El gobernante Frente Sandinista de Nicaragua reaccionó hoy con resignación a la derrota oficialista en los comicios legislativos en Venezuela y advirtió que el presidente Nicolás Maduro enfrentará "una situación complicada".
Así lo afirmó el diputado oficialista Jacinto Suárez, encargado de las relaciones internacionales del partido sandinista, quien sin embargo confió en que la victoria opositora venezolana no afectará el suministro de crudo a Nicaragua.
"(Maduro) ahora va a tener una situación complicada (al) gobernar con un Parlamento en manos de la oposición; eso le va a limitar muchísimas cosas, pero los convenios siguen en pie, no han sido derogados y se puede seguir trabajando con Venezuela en las nuevas condiciones", dijo Suárez a una televisora privada.
Sin embargo, señaló que "en las elecciones se gana o se pierde, y lo importante es saber reconocer(lo)... los compañeros del PSUV (Partido Socialista Unificado de Venezuela) tendrán que entender qué sucedió ahí y enfilar de nuevo sus líneas de trabajo".
Mientras tanto, el presidente Daniel Ortega envió un mensaje a Maduro en el que señaló que "el camino de la patria, como los caminos del Señor, son sendas misteriosas que aprendemos a recorrer".
"Este es un día para pensar las nuevas batallas y recorrer seguros los caminos hacia muchas nuevas victorias", escribió Ortega. "Por difícil que parezca el horizonte, no lo dudemos, viviremos y venceremos", agregó, parafraseando al fallecido ex presidente venezolano Hugo Chávez.
Nicaragua es un importante aliado del chavismo en Venezuela, que el domingo perdió su mayoría parlamentaria después de 17 años. La oposición obtuvo un contundente triunfo con al menos 99 escaños frente a 46 del oficialismo, según los resultados preliminares.
Desde 2007 Ortega recibe 100.000 barriles mensuales de crudo venezolano en condiciones preferenciales de pago, por un monto anual de 600 millones de dólares, aunque esa cifra se ha reducido a causa de la caída en el precio internacional del petróleo.
La oposición en Nicaragua acusa a Ortega de no rendir cuentas al Parlamento sobre esa ayuda y de utilizar parte del millonario financiamiento en negocios privados de su familia y allegados.
Para el político socialcristiano Agustín Jarquín, ex aliado de Ortega, ahora el gobierno nicaragüense deberá "prepararse para atender los requerimientos de rendición de cuentas que seguramente hará el nuevo Parlamento de Venezuela".
"Esta es una buena ocasión para que el presidente Ortega reoriente la conducción del país, mejore situaciones en el gobierno y elimine el sentido partidista con el cual ha marcado su gestión", opinó.
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