Una nave espacial de la NASA partió el lunes en una misión para explorar la luna Europa de Júpiter y revelar si su vasto océano oculto podría tener condiciones favorables para el desarrollo de la vida.
La sonda espacial cuenta con nueve instrumentos, cuyos delicados sistemas electrónicos están almacenados en una bóveda con densas paredes de zinc y aluminio para protegerlos de la radiación
Una nave espacial de la NASA partió el lunes en una misión para explorar la luna Europa de Júpiter y revelar si su vasto océano oculto podría tener condiciones favorables para el desarrollo de la vida.
A la sonda Europa Clipper le llevará 5 años y medio llegar a Júpiter, donde entrará en órbita alrededor del planeta gaseoso gigante y se acercará a Europa en decenas de sobrevuelos en medio de una radiación profusa.
Los científicos están casi seguros de que existe un océano profundo y global debajo de la corteza helada de Europa. Y donde hay agua, podría haber vida, lo que convierte a esta luna en uno de los lugares más prometedores en el espacio para buscarla.
Europa Clipper no buscará señales de vida; no tiene detectores de vida. En cambio, la nave espacial se concentrará en los ingredientes necesarios para sostener la vida, en busca de compuestos orgánicos y otros indicios mientras mira debajo del hielo para detectar condiciones adecuadas.
SpaceX dio inicio al viaje de 3.000 millones de kilómetros (1.800 millones de millas) de Clipper lanzando la nave espacial en un cohete Falcon Heavy desde el Centro Espacial Kennedy de Florida. Una hora más tarde, la sonda se separó de la etapa superior, se alejó flotando y llamó a casa.
“Por favor, díganle adiós a Clipper en su camino a Europa”, anunció el director de vuelo del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA, Pranay Mishra, desde el sur de California.
“La ciencia sobre esto es realmente cautivadora”, dijo el administrador asociado de la NASA, Jim Free, a The Associated Press en el sitio de lanzamiento. Los científicos todavía están aprendiendo sobre las profundidades de nuestro propio océano, “y aquí estamos mirando tan lejos”.
La misión de 5.200 millones de dólares por poco se descarriló debido a una sospecha de vulnerabilidad en los transistores.
La NASA se enteró hasta principios de este año que los transistores de Clipper podrían ser más vulnerables al intenso campo de radiación de Júpiter de lo previsto. Clipper soportará el equivalente a varios millones de radiografías de tórax durante cada uno de sus 49 sobrevuelos de Europa. La agencia espacial pasó meses revisando todo antes de concluir en septiembre que la misión podía continuar según lo planeado.
El huracán Milton se sumó a la ansiedad, al retrasar el lanzamiento varios días.
“Qué gran día. Estamos muy emocionados”, dijo la directora del JPL, Laurie Leshin, después del despegue.
Clipper, que aproximadamente tiene el tamaño de una cancha de baloncesto con sus paneles solares desplegados, pasará junto a Marte y la Tierra con el fin de recibir apoyo gravitacional de ambos planetas en su camino a Júpiter. La sonda de casi 5.700 kilos (13.000 libras) debería llegar al planeta más grande del sistema solar en 2030.
Clipper dará la vuelta alrededor de Júpiter cada 21 días. En uno de esos días estará cerca de Europa, una de las 95 lunas conocidas de Júpiter y de un tamaño similar a la Luna terrestre.
La nave pasará a 25 kilómetros (16 millas) por encima de Europa, mucho más cerca que los pocos visitantes previos. El radar a bordo intentará penetrar la capa de hielo de la luna, que se cree tiene un espesor de entre 15 y 24 kilómetros (10 a 15 millas) o más. El océano ubicado debajo podría tener una profundidad de 120 kilómetros (80 millas) o más.
La sonda cuenta con nueve instrumentos, cuyos delicados sistemas electrónicos están almacenados en una bóveda con densas paredes de zinc y aluminio para protegerlos de la radiación. La exploración se extenderá hasta 2034.
“Mundos oceánicos como Europa no sólo son únicos porque pudieran ser habitables, sino porque podrían ser habitables en la actualidad”, dijo Gina DiBraccio de la NASA la víspera del lanzamiento.
Si se determina que las condiciones en Europa son favorables para la vida, eso abrirá la posibilidad de que haya vida en otros mundos oceánicos en nuestro sistema solar y más allá, según científicos. Con un océano subterráneo y géisers, la luna Encélado de Saturno es otro de los principales candidatos.
FUENTE: Con información de AP