cuando cubría una protesta en 2013.
"No fue por casualidad que me escogieron entre cinco fotógrafos que estábamos allí para golpearme y tirar mi cámara al suelo. Me escogieron por ser un negro peludo que no daría problemas si era golpeado", relató Gomes.
Después de esa situación, completó el fotógrafo, "la represión de la Policía es mayor. Sólo voy a las protestas con casco y lentes de protección, porque soy 'cabeza dura' y no se hasta cuándo voy a aguantar más palizas".
El grupo reclama por las investigaciones de los casos en los que efectivos de la Policía Militarizada agredieron a profesionales de la imagen, como el caso de un reportero de la cadena británica BBC el pasado 4 de septiembre en una concentración en la plaza Largo da Batata, en el barrio de Pinheiros.
En otra de las manifestaciones, un fotógrafo de la agencia internacional de noticias Efe fue impactado por una bala de goma que destruyó el ordenador portátil que llevaba a sus espaldas en una mochila.
Otros profesionales relataron que sus equipos fueron destruidos por policías y en el caso de Gomes sus colegas organizaron una venta callejera de fotografías para conseguir recursos económicos y reponer los daños de su cámara.
Las protestas se intensificaron, incluso con nueve días seguidos, después de que el 31 de agosto el Senado separó definitivamente del cargo a la hasta entonces presidenta Dilma Rousseff y otorgó poderes plenos al gobernante interino Temer, quien deberá completar el segundo mandato hasta el 1 de enero de 2019.
En marzo pasado, las asociaciones de Emisoras de Radio y Televisión (Abert), de Radio y Televisão (Abratel), de Editores de Revistas (Aner) y de Periódicos (ANJ) habían expresado al Gobierno su preocupación por la "creciente ola de violencia" contra sus profesionales.
"Yo fui golpeada en el piso. Sólo no me golpearon más porque el policía que me iba a golpear vio mi cámara y le dijo a los otros que era de prensa y ahí se llevaron a las otras personas que tenía al lado", contó a Efe la fotógrafa Renata Melin, de Mamonas Coletivo
Melin indicó que "cuanto más la violencia crece, más las personas ven la importancia de nuestro trabajo".
Hace una semana, la Procuraduría Federal de los Derechos del Ciudadano (PFDC) anunció que iba a dar seguimiento a la actuación policial en las manifestaciones de Río de Janeiro y Sao Paulo.
"El libre ejercicio periodístico es una conquista del Estado democrático de derecho que jamás pode ser violada. La agresión a un profesional de prensa es una agresión a toda la sociedad, pues viola el libre derecho a la información y expresión", manifestó el fundador de Río de Paz, Antonio Carlos Costa.
Río de Paz forma parte del núcleo de información pública de las Naciones Unidas.
FUENTE: EFE