WASHINGTON.- El presidente estadounidense Donald Trump tiene que tomar esta semana dos decisiones importantes respecto a Irán. Washington quiere endurecer la presión sobre la República Islámica, pero por respeto a sus socios europeos podría evitar romper con el acuerdo nuclear alcanzado con Teherán.
Dicho pacto, suscrito en 2015 entre Irán y parte de la comunidad internacional, permite al país persa utilizar energía atómica para fines civiles. A cambio, los países del Consejo de Seguridad de la ONU y la Unión Europea (UE) se comprometieron a levantar las sanciones impuestas a Irán.
Este viernes vence un plazo para que Trump decida si Estados Unidos sigue renunciando a sancionar a Irán por su programa atómico. Y el sábado deberá certificar si se está cumpliendo el acuerdo nuclear.
Trump no certificó el pacto en octubre, enfrentándose así a sus socios europeos. Se espera que vuelva a actuar de esa forma este sábado, aunque el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y la comunidad internacional consideren que Irán está cumpliendo sus compromisos.
Pero el presidente estadounidense podría posponer la imposición de sanciones por la cuestión nuclear para garantizar así que el pacto siga vivo. Según el secretario de Estado norteameriacno, Rex Tilleson, se está buscando una solución a largo plazo para la postura de Washington frente a Teherán. El objetivo parece ser: evitar cancelar el pacto pero a la vez endurecer la política con Irán.
Así, se espera que Estados Unidos imponga esta semana nuevas sanciones a Irán, pero que estas no estén relacionadas con el programa nuclear y que no interfieran con el pacto internacional.
El Gobierno estadounidense considera que Irán apoya al terrorismo yihadista y que supone una amenaza para uno de sus principales aliados, Israel. Desde su llegada a la Casa Blanca -e incluso antes-, Trump endureció la retórica con Irán respecto a la de su predecesor.
En tanto, Irán vivió en las últimas semanas protestas contra el sistema político. Trump las apoyó desde el primer momento y se espera que ahora aproveche la represión contra los manifestantes para endurecer su tono hacia la cúpula iraní.
FUENTE: dpa/Michael Donhauser