viernes 24  de  enero 2025
ALEXITIMIA

Emociones sin palabras

Este trastorno mental, que afecta a una de cada siete personas, hace imposible interpretar y expresar los sentimientos

MIAMI.-BELÉN GONZÁLEZ
Especial

La alexitimia es un desorden de tipo neurológico que impide a quien la padece identificar y describir emociones y sentimientos que experimenta. No se trata de un trastorno desconocido pues recientes datos estadísticos confirman que afecta a un 8% de los hombres y a un 1,8% de las mujeres a nivel global.

Este trastorno implica un problema de la función simbólica que se traduce en la incapacidad para expresar la dimensión inconsciente en palabras, ensueños y fantasías. El término alexitimia esta formado por las palabras griegas “α” 'que quiere decir "no", “lexis” que se traduce como "habla, y “zümós” que implica emoción.

LEA TAMBIÉN: Cáncer colorectal: silencioso enemigo

Según los expertos este desorden es más común en los hombres que en las mujeres porque el intercambio de información entre los dos hemisferios cerebrales femeninos es más eficiente, aunque también es importante la influencia de las normas sociales en la expresión de los afectos que, en lineas generales, suele ser más limitada para los varones.

Cuestión de equilibrio

Como trastorno, la alexitimia fue identificada por el psiquiatra Peter E. Sifneos en el año 1972, quien descubrió un patrón común en los pacientes con trastornos psicosomáticos que trataba en el hospital Beth Israel: la dificultad para hacer referencia a sus emociones. No es extraño entonces que un 30 % de las personas con alteraciones psicológicas, y en un 85% de los casos vinculados al espectro autista, sean diagnosticados con este desorden neurológico.

LEA TAMBIÉN: Un análisis de sangre descubre todos los virus que han afectado a una persona

Los alexitímicos presentan una anomalía en la zona cerebral que se encarga de analizar y formular las emociones, lo que impide una equilibrada apreciación de estas. Ellos no pueden decirle a quienes los rodean que los aman o que los odian, porque una barrera les impide ir mas allá de la la impotencia y frustración que les produce su situación.

Siendo más específicos, los especialistas han identificado cuatro manifestaciones alexitímicas: la incapacidad para expresar verbalmente las emociones o los sentimientos; una imaginación limitada; la tendencia a recurrir a la acción para evitar y solucionar conflictos y, finalmente, un pensamiento orientado hacia preocupaciones concretas.

Del origen a la clasificación

Las causas de la alexitimia pueden ser varias, desde patrones hereditarios y anormalidades genéticas, pasando por un desarrollo neuronal perturbado y lesiones cerebrales, hasta los más variados traumas psíquicos.

Esta es la razón por la que este trastorno se clasifica en dos grandes grupos: la alexitimia primaria, que tiene un origen biológico, es decir, consecuencia de un defecto o deficiencia fruto de factores hereditarios que afecta las estructuras neurológicas vinculadas con las emociones; y la alexitimia secundaria, que surge como respuesta a vivencias traumáticas que conducen al individuo a suprimir las emociones o sensaciones dolorosas y reprimir sus sentimientos como mecanismo de defensa y autoprotección; aunque también puede tener su origen en un desorden en el aprendizaje emocional.

LEA TAMBIÉN: Alcohólicos Anónimos cumple 80 años luchando contra la botella

Aunque la alexitimia primero se observó en sujetos con desórdenes psicosomáticos, hoy en día también es relacionada con toxicomanías, trastornos de la conducta alimentaria, psicopatías y estrés postraumático.

Sin sentimientos

Las victimas de alexitimia son descritas como personas calladas, herméticas, apáticas, frías y distantes, más bien pragmáticas. Son incapaces, por ejemplo, de mostrar genuino entusiasmo ante una buena noticia. También se les califica como aburridas, poco creativas, con dificultades para construir vínculos afectivos y con habilidades empáticas prácticamente nulas.

Las personas alexitímicas tiene una muy baja capacidad de introspección, parecieran no soñar y su imaginación es muy limitada; no saben ser empáticos; suelen ser impulsivos, reaccionando de forma desproporcionada ante emociones que ellos mismos son incapaces de identificar.

Además son excesivamente prácticos y racionales; establecen relaciones sociales inadecuadas y se caracterizan por la dependencia emocional o el aislamiento social. Suelen presentar impotencia o falta de deseo sexual; se les considera muy conformistas, y generalmente experimentan las emociones como sensaciones físicas, por ejemplo un dolor de estómago en lugar de miedo.

Aunque parezca una paradoja, este trastorno viene acompañado de un alto nivel de sufrimiento emocional, que obviamente el paciente no sabe definir, pero al que reacciona con ira y agresividad. El no poder verbalizar sus sentimientos lo lleva a sentirse inútil y anhedónico, esa es la razón por la que asumen una postura de dictador que busca intimidar a sus pares.

Un mal con cura

El tratamiento de este trastorno implica ayudar al paciente a identificar y graduar sus emociones., es decir estimular el desarrollo cognitivo de su conciencia emocional a través de los siguientes pasos:

- Detectar sus emociones y las ajenas.

- Asimilar lo que está sintiendo.

- Comprender las diferentes señales emocionales.

- Aprender estrategias de control que le permitan autorregular las emociones, tales como estrategias psicoeducativas y técnicas de modificación de conducta específicas.

Temas

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar