miércoles 27  de  marzo 2024
Televisión

Chiquinquirá y María Elena revelan por qué son las mejores aliadas

Madre, hija y cómplices, todo esto demostrado desde el primer momento

El devenir de sus respectivos destinos, que a veces parece ser uno solo, cada día se entrelaza con más fuerza.

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La historia de Chiquinquirá Delgado y su hija mayor, María Elena Dávila (de 21años), ha estado marcada por la figura de otra mujer y está sellada por un sueño en común, que va más allá del cordón familiar indestructible que une la vida de ambas.

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u201cTodo lo que soy se lo debo a mi madre. Ella fue la que me impulsó cuando estaba viviendo en el interior de Venezuela y soñaba con ir a la capital. Ella apostó por mí. Se fue conmigo sin conocer a nadie y lo arriesgó todo. Yo no podía ser de otra forma con mi hija u201d, manifestó Chiquinquirá a DIARIO LAS AMÉRICAS, refiriéndose a la incursión de su hija en la televisión.

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u201cSi esto era lo que ella quería, yo tenía que repetir la misma historia. Y está pasando exactamente igual, y me siento muy orgullosa. Ni ella ni yo nos lo creemos u201d, agregó.

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Tal como lo hiciera su madre, María Elena da sus primeros pasos en la industria del entreteniendo como actriz de telenovelas, participando de la producción En otra piel, transmitida por la cadena Telemundo.

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Recuerdos

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Son contadas las veces en que ambas se han separado, desde que u2018Chiqui u2019, como la llaman sus amigos, afrontó la maternidad con 18 años. u201cYo era una niña con otra niña. En ese momento combinaba la universidad, mis primeros pasos en la televisión y la maternidad, de la que en ese momento no sabía absolutamente nada. No sabía bañarla, ni darle de comer, pensada que se me iba a partir en los brazos. En ese momento fue mi madre la que me orientó y me ayudó u201d, recordó la presentadora de Nuestra Belleza Latina.

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u201cFue muy difícil porque mientras mis amigas se iban de fiesta yo madrugaba dando tetero. Hoy en día lo asumo feliz de la vida, pero en el momento en el que sucedió fue un proceso duro, por eso siempre hablo con mi hija y le digo que se mire en mí como un espejo, que disfrute su vida, que viaje, que trabaje tranquila. La maternidad es algo muy serio para vivirlo tan jovencita u201d, dijo Delgado.

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Basta instalar la mirada en Chiquinquirá y su hija, para darse cuenta de su gran parecido y de que la figura de una en la vida de la otra es observada como un retrato.

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u201cLa amo, es mi compañera, mi consejera u2026 es mi todo u201d, reveló María Elena. u201cMi mamá me da todos los consejos que puede. Ella tiene 25 años en este medio y cualquier duda que tenga -en cualquier área- acudo a ella para aclararla u201d, reveló.

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Su gran culpa

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En todo momento preocupada por sus hijas, María Elena y Carlota (de sólo cuatro años), Delgado reconoce que compatibilizar el rol de madre y profesional es su mayor desafío.

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u201cLa culpa nunca se quita, por más ayuda que tenga siempre pienso que el tiempo que le dedico a mis hijas nunca es suficiente u201d, reconoció, agregando que u201cdesde que tuve a María Elena y Carlota nunca más salí a trabajar tranquila, nunca más dormí tranquila y nunca más viajé tranquila, pero la verdad es que yo no sería ni la cuarta parte de lo que soy como persona y como profesional sino fuera por la maternidad u201d, finalizó.

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