MIAMI.-RUI FERREIRA
Especial
@ruiefe
Ambos partidos afrontan un preocupante electorado indeciso en Carolina del Sur y Nevada que podría sobreponerse a las expectativas y sorprender con resultados adversos
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Las primarias en Carolina del Sur y el caucus de Nevada pudieran cambiar el panorama electoral estadounidense en un momento en que el electorado parece adaptarse a un nuevo rediseño de las fuerzas políticas. Para los republicanos seria el inicio de la prueba final de si un ‘outsider’, como el empresario Donald Trump, se logra imponer a sus adversarios del sistema y en la parte demócrata, si Hillary Clinton logra convencer al electorado para ganarle al senador Bernie Sanders con todo su atractivo popular.
Sanders es, aparentemente, el que las tiene de ganar porque llega a ambas primarias con un nuevo sondeo donde, por primera vez, aparece delante de la exsecretaria de Estado por un buen margen. Clinton, consiente del detalle, ha reforzado en las últimas horas su presencia en los anuncios de televisión intentando conquistar al electorado femenino ya las minorías.
El candidato republicano Ted Cruz. (EFE)
Del lado republicano hay dos detalles: Ted Cruz ha sido sorprendido por una demanda interpuesta en un tribunal de Chicago, que pretende impedir su candidatura colocando en entredicho su nacionalidad, ¿canadiense o estadounidense?, cuyas explicaciones legales no parecen haber convencido.
Y el senador cubanoamericano Marco Rubio ha dicho claramente que lo suyo es apenas aspirar a un tercer lugar. Teniendo en cuenta que quedó en la misma posición en Iowa, la gente de su entorno cree que lo importante no es quedar en primero o en segundo lugar, sino conseguir el mayor número de votos y delegados posibles. Algo así como, ‘arrollar’, no ganar.
Donald Trump (i) llega a una entrevista con el periodista de CNN Anderson Cooper. (EFE)
La lógica, dicen, es que si Rubio logra golpear al empresario Donald Trump y al senador por Texas, Ted Cruz, logrando que haya un margen de números significativo entre ellos, las posibilidades son que el electorado de una vuelta y vaya detrás del político cubanoamericano.
“Estamos teniendo la misma sensación sobre el apoyo de base que sentimos en Iowa. Existe una interacción orgánica entre Marco y como su mensaje llega a la gente”, dijo su principal estratega político, Todd Harris, a la cadena CNN. “Vamos a sorprender a la gente este fin de semana”, acotó.
Del lado de Ted Cruz la percepción es diferente. Su campaña piensa que el senador por Texas salió reforzado de la reunión comunitaria de esta semana, logró aplastar a su contendiente y salir airoso del reto. Pero es posible que eso no siga así, ya que en las últimas horas la campaña ha tenido dificultad en contestar a las acusaciones de ‘trabajo sucio’ con la divulgación de una imagen, a todas luces trucada, de un supuesto encuentro de Rubio con el presidente Barack Obama.
Lo cierto es que la puntuación 35% que Trump tiene de ventaja en los sondeos y resultados electorales primarios de Iowa lucen imbatibles. “No estoy preocupado”, ha dicho, y no tiene razones para estarlo porque lo de Trump es una campaña a largo plazo, mientras que Cruz y Rubio guerrean paso a paso, día a día.
Es más o menos lo que sucede entre Hillary Clinton y Bernie Sanders. El veterano senador está delante y su contendiente ha perdido demasiado tiempo en las últimas horas en explicar sus posiciones y justificar actitudes. De repente al parecer para los demócratas, ha dejado de ser una amenaza que Sanders se presente como un ‘socialista europeo’, mientras que ella tiene muchas dificultades en oponerse sin renegar del apoyo del mundo empresarial y financiero que Sanders tanto critica y logra calar en el electorado demócrata.
Por primera vez, el desenlace de las primarias de Carolina del Sur y los Caucasus de Nevada es una incógnita. El electorado indeciso, un 28%, lo estarán hasta el último momento. Todos los temas, sea política exterior, la guerra contra el terrorismo, Israel y hasta el legado del presidente Obama son, en estos momentos previos a estas dos primarias, irrelevantes frente a la indecisión electoral. Pero, habrá sorpresas.
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