ALSMEER.- REDACCIÓN DLA / dpa
El tulipán es una flor originaria de Asia central pero Holanda la hizo suya, hasta prácticamente cubrir sus campos con ella y hacerla un motivo turístico cada primavera.
Cuentan que Carolus Clusius, un experimentado botánico que cuidaba los jardines del Palacio Real en Holanda hacia el año 1593, quiso embellecer las propiedades del entonces emperador Maximiliano e introdujo los primeros tulipanes en el país europeo.
Tan pronto termine el invierno en esa zona del mundo habrá tulipanes por doquier, en las plazas principales, los jardines particulares, los mercados y los amplios campos que anuncian el mercado de las flores.
Si visita Aalsmeer, ubicada en las cercanías de Ámsterdam, las verá empaquetadas en cajas de plástico de color marrón claro, donde las coloridas flores esperan para ser trasladadas al aeropuerto Schiphol, desde donde serán enviadas a lugares tan cercanos como Francia y Reino Unido, o distantes como Japón.
Detrás de todo este mundo multicolor, dado principalmente por el amarillo, el morado, el rojo y el rosa, está Flora Holland con sus gigantescos almacenes refrigerados, la unión cooperativa que reúne a unos 5.000 floricultores.
"La superficie total de nuestras naves es más o menos igual a la del principado de Mónaco, unos 10 millones de pies cuadrados”, señaló José Hougee, el encargado de recibir a los visitantes.
Hay incluso una subasta de flores. Allí van los mercaderes a discutir los precios y obtener ventajas. Es el Wall Street de las flores, donde además de tulipanes se ofertan rosas, crisantemos, begonias y claveles. Según datos publicados por la organización, la faena supera las 100.000 transacciones cada día.
De hecho, la subasta de flores en Aalsmeer existe desde hace más de 100 años. El comercio de las coloridas flores comenzó en un bar de la localidad en 1912.
"Fue un encuentro casual de floricultores y comerciantes de Aalsmeer. Aquel día decidieron reunirse cada mañana para discutir los precios”, relató Hougee.
Estos pequeños encuentros fueron aumentando hasta alcanzar el prestigio de una subasta internacional, que no cierra sus puertas a los visitantes que quieran presenciar a jornada.
Al otro lado de la comarca, cerca del centro urbano capitalino, está el Museo del Tulipán, situado junto al canal Prinsengracht, dedicado a la historia de la peculiar flor y su comercialización en el país.
En Muntplein encontrará los mejores precios.
A unos pasos de allí, donde las calles lucen sus bares y restaurantes populares, está la plaza Muntplein con su hermosa torre Munttoren y un mercado de flores que asegura tener los mejores precios para el consumidor. Aquí acuden los lugareños a comprar las flores ante la mirada de los turistas sorprendidos por la variedad de tulipanes.
Cuándo viajar
Los campos del país se transforman en un mar de colores entre mediados de marzo y finales de mayo. La avalancha mayor de visitantes sucede en abril.
Cómo llegar
Varias son las aerolíneas que prestan servicio desde Miami a Ámsterdam, previo cambio de avión en Nueva York, Londres, Madrid u otras ciudades europeas. Si porta pasaporte estadounidense, canadiense o europeo no necesita visa o permiso de entrada en Holanda. Cualquier otra nacionalidad del documento de viaje debe consultar el consulado del país europeo.
