BERLÍN. ALICANTE.- La euforia, inusual para él, con la que celebró en la Cumbre del Sol reveló que el domingo fue un día muy especial para Chris Froome, un ciclista más que habituado a ganar.
BERLÍN. ALICANTE.- La euforia, inusual para él, con la que celebró en la Cumbre del Sol reveló que el domingo fue un día muy especial para Chris Froome, un ciclista más que habituado a ganar.
La primera victoria de etapa tras un año, la tranquilizadora ventaja en la clasificación general de la Vuelta a España y su óptimo estado de forma se dejaron traslucir en el arrebato del normalmente frío corredor británico.
El ganador del Tour de France elevó varias veces su puño y mostró un rostro radiante. "Lo di todo en los últimos 200 metros", dijo Froome en la meta tras su victoria en la novena etapa de la ronda española, donde en su sexto intento parece camino de lograr al fin su primera victoria.
"La primera parte de la Vuelta fue de ensueño para mí y mi equipo"
, analizó el ciclista en el primer día libre, que disfrutó este lunes en Alicante con 36 segundos de ventaja sobre su primer perseguidor, el colombiano Esteban Chaves.Pero más importante aún para el capitán del Sky es la posibilidad de lograr, después de su triunfo en el Tour, un raro doblete con la Vuelta. Hasta ahora, el británico, cuatro veces ganador de la ronda gala, está mostrando su mejor versión y eso lo hace casi inalcanzable.
Y eso se aplica también a su súper equipo, donde, como en Francia, tiene en el alemán Christian Knees a su guardaespaldas en el llano. "Está en una forma extraordinaria", advirtió el coequipier sobre su jefe.
Eso es algo que ha notado también la competencia, que no pudo realmente poner en problemas a Froome en las etapas de montaña disputadas hasta ahora. El mayor peligro proviene quizá del español Alberto Contador, que en su última carrera está especialmente motivado.
Tras un flojo comienzo, Contador dio el do de pecho cuando la carretera se empinó, pero en la clasificación general está ya a 3:32 minutos de Froome, que además tiene el as en la manga de la contrarreloj del 5 de septiembre de 40,2 kilómetros con llegada en Logroño.
Del doblete de Tour y Vuelta, logrado por última vez en 1978 por el francés Bernard Hinault, separan al británico nacido en Nairobi aún dos semanas y el brutal ascenso al Angliru. Pero todos los signos apuntan a que Froome, que fue tres veces segundo en España, logrará la victoria este año.
Luego podría hablarse incluso del triplete, pues el británico medita correr el próximo mayo el Giro d'Italia por primera vez en busca de la victoria.
Si lo hace, no obstante, asumiría un gran riesgo de cara al Tour de France de 2018. El esfuerzo que requieren las dos pruebas por etapas más importantes del mundo podría ser demasiado incluso para él. Sobre eso puede decir mucho Contador, que en 2015 quería el doblete en Francia tras su triunfo en el Giro y fracasó estrepitosamente.
El doblete en Giro y Tour lo logró por última vez en 1998 el fallecido corredor italiano Marco Pantani, pero esos eran otros tiempos, también respecto a la entonces habitual "asistencia médica".
FUENTE: dpa