CARACAS.-REDACCIÓN
“Recordaremos con benevolencia el 2015 en comparación con lo agudo que se volverá adquirir un producto en el país”, afirma el economista Jesús Casique
CARACAS.-REDACCIÓN
La emergencia económica decretada en Venezuela por el Gobierno de Nicolás Maduro se traduce en mayor intervencionismo del Gobierno central y en una serie de decisiones que no apuntan a resolver el problema, según la opinión de economistas y expertos que han reaccionado ente el hecho.
El economista y director de Datanálisis, Luis Vicente León, dijo que el Gobierno venezolano “intenta justificar la profundización del intervencionismo basado en una crisis (económica) causada por el mismo intervencionismo”.
En declaraciones a DIARIO LAS AMÉRICAS, Jesús Casique, profesor universitario de economía y finanzas y director de la firma Capital Market, considera que “la crisis no se soluciona con un decreto. Hay que cambiar el modelo político, que es arcaico”, expresó.
“El decreto no es más que una ayuda para Maduro. Debe pararse frente a la Asamblea Nacional y dar cifras coherentes”, señala Casique para quien el decreto está delineado según la conveniencia presidencial y ajustado a la retórica del Socialimo del Siglo XXI y no a indicadores reales de la economía venezolana.
León puntualizó en Twitter que los elementos más importantes del decreto son: “1) pide para el Gobierno todo el control presupuestario sin contraloría ni acción de la AN. 2) plantea la posibilidad de que el Gobierno intervenga empresas, inventarios y bienes privados con la "motivación" de garantizar abastecimiento. 3) el decreto incluiría la posibilidad de que el Gobierno restrinja el sistema monetario y limite el acceso de moneda local y extranjera a la población y 4) el resto del decreto es una lista de buenas intenciones para aumentar producción, abastecimiento y acelerar procesos sin explicar cómo”.
Vista de unos estantes parcialmente vacíos en un abasto estesábado 16 de enero de 2016, en la ciudad de Caracas, Venezuela (EFE)
A juicio de Casique, el decreto de emergencia y las cifras brindadas por el Banco Central este viernes en las que se indica que la inflación hasta septiembre de 2015 fue del 108,7 por ciento, mientras que el producto interno bruto (PIB) experimentó una caída del 7,1 por ciento hasta van acompañados de una estrategia política y de la realidad.
“Cuestionamos ambos anuncios. Un año de atraso por parte del Banco Central para entregar cifras no resulta alentador. No tenemos expectativas favorables para apoyar una medida que se sustenta en cifras así”, replica.
Clientes hacen fila para pagar productos que compraron en un abasto este sábado 16 de enero de 2016, en la ciudad de Caracas, Venezuela (EFE)
El experto envía un mensaje poco esperanzador a los venezolanos. “Recordaremos con benevolencia el 2015 en comparación con lo agudo que se volverá adquirir un producto en el país”, asevera.
Más abajo que Cuba
Venezuela cerró el 2015 con 141,5% de inflación, “a nivel internacional estamos por debajo de países como Cuba. Mientras La Habana se abre al mercado y reporta un modelo de crecimiento, Caracas engrosa las filas del decrecimiento”, cuestiona Casique.
Sobre el argumento del Gobierno para hacer frente a la tormenta de desabastecimiento el economista aseguró que será el mismo que ha esgrimido en los últimos años. “Seguro endosarán la responsabilidad a una guerra económica que no existe”, comenta.
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