Para Catherine Siachoque la felicidad tiene el rostro de su esposo, pues la eterna villana de las novelas asegura que ha encontrado su realización como mujer a través de su matrimonio con el actor Miguel Varoni.
“Para mí la felicidad es estar casada. Le pido a Dios cada día que dure por siempre. A mí me hace feliz hacer feliz a Miguel”, expresó la actriz colombiana a DIARIO LAS AMÉRICAS.
Además afirmó que disfruta sorprender a su esposo, de quien se enamoró perdidamente hace 18 años y con quien ha vivido desde entonces una relación admirable, lejos de escándalos.
“Soy tan feliz mientras preparo alguna sorpresa para él, así sea que le esté haciendo una sopita. Cuando uno está enamorado y tranquilo, es muy fácil”, expresó.
“El amor ha sido la clave, no hay otra. Si no hay amor absoluto e incondicional donde uno quiere al otro más que a uno mismo, no hay nada que se pueda hacer”, agregó.
La bella actriz, conocida por encarnar a las malas de las telenovelas, regresa a la pantalla chica como juez del programa Sí se puede, que se estrena este domingo a las 6 p.m. por Telemundo.
Inspirado en el programa I Can Do That, el nuevo show retará a 12 estrellas a desarrollar habilidades desconocidas realizando actos como acrobacias, baile, gimnasia entre otros.
Como parte del jurado, la actriz aportará sus conocimientos de baile, pues inició su carrera artística en el ballet clásico. Luego incursionó en el teatro musical de donde la captaron para la televisión.
De hecho, no imaginaba que sería actriz, pero cuando interpretó algunos personajes en las tablas surgió el interés por la actuación.
“Me empezó a gustar y resultó ser que tenía talento. Yo no sabía, no me gustaba ni era mi ilusión jamás actuar. Lo que me gustaba era bailar”, comentó.
Siachoque, que ha encarnado a mujeres despiadadas, asegura que las malas son elementos determinantes en la trama, pues son el centro del conflicto.
“No existiría la historia de Blanca Nieves sin la bruja, o Los 101 dálmatas sin Cruella de Vil”.
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Pero en la vida real, esta villana es querida por su público, que a menudo la insta a hacer de las suyas en la pantalla chica. Además, contó que cuando sus personajes no son tan malos, sus seguidores se decepcionan porque quieren verla “haciéndole la vida imposible a todo el mundo y dando bofetadas”.
“Me llama la atención que a la gente le encanta que haga cosas muy malas. Me preguntan: ¿pero no vas a matar a nadie?
Entre sus personajes más recordados figura Marcia en Tierra de pasiones, que le valió un lugar en la lista de la revista People en Español entre las villanas más malas en la historia de las telenovelas.
En La venganza dio vida a Grazzia, papel que requirió una escena lésbica en un jacuzzi. Entre sus consentidas está Cecilia de Donde está Eliza, mientras que Micaela en Amantes del desierto le abrió las puertas a la fama internacional.
Por otro lado, ser la madre de Catalina en Sin senos no hay paraíso fue un gran desafío al tener que aparentar más edad. También recordó que conoció a su gran amor mientras grababa Las Juanas.
Aunque sus numerosos proyectos la han mantenido ocupada estos años, asegura que su prioridad es el matrimonio. De hecho, ambos buscan coincidir en cuestiones profesionales.
“Muy pocas veces nos ha tocado estar separados. Yo prefiero pasar por alto un proyecto para poder acompañar a Miguel a donde sea. Para mí, primero está mi marido que mi carrera”, afirmó.
Contó que mientras su esposo dirigía la primera parte de Señora de acero en México y ella no pudo acompañarlo en esa ocasión, dormían conectados en Face Time.
Además de la actuación, le fascina ser ama de casa. Incluso cuando alguien la ayuda en los quehaceres, prefiere cocinar.
“Cuando estoy en casa, la comida de mi esposo la hago yo. La mía me la hacen, no cocino para mí, pero a mi marido lo entiendo yo.”
Aunque la pareja hasta ahora ha preferido no tener hijos, dijo que la idea aún no está del todo descartada.
