Ni popularidad ni rechazo del presupuesto votado ayer y que finalmente salió adelante de forma bipartidista. Así, ayer el Tea Party perdió dos batallas: por un lado, la Cámara de Representantes daba el sí al plan (que de forma furibunda rechazaban los ultraconservadores) que permitirá no volver a cerrar el Gobierno, como ocurrió el pasado mes de octubre, y por otro, una encuesta revelaba que por primera vez la más de la mitad de los estadounidenses tiene una imagen negativa de este grupo. n Si la imagen del presidente Barack Obama se ha despeñado este año hasta situarse en el entorno del 40% de aprobación, la del grupo conservador Tea Party no le anda a la zaga.
La mayoría de los ciudadanos, el 51% exactamente, no ven con buenos ojos al que fue, en su día, el músculo político que permitió al Partido Republicano en 2010 conquistar el Congreso. n Pero aún hay más: la desafección no deja de aumentar de forma paulatina entre aquéllos que en algún momento se pusieron a su lado.
Si hace tres años, 37 ciudadanos de cada 100 tenían una opinión favorable hacia este grupo, este 2013 va a terminar con un desgaste de siete puntos, lo que sitúa la aprobación general también en un mínimo histórico. Así lo revelaba la última encuesta de Gallup. n
Batalla política n Además, las huestes ultraconservadoras no dejan de sufrir una sangría continuada: poco más de un quinto de la población (22%) se declara simpatizante del Tea Party.
Por el contrario, los ciudadanos que se oponen o que les resulta indiferente son el 72%, si bien es cierto que los que se oponen frontalmente han caído este año hasta el 24%.
Lejos quedan los tiempos en los que el Tea Party conquistaba al 30% de los ciudadanos. n u00bfLos motivos? Las encuestas muestran que el papel jugado durante el último cierre del Gobierno y su oposición frontal a cualquier tipo de reforma migratoria puede estar pasando una factura que incluso les lleve a ser ignorados dentro del Partido Republicano, donde algunos los consideran responsables por la mala imagen que arrastran. n "Descarto la premisa que el Tea Party está en decadencia", contrarresta Israel Ortega, desde la Heritage Foundation, quien contrariamente sostiene que se verá"más influencia del Tea Party en el proceso político y por consecuencia creo que veremos más apoyo del pueblo americano a un movimiento que está abogando a favor de menos impuestos, menos reglamentos y menos arreglos entre la clase política y grupos de intereses". n En todo caso, la voz del Tea Party parece que no se va a apagar tan rápidamente. Pese a que la encuesta sugiere que el Tea Party tiene pocas opciones de levantarse como un tercer partido que rompa el bipartidismo del país, sí pone de manifiesto que entre los votantes del Partido Republicano aún goza de cierta aceptación: el 58% tiene una opinión favorable (frente al 28% que no tiene una buena imagen).
Los números se dan la vuelta cuando se pregunta en el campo demócrata, donde casi tres cuartos (74%) tiene una imagen negativa del movimiento.
Tal vez esto explique que aún su voz sigue pesando (mucho, según algunos analistas) en la política en Washington.