miércoles 9  de  octubre 2024
Cuba

Opositor advierte posibilidad de un estallido social por crisis cubana

El exprisionero político Oscar Elías Biscet afirma que la crisis actual en la isla podría generar un gran descontento entre la población y por el lado del régimen una serie de actos represivos, peores que los de 2003
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Las condiciones actuales que se viven en Cuba, con una crisis peor que la del denominado Periodo Especial, padecido en la década de los años 90, hacen cada día más factible el desencadenamiento de otra “Primavera Negra”, incluso de superior magnitud que la primera.

Así piensa Oscar Elías Biscet, médico de profesión que integró el llamado grupo de 75, en referencia al número de condenados durante la oleada represiva de 2003, cuando mediante redadas ejecutadas por los aparatos de inteligencia del régimen, los más connotados opositores fueron sentenciados a penas de 25 años.

El incremento de la represión que se observa por estos días en esa nación insular vuelve a darle notoriedad a la labor del doctor Biscet, quien en conversación vía telefónica con DIARIO LAS AMÉRICAS desde La Habana, dio detalles de los factores que, en su opinión, podrían propiciar un estallido social en la isla.

La proximidad de un verano con “fuertes calores y constantes cortes de energía eléctrica” y la “falta de alimento”, además del descontento por “otros motivos” —que son muchos— podrían ser el “caldo de cultivo” para que la población se lance a las calles y, en consecuencia, el régimen termine ordenando arrestos mediante juicios sumarios, como sucedió hace ya 16 años, advirtió el activista.

En su opinión, la crisis de Venezuela, un país que no solo ha regalado petróleo a la isla, sino que también ha entregado ayudas como materiales para la construcción y maquinaria pesada, entre otras, es posible que tenga un “impacto directo” en la débil economía cubana, a lo que se suma el recrudecimiento del embargo de Estados Unidos al régimen de La Habana, a través de la activación plena del Título III de la Ley Helms-Burton.

“Estamos viendo una represión que es selectiva, pero que no se puede desconocer”, explicó el connotado opositor, autor del proyecto Emilia, al tiempo que aseguró que, en su caso personal, no lo dejan viajar “ni a otras provincias dentro de la isla porque el régimen limita mi capacidad de movimiento y a donde he pretendido ir, siempre me declaran persona no grata”.

En ese sentido, aseveró que hace unos tres años se disponía a asistir a un evento en Las Villas y “todo fue saboteado para impedir que yo fuera”.

En efecto, Cuba afronta por estos días un nuevo periodo de escasez y penurias económicas, y la consigna del primer secretario del Partido Comunista, Raúl Castro —a quien la oposición considera el poder en la sombra—, es “resistir”, tal como lo dijo tantas veces su hermano Fidel Castro, cuando miles de cubanos pasaban la peor hambruna de sus vidas y apagones de hasta 12 horas continuas, durante el llamado Periodo Especial, al que el mismo Castro identificó con ese nombre tras la desaparición del bloque socialista del Europa del Este y, por consiguiente, los subsidios que de allí Cuba recibía.

Biscet, candidato al Premio Nobel de la Paz, presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos y promotor del Proyecto Emilia, que también propende por el respeto de las libertades del pueblo cubano, estuvo en prisión entre el 2003 y el 2011 luego de denunciar una serie de arbitrariedades en el sistema de salud pública en la isla. “Hoy todavía me vigilan y si se escucha un ruido en esta llamada [durante la entrevista] es porque la Seguridad del Estado me tiene intervenido el teléfono”, alertó.

El médico, quien obtuvo en 2016 la Medalla Presidencial de la Libertad, la más alta distinción entregada por el Gobierno de los Estados Unidos, fue sacado de la cárcel antes de cumplir su condena de 25 años gracias a una amplia campaña internacional y como resultado del diálogo sostenido entre la cúpula gubernamental cubana y la Iglesia católica. Su negativa a exiliarse lo mantiene desde entonces bajo una figura jurídica fijada por el régimen que identifica como licencia extrapenal, debido a la cual controlan sus movimientos y le da potestad a las auoridades cubanas de internarlo nuevamente en prisión, si así lo decidieran.

La Primavera Negra tuvo lugar entre el 17 y el 19 de marzo de 2003. Durante esos días, periodistas, médicos, ingenieros, economistas, obreros y campesinos fueron enjuiciados. Veintinueve de ellos recibieron condenas de 20 o más años de cárcel, acusados de agresión a la “independencia” y colaboración a lo que identifican como “guerra económica” de Estados Unidos.

Represión en la zona oriental

A comienzos de esta semana, el coordinador del movimiento Jóvenes por la Libertad de Cuba y subdirector del Partido Republicano de Cuba, en Bayamo, Juan Ariel Saldívar Reyes, afirmó que la persecución contra los opositores en esa parte de la isla caribeña también lo llevaba a pensar en la aproximación de otra etapa represiva similar a la Primavera Negra.

Saldívar, quien también dio declaraciones a DIARIO LAS AMÉRICAS a través de una llamada telefónica, dijo que la nueva estrategia que está aplicando el régimen “es hacernos citaciones a todos los opositores para leernos la Ley 88, que es la Ley Mordaza [que castiga a quienes colaboren con los objetivos de la Ley Helms-Burton], una forma de amenaza para que dejemos nuestras actividades en las calles, como intentaron hacer ese año”.

El activista, que en 2010 sufrió un desalojo de su vivienda y en 2017 fue objeto de un allanamiento en el que le robaron una computadora portátil, agregó que el aumento de la represión en esa zona de Cuba se viene registrando a partir del referendo que aprobó una “nueva” Constitución, en febrero pasado. “Yo fui citado la semana pasada y no tengo pensado ir; que me busquen ellos”, advirtió.

Así como este detractor del régimen, otras voces como la del periodista independiente Rolando Rodríguez Lobaina —según su denuncia pública— intentan ser acalladas por su trabajo por la libertad y el respeto de los derechos humanos en Cuba. “Yo no descarto que quieran hacerme algo malo para callarme”, aseguró el opisitor, fundador de la realizadora de audiovisuales Palenque Visión, con sede en Baracoa, en el extremo oriental de la isla.

Entretanto, Saldívar también hizo alusión al encarcelamiento de un carretillero [vendedor ambulante], que identificó como Misael Espinosa Puebla, por el hecho de negarse a supuestamente obtener una licencia para ejercer el trabajo del que devenga el sustento diario para él y su familia.

Ese fue el regalo del Día de los Padres que le hizo este régimen opresor a un hombre de 60 años, que tampoco está de acuerdo con lo que pasa en este país, y que hoy está en la parte nueva de la prisión de Las Mangas, aquí en Bayamo”, explicó.

Según un informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), los tipos penales más utilizados para la represión en la isla son acusaciones de atentado, desacato, peligrosidad social predelictiva, impago de multas, desorden público, resistencia o rebelión, y actividad económica ilícita.

Con frecuencia —señala el informe anual de la CIDH—, estas “detenciones sumarias” son acompañadas de “agresiones físicas y verbales”.

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