Es muy importante celebrar las fechas patrióticas que significan el proceso histórico de Estados Unidos. Si no honramos a nuestra historia como nación, no podemos apreciar su grandeza ni reconocer el papel significativo que la misma ha jugado a favor de la democracia y la libertad en el mundo moderno.
El 4 de julio de 1776 es una fecha de mucho significado histórico para nuestra nación, ya que ese día se pronunció la Declaración de Independencia que fue adoptada por el Congreso Continental en Filadelfia. De esa manera, se declaró el deseo de ser independiente, renunciar al dominio de Gran Bretaña, para abogar por la autodeterminación.
Aunque ya habían ocurrido varias protestas y confrontaciones militares entre los rebeldes y las autoridades británicas, ese día los miembros del Congreso Continental declararon el deseo de independencia de las trece colonias, compuestas por Delaware, Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, New Hampshire, New York, New Jersey, Pennsylvania, Maryland, Virginia, North Carolina, South Carolina y Georgia.
Dicha declaración trajo la gran rebelión que conllevaría a la Guerra de Independencia, en la que muchos jóvenes y personas mayores, trabajadores, campesinos y empresarios perdieron sus vidas.
El documento clave que fue redactado por el gran intelectual y patriota Thomas Jefferson, y aprobado por los representantes de las trece colonias que constituían la nación americana, hizo un llamado a favor de la libertad absoluta y la determinación propia que resultó en la independencia del país en 1883.
Debemos señalar el coraje y la determinación de los firmantes de la Declaración de Independencia, que rápidamente fueron declarados enemigos de la Corona británica y la captura significaba la pena capital.
Unos perdieron sus vidas, otros sus riquezas. Todos lucharon para ser libres y obtener el control del destino de la patria. Hay quien prefirió permanecer fiel los británicos pero la inmensa mayoría se declaró a favor de la independencia, sufriendo en muchos casos las tristes consecuencias antes mencionadas.
La primera celebración de este importante acontecimiento tomó lugar en Filadelfia, donde se reunió el Congreso Continental. Señalaron la fecha del 4 de julio, leyendo el documento de declaración en su totalidad a todos los presentes. Al terminar los delegados partieron hacia el edificio estatal, hoy conocido como Independence Hall, donde se quitó el escudo inglés y se colocó la campana de la libertad, por donde desfiló el pueblo para celebrar la fecha con gran júbilo patriótico. Cañones de las humildes fuerzas de liberación dispararon al aire y una nueva nación nació para felicidad de todos los presentes. Todo esto sucedió cuando aún faltaban años de lucha contra el poderío de Gran Bretaña, la nación más poderosa en aquel entonces.
Se logró la victoria final a pesar de los retos y Estados Unidos, se convirtió en una nación vibrante y positiva en la historia del mundo.
Desde entonces, hemos celebrado la fecha del 4 de julio sin interrupción. No importan las guerras, los conflictos internos, las depresiones económicas ni las catástrofes naturales, el 4 de julio es una fecha sagrada para el pueblo americano y para todos los inmigrantes que se han unido a esta gran nación.