El envejecimiento poblacional todavía no es un problema crítico en Miami, pero cada año que pasa la amenaza se encuentra mucho más cerca. Al contrario de otras instituciones, en United HomeCare, una de las mayores organizaciones sin fines de lucro para la atención y cuidados de adultos mayores, se toman muy en serio esta preocupación y han alzado su voz, no solo para alertar de la complejidad de esta situación, sino para ofrecer alternativas viables a un desafío que se halla frente a las puertas de nuestra comunidad.
Carlos Martínez, actual presidente y CEO de United HomeCare, viene desarrollando una labor muy intensa para sensibilizar a cada sector de la sociedad sobre la importancia de dar pasos más proactivos en esta dirección.
“La realidad es que en Estados Unidos la generación Baby-Boomers se está jubilando a 10.000 personas por día, a nivel nacional -afirma Martínez-. Si tomamos en cuenta que ya hoy existe un déficit de individuos que pueden ofrecer cuidados, de aquí a cinco o siete años, esa escasez va a aumentar aún más, y la brecha entre las personas que necesitan cuidados y las que están dispuestas de dar cuidados continuará expandiéndose”.
La renovación
Aunque se considera un hombre apolítico, Martínez opina que la respuesta ante una problemática de este tipo no es cerrar las puertas a la inmigración, sino todo lo contrario estimular su entrada. Carlos es de los que piensan que el Gobierno puede establecer métodos ordenados más efectivos para que esos inmigrantes puedan recibir la oportunidad de venir a trabajar al país.
Y es que, precisamente, la renovación de la fuerza laboral, es uno de los retos inmediatos con los que deben lidiar cada día en United HomeCare. “A nivel nacional el turnover (renovación) es de 86%. Nosotros, que llevamos 45 años prestando servicio en la comunidad, tenemos un 60%, algo menor que la tasa nacional, pero siegue siendo un factor económico negativo”, indica Martínez.
Explica que esto trae como consecuencia una fluctuación incesante de trabajadores, en los cuales se invierte mucho tiempo y recursos para su entrenamiento y preparación como cuidadores, y que, al ser reemplazados con regularidad, crea un círculo vicioso donde continuamente se debe partir de cero.
Las oportunidades
Típicamente, un cuidador de adultos mayores debe poseer un certificado de 75 horas de entrenamiento básico, que puede costar entre 300 o 400 dólares, detalla Martínez, aunque considera que no todos los inmigrantes o recién llegados tienen esas posibilidades de tiempo y dinero.
“Nosotros tenemos nuestro propio currículo, pero en 40 horas, no en 75. Damos el entrenamiento y le ofrecemos a la persona oportunidad de empleo, siempre y cuando no tenga antecedentes criminales y cumpla con los requisitos adecuados”, asegura el presidente y CEO de United HomeCare.
Añade que también capacitan a los interesados sin costo alguno, proporcionan parte del material necesario para el trabajo, ofrecen entre 25 y 40 horas laborales, en dependencia de las habilidades del aspirante, y un salario que fluctúa entre $9.65 hasta $10.00 dólares la hora, según el nivel de inglés que posea el candidato.
Las dificultades
Un tema de cuidado, expone Carlos, es la disparidad entre los fondos que el gobierno tiene disponible para atender a esta población de adultos mayores y las crecientes urgencias que viene presentando este sector poblacional.
“La realidad es que los fondos se quedan cortos con respecto a la necesidad que hay”, y ejemplifica el contraste entre los que piensan que solo con su contribución al Seguro Social tendrán garantizada una vejez y los que se dan cuenta lo difícil que resulta cuando confrontan la realidad y las limitantes de programas como el Medicare o Medicaid.
“En este país, las dos opciones que hay son, o ser muy pobre o ser muy rico, pero lo que estamos en el medio, trabajadores, maestros, empleados, que en verdad somos la inmensa mayoría, vamos a tener problemas bien serios”, puntualiza.
Del mismo modo, Martínez insiste en que hay imposiciones de orden burocrático que, ocasionalmente, también inciden en una mejor ejecución del trabajo. En particular, se refiere a una nueva aplicación conocida como Verificación de Visitas Electrónicas (EVV, por sus siglas en inglés), que implica un chequeo riguroso de cada visita del cuidador a través de dispositivos electrónicos.
Aunque significa un adelanto tecnológico importante y un mecanismo de lucha contra el fraude, Carlos estima que en verdad “el fraude a gran magnitud no ocurre a nivel del empleado, ocurre a nivel corporativo”.
La perspectiva
Empero, por encima de cualquier impedimento, United HomeCare se ha enfocado en continuar creciendo y prestando su mejor servicio a la comunidad con el proyecto de una futura red regional más allá de las fronteras de Miami-Dade.
“La comunidad hispana ha crecido mucho en Broward y aún más en Palm Beach County -señala-, hay muchos inmigrantes de Centroamérica que trabajan en la agricultura y tienen gran necesidad. Lo que queremos hacer básicamente es crear una fuente de empleo para personas de la región”, alega Martínez.
Del mismo modo, refiere cómo han desplegado un arduo empeño para involucrar a todas las esferas de la comunidad, incluido el sector empresarial y la población en general, “porque tenemos que trabajar todos juntos para el bien de las personas mayores”.
“Cuando nosotros teníamos nuestras necesidades, cuando éramos jóvenes, ellos fueron los que nos cuidaron, fueron los que nos criaron, fueron los que nos educaron -precisa Carlos-. Hoy somos profesionales gracias a ellos. Es nuestra obligación moral en esta etapa de la vida que ellos puedan envejecer en un ambiente digno, y esa es nuestra misión inmediata”, finaliza.