WASHINGTON — El ejército estadounidense ha gastado más de 21 millones de dólares en vuelos para deportar migrantes de Estados Unidos desde que comenzó el segundo mandato del presidente Donald Trump el 20 de enero, según cifras publicadas este lunes.
Trump ha desplegado miles de tropas adicionales en la frontera de Estados Unidos con México, a las que otorgó el poder de detener a migrantes en algunas zonas
WASHINGTON — El ejército estadounidense ha gastado más de 21 millones de dólares en vuelos para deportar migrantes de Estados Unidos desde que comenzó el segundo mandato del presidente Donald Trump el 20 de enero, según cifras publicadas este lunes.
Trump ha declarado que el país sufre una "invasión" y ha prometido expulsar a millones de migrantes en situación irregular. Las estadísticas de ingresos de indocumentados de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) revelan el encuentro de más de 10 millones de migrantes que cruzaron ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos durante los 4 años de la administración del demócrata Joe Biden.
Entre los inmigrantes que ingresaron ilegalmente se colaron delincuentes de peligrosas bandas como el Tren de Aragua y de la Mara Salvatrucha.
También ha desplegado miles de tropas adicionales en la frontera de Estados Unidos con México, a las que otorgó el poder de detener a migrantes en algunas zonas.
El Comando de Transporte de Estados Unidos (TRANSCOM) dio cuenta de 46 vuelos en aeronaves militares entre el 20 de enero y el 8 de abril.
"Los vuelos totalizaron 802,5 horas a un coste medio de 26.277 dólares por hora de vuelo", dijo TRANSCOM a la senadora demócrata Elizabeth Warren, quien dio a conocer las respuestas a una serie de preguntas que había planteado.
Esto suma más de 21 millones de dólares.
Warren, enemiga acérrima de Trump y miembro del comité de servicios armados del Senado, estima que "cada estadounidense debería estar indignado" porque Trump "desperdicia recursos militares para pagar sus artimañas políticas".
En un comunicado, la congresista demócrata, que apoyó la política de Biden, califica la estrategia del nuevo mandatario en la Casa Blanca como "abuso de poder".
El presidente republicano invocó en marzo la ley de enemigos extranjeros de 1798, usada hasta entonces solo en tiempos de guerra, para enviar a pandilleros venezolanos de la banda Tren de Aragua a una megaprisión en El Salvador.
Pero sus medidas migratorias, sobre todo sus expulsiones aceleradas, se han topado con el bloqueo de muchos tribunales y de jueces demócratas que exigen un debido proceso para los migrantes.
Exasperada, la Casa Blanca sopesa alternativas. El subdirector de gabinete Stephen Miller afirmó que la administración está "considerando activamente" suspender el derecho de una persona a impugnar ante los tribunales su detención, conocido como habeas corpus.
"La Constitución es clara, y esa, por supuesto, es la ley suprema del país, al establecer que el privilegio del recurso de habeas corpus puede suspenderse en caso de invasión", declaró Miller.
Y es que la administración demócrata de Joe Biden permitió el ingreso de millones de indocumentados tras flexibilizar la seguridad en la frontera sur con México. Más de 10 millones de encuentros de inmigrantes que cruzaron ilegalmente la frontera registra la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) durante los 4 años de la administración. A ello se suman los programas migratorios que permitieron el ingreso de centenares de miles de migrantes por la vía legal.
"Así que es una opción que estamos contemplando seriamente", añadió. "Depende en gran medida de si los tribunales hacen lo correcto o no", dijo.
El 'habeas corpus' es una garantía jurídica que exige que una persona detenida comparezca ante un juez para determinar si su arresto es legal.
Suspender el 'habeas corpus' podría permitir al gobierno prescindir de los procedimientos de expulsión individuales y acelerar las deportaciones, pero es casi seguro que la medida acabaría en los juzgados y probablemente ante la Corte Suprema.
En Estados Unidos se ha suspendido en contadas ocasiones, como durante la Guerra Civil de 1861-1865 y tras el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941.
La Corte Suprema y varios tribunales federales han paralizado temporalmente las expulsiones en virtud de esta norma, alegando que los migrantes deben tener la oportunidad de impugnar legalmente su expulsión ante las cortes.
En ese sentido, la Corte Suprema permitió recientemente al gobierno del presidente Trump recurrir a la Ley de enemigos extranjeros para deportar a pandilleros venezolanos del Tren de Aragua.
Pero el máximo tribunal dictamina que estos migrantes deben tener "la posibilidad de impugnar su expulsión". Eso significa que los migrantes detenidos y sujetos a deportación tienen derecho a ser notificados y la oportunidad de impugnar la expulsión en "un tiempo razonable".
FUENTE: Con informaciòn de AFP