sábado 22  de  marzo 2025
Derechos humanos

Apenas 360 dólares de indemnización para sobreviviente de accidente aéreo en Cuba

A sus 23 años, inmersa en la palabra de Dios y en un nuevo matrimonio, explica que se ha visto obligada a denunciar la extrema situación en la que permanece por la falta de materiales médicos
Por DARCY BORRERO BATISTA

MIAMI.-Mailen Díaz Almaguer se volvió un nombre cercano para millones de cubanos desde que el 18 de mayo de 2018 cayera en Boyeros, a pocos kilómetros del aeropuerto internacional José Martí de La Habana, el avión donde viajaban a la oriental provincia de Holguín ella y 112 personas más, incluyendo a la tripulación. Primero, junto al de Mailen, de solo 19 años entonces, se escucharon otros dos nombres: Emiley Sánchez, de 39 años, y Gretell Landrove, de 23. Sin embargo, de las tres mujeres rescatadas con vida tras el accidente aéreo, solo Mailen sobrepasó el umbral de lo que hoy llama milagro. Pasó tres años hospitalizada debido a las secuelas de la caída de la aeronave Boing 737 de casi 4 décadas de antigüedad que, a falta de flota propia, la aerolínea estatal Cubana de Aviación rentaba a la empresa mexicana Damojh (Global Air). Por tanto, el siniestro involucraba a tres países, Cuba, México y, por ser la nación donde está registrado y se fabrica Boeing, Estados Unidos.

También salió a relucir, a raíz de la catástrofe que acabó con 112 vidas, que la Aviación Civil de Guyana había anulado en 2017, por motivos de seguridad, el permiso de vuelo de esa aeronave. Tras declaraciones preliminares y una investigación conjunta de los países, el informe final del accidente aéreo tardó poco más de un año en llegar y, cuando se hizo público, el miércoles 11 de septiembre de 2019 en el sitio oficial del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba, ratificó como causa más probable “la pérdida del control de la aeronave, debido a una cadena de errores, fundamentalmente humanos”.

En decenas de páginas, el informe revela los resultados del análisis de los registradores de datos y voz (cajas negras), de otros exámenes de laboratorio y del sitio del incidente. De modo que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación (CIAIA) destacó que “las posiciones anormales del avión” inmediatamente después del despegue —que condujeron al desplome— tuvieron “como principales factores contribuyentes” las “inconsistencias en el entrenamiento de las tripulaciones, los errores en los cálculos de peso y balance y los bajos estándares operacionales puestos de manifiesto en el vuelo”.

Mientras eso sucedía, Mailen aún se encontraba internada en centros médicos sujeta a intervenciones quirúrgicas y rehabilitación, hasta que fue dada de alta en 2021, según contó en una directa transmitida esta semana a través de sus redes sociales. En el video, que ya alcanza 114 mil reproducciones por primera vez la joven cuenta los pormenores de su historia de vida. Ese 18 de mayo, recuerda, su vida cambió no por voluntad propia, sino por esos “errores humanos” que le arrebataron a su esposo y la dejaron viva pero con una lesión medular. A sus 23 años, inmersa en la palabra de Dios y en un nuevo matrimonio -con Mario Jesús Rodríguez-, aunque hasta ahora solo publicaba posts motivacionales y positivos, explica que se ha visto obligada a denunciar la extrema situación en la que permanece por la falta de materiales médicos en el país donde nació y fue víctima del accidente fatal.

“Yo no orino sentada en la taza. Lo tengo que hacer por una sonda cada cuatro horas, y eso es una fuente de entrada de bacteria, porque es un cuerpo extraño que tengo que meter en mi uretra, por eso yo necesito guantes y lubricante y tomo diaria la nitrofurantoina, que es un antiséptico… Hoy he hecho cuatro llamadas al personal de salud que me atiende y dicen que el país no tiene ni lubricante ni guantes. Que no hay, no se está produciendo ni importando”, explica.

En la directa interviene su esposo, quien desmiente junto a ella que les hayan dado casa en La Habana. “Ella se compró una vivienda en Siboney para estar cerca del hospital”, aclara. En tanto, contaron que la atención gubernamental se reduce a una postal de felicitación del mandatario en cada cumpleaños. Para rematar, la joven revela que como indemnización por el accidente recibió tiempo después 36 mil pesos cubanos, equivalentes en la actualidad a unos 360 dólares. Asimismo, contó que durante su traslado de emergencia tras el accidente, los ambulancieros le robaron sus prendas, por lo que los llevó a los tribunales.

Mailen pidió que le hicieran la vida más llevadera. “Desgraciadamente, no todo es como parece ser. Yo también paso trabajo como pasa todo el mundo. Yo no estoy viviendo la dulce vida”, declaró. Sin embargo, el vocero oficialista Humberto López llamó ingrata a Mailén porque, al contrario de lo que espera el régimen, ella, harta de que sugieran que debe conformarse con estar viva, dijo: “Yo no tengo que darle gracias a la salud cubana, tengo que darle gracias a Dios y a todo aquel que ha puesto su granito para que yo hoy esté bien”.

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