domingo 24  de  marzo 2024
NICARAGUA

Ortega, prisionero de su trama represiva e incapaz de reinventarse

Cinco años después de las protestas de 2018, Ortega gobierna con los fusiles y constante vigilancia, extremos sólo imaginables en un contexto de guerra civil
Por JUDITH FLORES

MIAMI – Han pasado cinco años de las masivas protestas de abril de 2018, que hicieron trastabillar la dictadura del gobernante Daniel Ortega. Desde entonces Nicaragua parece una prisión por la brutal escalada represiva contra quienes critican y se oponen al régimen, un sistema que causa dolor a las familias, exilio, cárcel y confiscaciones.

Las manifestaciones contra el régimen de Ortega comenzaron el 18 de abril de 2018 como reacción a una reforma al sistema de seguridad social, pero se ampliaron en el país tras la violenta represión del Estado.

El mundo fue testigo de transmisiones en vivo de ejecuciones con francotiradores contra estudiantes que participaban en las manifestaciones. Más de 355 personas fueron asesinadas en el contexto de las protestas, unas 2.000 resultaron heridos, hubo centenares de encarcelados, miles se exiliaron y el clima de persecución persiste y alcanza hasta la Iglesia católica.

Ortega es señalado por organismos de derechos humanos por cometer crímenes de lesa humanidad. Un reciente informe del Grupo de Expertos de Derechos Humanos en Nicaragua (GHREN), de Naciones Unidas, documenta ejecuciones extrajudiciales, secuestros, detenciones arbitrarias, violencia sexual contra hombres y mujeres, y privación arbitraria de nacionalidad. Esos son algunos de los abusos cometidos por el régimen que podrían calificarse de crímenes de lesa humanidad.

Esos hechos han puesto a Nicaragua nuevamente en el radar internacional, de acuerdo con un analista político que llamaremos José Díaz, por razones de seguridad.

Operación limpieza paramilitares-policía-AFP
Agentes de la policía y fuerzas paramilitares durante un operativo de represión a las protestas en Nicaragua en 2018.

Agentes de la policía y fuerzas paramilitares durante un operativo de represión a las protestas en Nicaragua en 2018.

Aseguró que los testimonios de los presos políticos desterrados y particularmente el informe del Grupo de Expertos de la ONU han escandalizado aun a los escépticos. Y añadió que “las declaraciones del papa Francisco han enterrado cualquier esperanza en un diálogo racional con el régimen”.

“No me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige”, dijo el Papa en alusión a Daniel Ortega, en una entrevista con Infobae.

“Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas”, señaló el Pontífice.

Ortega y su esposa, la vicepresidenta designada Rosario Murillo, niegan las acusaciones y sostienen ser “víctimas de un golpe de Estado” y que los opositores son “terroristas”.

Ortega lleva más de 27 años en el poder, actualmente cursa su cuarto mandato consecutivo, y los 11 años en el poder durante la primera dictadura sandinista (1979-1990), cinco como presidente y seis como coordinador de la llamada Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, constituida por cinco integrantes, pero que en la realidad mandaban dos, Ortega y Sergio Ramírez Mercado.

Díaz afirmó que el régimen se ha radicalizado, pero eso no significa que se ha fortalecido, y tampoco ha sido capaz de recuperar la iniciativa política que tenía antes de abril de 2018.

Hoy Ortega gobierna con fusiles y vigilancia constante, incluyendo los sermones que sacerdotes ofrecen durante homilías.

Ortega y Aviles
El dictador sandinista Daniel Ortega y el jefe del Ejército Julio César Avilés.

El dictador sandinista Daniel Ortega y el jefe del Ejército Julio César Avilés.

Díaz describe la represión del sandinismo como brutal, estridente y casi desesperada porque Ortega ha recurrido a “extremos sólo imaginables en el contexto de una guerra civil como la de la década de 1980 y afectando a un sector cada vez más amplio de la población, incluyendo a sus propios partidarios”.

