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sábado 16
de
marzo 2024
MIAMI.- La sazón del chef Ronaldo Linares posee una mezcla que describe su idiosincrasia. El colombiano, que se declara amante de la cocina cubana, se ha propuesto rescatar esos sabores que, según indicó, se remontan a la isla en sus años de abundancia.
“Quiero mostrar esos Sabores de Cuba, los que mi papá me daba a probar cuando era niño: la piña, los asados de pollo, de carne, las ensaladas... Y con este libro quise reflejar que la comida cubana sí puede ser sana”, expresó Linares a DIARIO LAS AMÉRICAS sobre su recetario, que además de recopilar indicaciones para preparar deliciosos platillos latinos, también cuenta con el respaldo de la American Diabetes Association.
“La gente no sabe que la comida cubana tiene influencia de la china, la africana, la española. Si nos remontamos a la historia de la comida cubana, antes de que llegara Fidel, encontramos tantas frutas, verduras, diferentes carnes”, agregó Linares, quien por estos días visita Miami para promocionar su libro.
La obra incluye recetas de otros países como Colombia, de donde Linares emigró con 9 años, junto a sus padres, para instalarse en New Jersey.
“Mi mamá es colombiana. Me identifico como un chef cubano, pero en mi libro se pueden encontrar muchos otros sabores, porque nosotros somos una mezcla”, comentó sobre la confluencia de diferentes culturas en EEUU debido a la inmigración.
“Y no veo por qué no se pueda preparar un ceviche peruano mezclado con un plato cubano o con uno mexicano”, agregó.
Una fusión que disfruta cuando en el restaurante que su familia fundó hace 25 años, Martino’s Cuban Restaurant, comulgan varias culturas en honor al buen comer, porque a la hora de la mesa, cualquier diferencia cultural sale sobrando.
“En mi restaurante en New Jersey, cuando hago mis platos, veo que piden ropa vieja, pernil, un bacalao a la vizcaína con congrí y tostones. Y en esa mesa puede estar una familia filipina, argentina o afroamericana, gente de diferentes culturas disfrutando la comida cubana sin importar de donde sean, solo saboreando esas delicias”, dijo el chef, quien aún no conoce la isla que le ha inspirado tantas recetas, pero asegura que un día conocerá la tierra natal de su padre.
Fue precisamente ese placer de alimentar a los otros lo que lo mantuvo cocinando para unos 6.000 soldados, a quienes sorprendía con sus exquisiteces.
“Si hacíamos pollo a la barbacoa, en vez de usar la salsa que venía enlatada, yo la hacía con salsa de tomate, orégano y tomillo. Me miraban raro, pero les decía: ‘Tranquilos, que va a quedar rico’. Y luego mezclaba ese condimento con un mojito y ese pollo a la barbacoa quedaba como debe de ser”, recordó el exmarine sobre la época en la que se valía de la creatividad en la cocina y aprendía disciplina.
Sobre por qué quiso que los diabéticos pudieran deleitarse con sus recetas, comentó que fue la preocupación por la salud de su madre, y su insistencia en no hacer dietas, lo que lo motivó.
“Recuerdo que un día tomé el bolso de mi mamá y sonaba como si fueran maracas de tantas pastillas que tenía, para el colesterol, la tensión arterial. Y desde ese momento le pedí que se pusiera a dieta, pero ella no quería. Y le dije: ‘Tranquila, que yo sé hacer comida diferente’”.
Para llevar una alimentación más saludable, a los diabéticos les recomienda sustituir el aceite de canola por el de aguacate, el azúcar artificial por las frutas y el arroz blanco por el salvaje.
Del recetario Sabores de Cuba, que está escrito en inglés y en español, destaca el mofongo como su plato favorito.
“Se hierve el plátano maduro y luego se le agrega un poco de canela, de nuez y una pizca de sal y pimienta, y después se machuca. Es una receta fácil, que se puede disfrutar con helado, o también puede acompañar a una pechuga de pollo a la parrilla o un solomillo”, indicó.
Asimismo, recordó que la primera vez que cocinó tenía apenas 12 años y lo hizo por cumplir con un deber escolar. En esa ocasión, bajo la supervisión de su madre, quien documentaba la hazaña, preparó un Jambalaya, un plato criollo cuyos orígenes viajan hasta New Orleans, pero se remontan a las islas del Caribe. Con influencia española y francesa, se elabora a base de arroz, mariscos y se le añade guiso de carne o pollo y salchichas.
“Tenía que leer o cocinar y escogí cocinar, porque era más fácil y ese plato lleva muchos pasos. Entonces me tocó leer y cocinar. Mi mamá me estaba mirando y fue muy chistoso porque se reía cuando me veía quemando los ingredientes. Y bueno preparé el plato que gustó tanto que me castigaron porque la maestra no creía que lo había hecho yo”, reveló.