El cambio climático podría ser determinante en el suministro y calidad de este recurso
Toda fuente es invaluable para una población vulnerable ante la escasez acuífera en la región. (fotos AP)
Todos crecimos pensando que el agua, como recurso natural renovable, no se acabaría nunca, pero expertos de la FAO (ONU para la Alimentación y la Agricultura) insisten en que las fuentes de agua potable de buena parte del Caribe podrían agotarse ante el impacto del cambio climático en la región. Específicamente señalan que el ascenso del nivel del mar podría contaminar las fuentes del vital líquido, y que además, las variaciones en los patrones climáticos podrían reducir la cantidad de lluvia que llega a las presas. n
Muchos países del Caribe dependen exclusivamente del agua subterránea, pero este suministro está a merced de las fluctuaciones entre las sequías extremas y las lluvias torrenciales que vive la zona desde el año 2012, un factor de inminente peligro para el acceso al agua potable. En este momento, Trinidad se ha convertido en la principal preocupación del Departamento Agua y Tierra del Caribe de la FAO, pero Granada, Antigua, San Vicente y Barbados también se mantienen en alerta ante los cambios en los patrones meteorológicos que han experimentado, y es que las precipitaciones reportadas en meses recientes, amén de su intensidad, no significan necesariamente la provisión de agua fresca. n
Medidas a tomar n
Ante las dificultades, Barbados, por ejemplo, se ha visto obligado a reducir la presión del agua y a interrumpir ocasionalmente el suministro en algunas áreas, y las circunstancias han llevado al gobierno a poner en marcha un programa de reciclaje, sirviéndose de aguas negras tratadas para poner en funcionamiento los inodoros en los aeropuertos, infraestructura vital para su economía. Para muchos, la desalinización es la salida, pero según los expertos hay que estar conscientes de que este procedimiento sigue siendo inasequible para muchos gobiernos de la zona. Sin duda, el mayor desafío es lograr un cambio de mentalidad sobre el uso del agua, tanto entre los ciudadanos, como entre las autoridades que han considerado hasta ahora que su único rol es proveer agua limpia. La realidad científica indica que en este momento, el manejo del recurso acuífero en la región es un asunto de seguridad nacional. n
Realidad y soluciones n
Otras de las posibles soluciones que se han planteado para mejorar la crisis implican un mejor manejo de los suministros de agua existentes y el desarrollo de nuevas políticas para el manejo del recurso, como campañas masivas de información, concienciación y educación, pero siendo realistas, muchos gobiernos de la región están tan comprometidos con el pago de pesadas y antiguas deudas difíciles de honrar en un escenario de pocas o mínimas fuentes de ingreso, que enfrentar desafíos de esta envergadura resulta poco probable, por no decir imposible.
No en vano, a pesar del interés puesto en la gestión del agua, las limitaciones económicas impidieron a los representantes de las pequeñas islas del Caribe participar en el Foro Mundial del Agua, que se celebró en la ciudad francesa de Marsella en 2012. Tristemente, el acceso al agua potable y saneamiento básico en América Latina y el Caribe es insuficiente e inadecuado, y las perspectivas a futuro no dibujan un panorama alentador, ante esta realidad, el gran reto es dar con una salida efectiva y viable, y eso requiere del consenso internacional.