El caudillo sandinista ha encarcelado hasta sus antiguos aliados, incluyendo paramilitares que asesinaron en su nombre durante las protestas de 2018, también ha encarcelado a sus excamaradas que gobernaron con él y son señalados de crímenes, los desterró y les “confiscó” las propiedades que se asignaron durante La Piñata en 1990, tras la derrota electoral, así le llaman al robo más escandaloso de propiedades a manos del sandinismo.

Ortega, prisionero de su esquema represivo

El analista aseguró que la brutal represión se ha convertido en el medio de sobrevivencia del régimen, se trata de un esfuerzo permanente y en el instrumento casi único del régimen para mantenerse en el poder.

“Ortega es ahora prisionero de su esquema represivo, que para ser efectivo tiene que escalar (la opresión), aunque los costos políticos y sociales sean tan altos que afecten su sostenibilidad”, subrayó.

Pese a ese esquema represivo, el modelo dictatorial de Ortega, ha sido un fracaso en el ámbito político e internacional, explicó Díaz.

Esto porque durante los comicios presidenciales y municipales de 2021 y 2022, respectivamente, “aun estando en absoluto control del país, fue incapaz de llevar adelante procesos electorales que le dieran algún atisbo de legitimidad y moralizaran a sus bases”, argumentó.

En las elecciones presidenciales, Ortega encarceló a siete precandidatos presidenciales, semanas antes de la elección de un candidato de la oposición. En 2022, arrebató las alcaldías en manos de la oposición meses antes de la elección, y se adjudicó el 100% de las municipalidades el día de los comicios.

En el ámbito internacional, el analista considera que las relaciones políticas y económicas con China, Rusia e Irán, han puesto al régimen en la mira sin generar los tan anunciados “beneficios económicos” para justificarlas ante sus bases. Mientras que los socios de Ortega, las dictaduras de Cuba y Venezuela tienen sus propios problemas y han guardado distancia.

Ortega busca fortalecer relaciones con Moscú y sigue pidiendo armas, pero Rusia esta sumergida en su guerra con Ucrania.

Ortega Putin
El presidente ruso Vladimir Putin es recibido en la capital nicaragüense por su homólogo Daniel Ortega.
El presidente ruso Vladimir Putin es recibido en la capital nicaragüense por su homólogo Daniel Ortega.

Ortega atrincherado y vulnerable

Para Díaz, la percepción de fortaleza con que Ortega animaba a sus fanáticos se desmoronó con la liberación de los 222 presos políticos, es claro que no fue “generosidad de la ‘compañera’ (Rosario Murillo), el régimen tuvo que ceder ante alguna amenaza que afectaba intereses vitales de algún sector del círculo de poder que se negó a pagar el costo”. Se trataría del Ejército.

De acuerdo con el modus operandi del régimen, para el analista “es improbable que dé señales paulatinas de apertura porque su naturaleza inflexible se lo impide, pero es más vulnerable de lo que parece a la presión”.

Díaz cree que el escenario más probable, salvo un colapso que no puedan manejar, sería el de una apertura sorpresiva en la que apostarían proteger sus intereses económicos y a tomar por sorpresa a la oposición, “para que el resultado sea lo menos dañino posible para ellos”.

El gran reto de la oposición en el exilio, según Díaz, será fortalecer los liderazgos y en algunos casos reconstruir la relación estructural y la comunidad de propósitos con los liderazgos opositores locales.

En ese escenario, la izquierda, cuyo origen es el mismo de Daniel Ortega, “no va a poder ignorar el sentimiento antisandinista mayoritario de la gente y si no quiere quedarse al margen tendrá que posponer sus objetivos maximalistas y buscar como insertarse dentro de una oposición donde difícilmente tendrán el papel de vanguardia”, dijo el analista, una aspiración que por años han mantenido sin éxito hasta ahora debido a la desconfianza hacia el sandinismo que ha instaurado dos dictaduras en 43 años.

@FloresJudith7
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