miércoles 27  de  noviembre 2024
SALUD

Apoyo y preparación, la clave para enfrentar el desarrollo del Alzheimer de un familiar

Quien cuida a un ser querido con esta patología debe recibir apoyo logístico y psicológico porque puede presentar depresión y mucha ansiedad, según experta

Por Yolanda Ojeda

Cuando se tiene el diagnóstico de Alzheimer en un familiar, queda un largo camino que recorrer. Hay que prepararse para el desarrollo de la enfermedad, que es larga y difícil, por lo que los especialistas suelen decir que el paciente no muere de Alzheimer, sino que muere con él.

“Por lo tanto, es importante el conocimiento, saber cuál es la historia natural de este padecimiento para tener estrategias de afrontamiento que permitan transitar la enfermedad con éxito”, dijo la Médico psiquiatra egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Tibisay López, entrevistada por DIARIO LAS AMÉRICAS.

Cuando esto ocurre, la experta recomienda participar en charlas, grupos de apoyo, talleres para familiares y cuidadores. Recordó que existen instituciones dedicadas a ese trastorno cerebral y, por supuesto, siempre ir de la mano de especialistas capacitados para el manejo del paciente, ya que son muchas las situaciones que requerirán de una guía especializada.

“El cuidador ha de aprender a cuidarse, eso es muy importante, porque la atención de un paciente es altamente estresante”, acotó la terapista junguiana(forma de terapia de conversación que busca integrar las partes conscientes e inconscientes de la mente).

Conflictos

Los conflictos que se presentan en las familias van a depender de muchas variables, por ejemplo: la dinámica previa, la personalidad premórbida (personalidad que una persona tiene antes de que aparezca un trastorno mental), el apoyo social, un buen sistema de salud, las condiciones económicas del hogar, entre otros.

Recomendaciones de la doctora Tibisay López

  • Consultar especialistas en el área que orienten a la familia para ver cuáles son los pasos a seguir.
  • Quien atiende al paciente puede enfermar y presentar depresión, ansiedad, irritabilidad con la posibilidad de maltrato al paciente, insomnio, abuso de sustancias o enfermedades físicas debidas al impacto emocional del Estrés del cuidador, por lo que se debe monitorear.
  • “Y, por supuesto, la máxima expresión es el burnout (síndrome de desgaste) que es un cuadro un poco más complejo donde hay una sensación de cansancio profundo, desconexión emocional, falta de empatía, actitud cínica hacia el paciente y sensación de ser ineficiente, una profunda culpa y baja autoestima, ya que este cuidado es un trabajo duro, aunque no esté remunerado por tratarse de un familiar, es un trabajo, además a veces de 36 horas porque el paciente no duerme”.
  • Por todas estas razones, Tibisay López, miembro del personal directivo de la Fundación Alzheimer de Venezuela, insiste en que “hay que cuidar al cuidador”.

En casa

Para la experta lo ideal es que el paciente permanezca en su casa al lado de sus familiares y recomienda que tenga un cuidador capacitado. Además, existen instituciones que se encargan también del cuidado diario o compartido lo que representa un respiro familiar.

A veces es necesario dos o más personas por los fines de semana, cuando hay agitación por las noches o cuando es difícil la movilización del paciente, dijo.Y en caso de no poder pagar una persona capacitada han de rotarse los familiares para el cuidado, al ser una carga muy fuerte para el cuidador principal, enfatizó la experta.

Impacto

La enfermedad de Alzheimer y los Trastornos Neurocognitivos generan un profundo impacto a nivel familiar, reconoció.

Insistió que dicho impacto va a ser diferente dependiendo de la dinámica familiar previa, de cómo se relacionan afectivamente la pareja, los hijos y nietos entre sí, la calidad del vínculo con el paciente, la personalidad previa del paciente, “no es lo mismo cuidar a un padre, madre, pareja con los que se han tenido conflictos, esto genera rabia, rencores, resentimientos, que dan lugar a conductas que pueden ser inapropiadas en el cuidado y a la vez generan más rabia, surgen emociones como frustración, odio, aversión, entre otros”.

Sobrecarga

“Otro aspecto que observamos es la sobrecarga del cuidador principal. Se tiende a dejar toda la carga a uno de los familiares, generalmente mujer y de ocupación del hogar, lo que impacta la familia de esta persona si la tiene, porque descuida a su hogar propio, pareja, casa e hijos", agregó la especialista.

En caso de no tener familia extendida, las consecuencias pueden ser peores, ya que como es una enfermedad larga de varios años de cuidado, al fallecer el paciente, este cuidador familiar cae en el vacío y, además, del dolor de la pérdida, se encuentra con que ha descuidado su vida, tiene años fuera del campo laboral, los hermanos que apoyaban económicamente pueden seguir apoyando temporalmente, pero ha de realizar un proceso de reconstrucción completo en condiciones emocionales muy difíciles, puede haber depresión o algunas reacciones aberrantes dependiendo de la estructura de personalidad de este familiar, refirió.

“Las condiciones económicas familiares también pueden influir. Se sugiere que haya un cuidador capacitado o más, sin embrago no todas las familias lo pueden costear, o también se puede dejar toda la carga económica a uno de los hermanos que tiene una situación económica más holgada, lo que genera consecuencias como por ejemplo: “Como yo pago, y tú no trabajas, te dedicas al cuidado” y créanme eso no es tan beneficioso para el cuidador ya que es un trabajo 24/7 los 365 días, no hay descanso, no hay respiro y esto tiene profundas consecuencias físicas y emocionales, sólo el que ha tenido un paciente al cuidado conoce la situación en toda su dimensión”.

Asesoría

Por eso, es importante la asesoría familiar y que se haga un plan entre todos. Lo ideal es tener uno o más cuidadores capacitados, que los familiares directos apoyen y hagan supervisión, porque tampoco es dejar al paciente con el cuidador solo en su casa, ya que esto puede generar situaciones de maltrato, hay que estar pendientes, acotó la experta.

“A veces la institucionalización del paciente es inevitable aunque no es la mejor opción y en ese caso también hay que estar pendiente, visitar, sacar de paseo, llevar los requerimientos y estar alertas ante cualquier señal de maltrato”.

Son muchas aristas, según López, incluyendo el profundo impacto emocional que tiene el hecho de que un padre, madre, esposo no te reconozca, “se altere e incluso te agreda”.

“Genera impotencia, una agitación psicomotriz donde el paciente está perdido y grita que lo tienen secuestrado o acusa que le estás haciendo daño. Todo esto, más el cansancio de, probablemente, tener varios días sin dormir bien”, concluyó la doctora Tibisay López.

FUENTE: ENTREVISTA DOCTORA TIBISAY LÓPEZ

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