La detención y procesamiento en 2011 de un grupo de oficiales pertenecientes al Ministerio del Interior (MININT) y de la Contrainteligencia Militar, son un antecedente de la noticia de que 11 compañías vinculadas al régimen de La Habana aparecen en el escándalo Papeles de Panamá, donde se mencionan entidades creadas en el exterior que operan en paraísos fiscales.
En aquel momento, según reveló una fuente conocedora de los hechos, Julio César Díaz Garrandez, entonces yerno del general Raúl Castro, fue arrestado “por ofrecer información, de manera inconsciente”, pero que al parecer representó un asunto de supremo interés para la cúpula gobernante cubana.
A su regreso a Cuba, Díaz Garrandez, tras una accidentada carrera de espionaje en el exterior, en la que ocupó diversas profesiones, estableció una relación de pareja con una de las hijas de Raúl Castro, Nilsa Castro Espín.
Sin embargo, ni el cercano vínculo del joven oficial con la élite de poder impidió, que después de ser evaluados sus nexos con la información confidencial filtrada desde los archivos más secretos de la Inteligencia cubana, lo sentenciaran a 30 años de privación de libertad.
A seis años de esa purga, el fantasma de una nueva conspiración, ronda las oficinas del MININT en Cuba, a partir del artículo del periodista Juan Juan Almeida, “Tras la búsqueda de los Papeles del MININT”, publicado en el sitio Martí Noticias.
El hurto de un material secreto, altamente comprometedor, de la hermética sede militar fue presentado en un primer momento como ataque cibernético, pero después, describe Juan Almeida en su artículo, “quedó probado que fue un acto premeditado, calculado y bien pagado por un empresario canadiense que se encuentra fuera de Cuba, pero que está siendo coaccionado por las autoridades, a costa de que la familia del empresario aún permanece en la isla y no le permiten salir”.
Una de las fuentes que facilitaron la información para el mencionado artículo de Almeida, asegura que es de tal envergadura la información revelada, “que podría provocar un daño excepcionalmente grave al Gobierno de Cuba y a su cúpula”.
“Es más fuerte que las causas 1 y 2 de 1989 [caso Ochoa y caso Abrahantes]”, aseguró la fuente. Nunca se había robado tan valiosa información”, apuntó.
Las causas 1 y 2 de 1989 a las que se hace referencia corresponden a los juicios sumarios desarrollados contra altos mandos militares cubanos, tras los cuales el 13 de julio de 1989 fueron fusilados, acusados de alta traición a la patria, el general Arnaldo Ochoa, y los oficiales Antonio de la Guardia, Amado Padrón y Jorge Martínez, quienes en aquel entonces figuraban en el selecto grupo de los hombres de confianza de Fidel Castro.
Abrahantes quien ocupaba el cargo del Ministro del Interior, murió después en prisión, supuestamente, de un ataque al corazón.
Las revelaciones
Coincidiendo con este nuevo escándalo que conllevó al arresto de un elevado número de altos oficiales, titulares de prensa de varios medios internacionales hicieron referencia el 9 de mayo a varios nombres y personas jurídicas vinculadas a Cuba, citadas en la investigación Papeles de Panamá, desarrollada por el Consorcio Internacional de Periodistas, que lanzó un buscador a través del cual se puede acceder a algunos de los datos filtrados del despacho de abogados panameños Mossack Fonseca.
“Al parecer la historia se repite”, indicó Almeida al ser consultado sobre esta aparente conexión entre la información robada del MININT en La Habana y la mención de Cuba en el escándalo revelado por el consorcio periodístico.
“En esta ocasión, por coincidencia con el sonado caso de Panamá Papers y empresas offshore, el caso [el robo de documentos del MININT] ahora se centra en dirigentes y personas jurídicas naturales de Cuba, que también manejan empresas en Panamá, México, Venezuela y Nicaragua”.
Hasta el momento, del robo de documentos ocurrido en el MININT no han trascendido nombres. Mientras los mecanismos de presión dentro de Cuba arrecian, la propia identidad del empresario canadiense se desconoce, así como los nombres de quienes lideraron la operación y permanecen arrestados.
En una próxima entrega, se ampliarán detalles de esa información.
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