lunes 19  de  mayo 2025
LETRAS

Sergio Ramírez asume el Cervantes como recompensa a Centroamérica

El intelectual nicaragüense, que acaba de ser nombrado ganador del Premio Cervantes, afirma que este galardón proporciona un aliciente para los pueblos centroamericanos "que resaltan por los desastres y la política"
Por JUDITH FLORES

MIAMI.- Sergio Ramírez Mercado, el escritor nicaragüense, que acaba de ser nombrado ganador del Premio Cervantes, considerado el nobel de la literatura castellana, asume el galardón como una recompensa para Centroamérica, “que ha estado más visible a los ojos del mundo por los conflictos políticos y los desastres naturales”.

Es la primera vez que el Premio Cervantes, que establece el Ministerio de Cultura de España a propuesta de la Asociación de Academias de la Lengua Española, es otorgado a un escritor centroamericano. Días después de haber sido anunciado que recibirá el máximo galardón de la literatura hispanoamericana, Ramírez accedió a responder algunas preguntas para DIARIO LAS AMÉRICAS.

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Ramírez, un hombre accesible, de hablar sencillo y pausado, nació en 1942, en Masatepe, una apacible y pintoresca ciudad ubicada a 50 kilómetros de Managua, la capital nicaragüense. Ha escrito más de 50 libros, sus obras han sido traducidas a varios idiomas, portugués, inglés, francés, italiano, alemán, holandés, danés, noruego, sueco, serbio, esloveno, ruso, búlgaro, chino mandarín, chino simplificado, japonés y hebreo.

Varios de sus libros han sido premiados a nivel internacional, entre las que destacan el premio Dashiell Hammett, en 1990, por la novela Castigo Divino; los premios Alfaguara de novela 1998 y Casa de las Américas 2000 por su obra Margarita, está linda la mar; el premio a Laure Bataillon, a la mejor novela extranjera publicada en Francia en 1998, por Un baile de máscaras; Alfaguara 2011, Premio del Festival Internacional Metrópolis Bleu, Montreal, Canadá, por La Fugitiva; y el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español, otorgado por el gobierno de México, entre otros reconocimientos.

El jurado del Premio Cervantes decidió otorgar el premio a Ramírez por su aporte a la literatura. “Por aunar en su obra la poesía, el rigor del observador y el actor, así como por reflejar la viveza de la vida cotidiana convirtiendo la realidad en una obra de arte, todo aquello con excepcional altura literaria y en pluralidad de géneros, como el cuento, la novela y el columnismo periodístico”, calificó el jurado.

En el corazón del escritor hay alegría por el reconocimiento a su esfuerzo y dedicación. “Es una recompensa para Centroamérica, una manera de ofrecerle alegría a los Centroamericanos y a los nicaragüenses, eso lo he podido apreciar en la inmensa cantidad de mensajes que he recibido de gente de todos los sectores que verdaderamente se alegran, se sienten recompensados y piensan que Nicaragua no está destinada solo a recibir malas noticias o a vivir en un estado de pesadumbre”, comentó.

Quien al parecer no está contento con el Premio Cervantes 2017, es el Gobierno que preside Daniel Ortega. No hubo agasajos, tampoco felicitación, ni una mención al premio por parte del régimen para el escritor, quien fuera antiguo aliado de Ortega, con quien gobernó de (1985-1990), antes perteneció a la Junta de Gobierno (1979-1984), durante la primera etapa del sandinismo en Nicaragua.

En la biografía de Ramírez destaca más su legado literario, dice muy poco de su vida política en la que estuvo inmerso durante dos décadas. Su visible inicio fue en 1977, cuando encabezó el grupo de Los Doce, formado por intelectuales, empresarios, sacerdotes y dirigentes civiles, en respaldo al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), durante la lucha contra el régimen de Somoza.

El escritor se separó del FSLN en 1995, cinco años después de la derrota electoral del sandinismo frente a Violeta Barrios de Chamorro, tras pugnas internas en el seno de ese partido de izquierda, que desde entonces Ortega controlaba.

Tras la separación, Ramírez fundó el Movimiento Renovador Sandinista, integrado por intelectuales disidentes del FSLN, pero un año más tarde anunció su retiro de la vida política para dedicarse a su principal pasión, la literatura.

Pero, su retiro de la política no ha significado olvido para muchos nicaragüenses que no le perdonan su participación durante el primer gobierno sandinista debido a los crímenes y los abusos cometidos por el FSLN en la década de 80 y esperan que un día Ramírez pida perdón al pueblo de Nicaragua.

Pese a los señalamientos de opositores al sandinismo, el escritor se ha convertido en uno de los principales críticos del actual régimen que impera en la nación centroamericana y a quienes la disidencia sandinista les llama “orteguistas”.

De las dos principales etapas de su vida pública, la que ha dedicado a la literatura, es la de mayor satisfacción.

“La literaria sin duda alguna. No me arrepiento de mi vida en la revolución (sandinista) porque es algo que yo creí en su momento, me metí muy a fondo. Pero sabía que mi tránsito por la vida política era sólo eso, no me pensaba quedar ahí nunca o quedarme para siempre, lo que hice fue entrar como escritor y salir como escritor. Y desde que volví a hacer el oficio literario, eso ya hace 17 años que salí de la vida política, pues disfruto sentarme frente a la computadora a escribir todas las mañanas a trabajar con las palabras, a crear, a corregir, esa es mi vida, la vida que disfruto y no la cambiaría por nada”, relató.

“Me siento muy recompensado, un escritor a lo largo de su carrera es gratificado con un premio como este, no puedo sino sentirme feliz, agradecido, pero siempre me cuido porque los premios no son el objetivo de mi escritura, el objetivo de mi escritura es escribir libros y llegar a los lectores. Si los premios vienen, estupendo, sino vienen, no hay que detenerse en gestionar premios. Me parece que los escritores que gestionan premios echan a perder su vida y su carrera literaria”, apuntó.

El aporte a Nicaragua

“Yo digo que al país y a Centroamérica. Esta es una literatura poco visible, que es conocida más bien por sus problemas políticos, o por sus desastres naturales, solo estamos en las primeras páginas de los periódicos cuando hay represión (del régimen), cuando hay narcotráfico, estamos en los periódicos por lo malo”, enfatizó.

El Premio Cervantes espera que esta nueva plataforma en su camino sirva para proyectar cada vez mejor la literatura nicaragüense y centroamericana, “sobre todo la que escriben los jóvenes que son la gran promesa del futuro".

Situación política de Nicaragua

El Premio Cervantes 2017, dijo que su aspiración es que Nicaragua vuelva a vivir en democracia. “A como decía Pedro Joaquín Chamorro, asesinado por la dictadura de Somoza, por su lucha en contra ese régimen, que Nicaragua vuelva a ser república, que se restablezcan sus instituciones, el derecho legítimo a elegir a sus gobernantes, que nos alejemos a cualquier forma de gobierno familiar o dinástico que eso ha sido mal recurrente en la historia del país, yo creo que lo vamos a conseguir sin más derramamientos de sangre, sin nuevas guerras civiles, yo creo que estamos curados los nicaragüenses desde el sufrimiento de las guerras, nadie quiere la violencia, por la vía tenemos que lograr restablecer la democracia en el país”, aseveró.

El reportero gráfico Jader Flores contribuyó con este reportaje.

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