MIAMI - El Departamento de Estado de EEUU ha implementado nuevas reglas que endurecen el proceso para obtener visas de turismo, negocios, estudios o trabajo temporal. Los cambios incluyen tarifas adicionales, fianzas, eliminación de exenciones y restricciones geográficas en citas consulares.
Desde el 6 de septiembre de 2025, todas las personas que soliciten una visa no inmigrante deben hacerlo exclusivamente en su país de residencia o nacionalidad. Esto elimina la práctica de programar entrevistas en terceros países para evitar largas esperas.
La norma afecta especialmente a países con alta demanda como India, China, Brasil o México, donde las demoras superan los 20 meses en algunos casos, incluso alcanzando hasta un año y medio en Tegucigalpa.
Además, desde el 2 de septiembre de 2025, quedaron sin efecto las exenciones de entrevista (“dropbox”) para categorías comunes como H, L, F, M, J y O-1, lo que obliga a la mayoría de solicitantes, incluyendo menores de 14 años y personas mayores de 79, a asistir presencialmente.
“Visa Integrity Fee”
A partir del 1 de octubre de 2025, se implementará una nueva “Visa Integrity Fee” de 250 USD, que se sumará a los costos existentes. Aunque podría ser reembolsable si el solicitante cumple a cabalidad los términos del visado. El costo total aumentará significativamente.
En paralelo, un programa piloto de fianza (visa bond), vigente desde el 20 de agosto de 2025, exige depósitos de entre 5,000 y 15,000 dólares para algunos solicitantes de visas B-1/B-2 provenientes de países con alta tasa de estadía ilegal o datos de viajero insuficientes. Si cumplen las condiciones migratorias, la fianza se devuelve; en caso contrario, se pierde.
Para solicitantes de países como Cuba o Venezuela, donde los consulados de EEUU no procesan visas, sigue vigente la exigencia de acudir a sedes alternativas como Guyana o Colombia.
Estados Unidos será el único país que registrará un descenso en sus ingresos por las restricciones a visitantes internacionales en 2025, estiman analistas.
Impacto general
- Mayores tiempos de espera y demoras considerables en la obtención de citas consulares.
- Eliminación de flexibilidad geográfica y exenciones administrativas, lo que aumenta costos, desplazamientos y complejidad logística.
- Un gasto total significativamente mayor, con tarifas elevadas y posibles retenciones financieras.
Excepciones limitadas
Pese a las nuevas restricciones, el Departamento de Estado de EEUU estableció tres excepciones.
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Visas diplomáticas y oficiales: determinadas categorías A, G, C y de la OTAN, así como solicitudes de viaje amparadas bajo el Acuerdo de la Sede de la ONU, podrán gestionarse fuera del país de residencia.
Países sin operaciones consulares: En casos donde EEUU no realiza trámites de visas, como ocurre en Afganistán, Haití, Irán, entre otros, los solicitantes deberán acudir a las sedes designadas por el Departamento de Estado para el procesamiento consular.
Circunstancias excepcionales: Se prevén permisos extraordinarios por razones humanitarias, emergencias médicas o motivos de política exterior. No obstante, las autoridades estadounidenses no han definido de manera clara cuáles serán los criterios para aplicar estas excepciones.
FUENTE: Con información de: The Economic Time/USCIS/The National Law Review